¿Cuándo fue la última vez que sintió pánico? Hace años, respondería sin pensar.
En aquel tiempo cuando las pesadillas eran muy frecuentes en sus momentos de descanso. Los gritos, un disparo y fuego. Fuego por todas partes.
Sabo no recordaba mucho de su vida antes del ejército revolucionario. Sabía que era el hijo de un Noble. Y lo detestaba.
También sabía que había tenido un accidente. No recordaba cómo fue ni el porqué. Pero las marcas en todo su cuerpo y las pesadillas, no le dejaban pasar aquello por alto.
Aparte de aquello, nada más. Y nunca se preocupó realmente. Hasta ahora.
Hasta aquella mañana, cuando el periódico en sus manos traía la imagen y la noticia que traería todo lo perdido de vuelta.
¿Pánico? Por supuesto.
La ejecución pública de la primera persona que había amado y que sin querer abandono, fue increíblemente aterrador. Por eso actuó sin pensar. Sin detenerse a reconsiderar las consecuencias de sus actos, había arriesgado su causa y a sus camaradas, por un impulso de su corazón.
Pero lo volvería hacer, aunque intentaría no ser tan temerario esta vez.
Apoyo la cabeza contra la fría pared de la ducha. El cansancio poco a poco abandonando su cuerpo. Koala tenía razón. Debía de cuidarse él también.
Por eso había accedido a darse una ducha. Alejarse un momento de aquel deprimente cuarto y despejarse. Cuando se presentará nuevamente ante ellos debía de estar repuesto. Debía ser lo más parecido a quien fue alguna vez. Y no ese revoltijo de nervios y pánico creciente.
Sabo sonrió lentamente, ¿Lo reconocerían? ¿Se acordarían de él después de tantos años?
¿Le perdonarían?
Un doloroso frío se extendió por su pecho. ¿Y si no lo reconocían?
¿Cómo haría para enfrentar aquellos orbes, que recordaba alegres y familiares, mirarle con indiferencia?
¿Cómo podría soportar el rechazo de quien más amaba? Quizás si les explicara, si pudiese
─ ¡SABO! ¡SABO! ─ el fuerte ruido fuera de la habitación congeló el creciente pánico del rubio para reemplazarlo por preocupación. ¿Qué sucedía?
Cerró el grifo de la ducha, mientras tomaba una toalla y se frotaba el rizado cabello. Escuchando el fuerte golpeteo en la puerta aumentar, rápidamente se secó el resto del cuerpo para luego envolver la toalla sobre sus caderas. Decidido se encaminó hasta su puerta que en estos momentos estaba siendo golpeada con excesiva fuerza e impaciencia.
Antes de abrirla fue consciente del ruido de las sirenas de emergencia por todo el edificio. ¿Qué rayos estaba pasando? ¿Estaban bajo ataque? ¿Les habían encontrado?
Abrió de golpe. Cubierta de humo y con la ropa rasgada, Koala lucia aterrada.
─ ¿Qué ha sucedido? ¿Alguien nos ataca? ¿Estás bien? ─ Sabo se apresuró rápidamente a tomarla de los hombros y examinarla. Parecía bien, aunque algo catatónica ─ Koala, ¡despierta! ¿¡Que está sucediendo!?
─ Tu ropa ─ murmuró la chica mientras apartaba la mirada del desnudo torso del mayor. Sabo refunfuño ─ Se han despertado.
Sabo que se había dado la vuelta en busca de algo con lo que cubrirse, se paralizó. ¿Que había dicho? Seguramente había oído mal.
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Justo a Tiempo
FanfictionEl comandante revolucionario recibió el periódico como cada mañana. El anuncio del comienzo de una guerra a escala mundial era primera plana. Pero eso no fue lo que paralizó al joven Comandante en su sitio. Oh no. El reporte de la guerra era solo u...