Capítulo 15

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Suelto un suspiro cuando por fin veo que los dos han desaparecido, quiero ignorar mis emociones, siento una especie de punzada en mi pecho, sé a qué se debe, por más que no quiera decirlo, soy consciente de que es porque no me agrada del todo la idea de ver al príncipe marcharse con Erika y más me deja con un extraño sabor de boca el saber que Theo le ha ofrecido a ella y sus padres almorzar con el rey.

Recuerdo aquella vez en la feria donde Theo se aseguró que el rey no se diera cuenta de mi presencia, a diferencia que conmigo, no tiene que preocuparse por ocultar a Erika de su padre gracias a que ella y su familia poseen un título.

¿Por qué estoy pensando en esto? ¿En verdad me afecta? Pienso.

Me ocupo en otra tarea que no me haga pensar en Theo ni en Erika. Para la hora de mi almuerzo, Cassidy viene a buscarme para ir a comer juntas y como yo debo de regresar al trabajo, nos vamos en su auto hacia un pequeño restaurante de comida rápida.

—Leigh, ¿recuerdas que te hablé de un viaje que haría con un par de amigos? —pregunta en mi dirección, tengo que levantar mi mirada de la hamburguesa que tengo conmigo, hacia Cassidy quien tiene una gran sonrisa en los labios. Intento hacer un recorrido por mi mente para recordar si me ha hablado sobre un viaje, la verdad es que he estado distraída desde el instante en que me subí a su auto, normalmente suelo hacer que las cosas no me afecten del todo, intento dejarlas ir tan fácil como me es posible, pero mi cabeza se empeña en continuar recapitulando una y otra vez mi beso con Theo.

—¿El viaje a Francia? —pregunto y espero a que me dé una respuesta, ella asiente contenta.

—Bien, sucede que será en un par de días, dos días para ser exacta, y estaba pensando en que sería bueno que me acompañaras, ¿no crees? —La sonrisa en sus labios ha desaparecido y ha sido reemplazada por una mueca, está dudosa de cuál puede ser mi respuesta—. No tienes que preocuparte por el boleto de avión, estaría todo pagado, incluso el hospedaje, sé que no eres muy afecta a salir con mis amigos, pero no me gustaría ir sola, quisiera que fueras mi compañera.

Una mueca aparece en mis labios, Cassidy lleva alrededor de cinco meses hablando de este viaje a Francia, al parecer ella y un par de amigos suyos tenían pensado ir desde hace meses atrás, pero como todos estos chicos siempre tienen un asunto importante que atender, habían estado posponiendo el viaje.

—¿Cómo cuantos van a ir?

Me ofrece una gran sonrisa que me permite ver su blanca dentadura.

—Seremos solo ocho si vas con nosotros —contesta—. Cuatro chicas y cuatro hombres. Por favor, dime que nos acompañarás.

Hace un puchero. Cuando Cassidy dice que los gastos están pagados y que no debo de preocuparme por nada, sé que no hay ni una pizca de mentira en ello y también soy consciente de que su padre es quien pagará todo, fijo mi mirada en ella y la observo por un largo tiempo, continúa haciendo pucheros en mi dirección y pestañea un par de veces con intención de convencerme, creo que la última vez que tuve oportunidad de viajar fue hace un año y medio, cuando decidí regresar a Estados Unidos a visitar a mis padres y no he tenido oportunidad de tener unas buenas vacaciones, la mayor parte del tiempo me la paso encerrada en mi departamento o trabajando en el hotel, ir a Francia suena bastante tentador.

—Bueno, creo que me vendrían bien un par de vacaciones —me encojo de hombros y ella deja salir un grito de emoción.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! —aplaude—. ¡Te prometo que no vas a arrepentirte! ¡Será nuestra mejor experiencia!

Una sonrisa aparece en mis labios, aunque mi emoción no es tan grande como la de mi amiga.

—No te emociones tanto. Primero tenemos que hablar con tu padre de esto, no estoy dispuesta a que me descuente toda una semana y dudo mucho que quiera darme vacaciones en estas fechas.

Un príncipe peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora