El control se le había escapado en más de una ocasión. La primera, casi lo deja sin salida de la sala de entrenamiento; todo comenzó cuando empezó a hacer brotar esa roca brillante de todas partes, intentó correr, pero aquel material bloqueaba su camino una y otra vez. Al final, tuvo que hallar la manera de dominar el pánico y detuvo la aparición de esas cosas justo antes de que una de incrustara entre sus ojos. La segunda ocasión fue mientras dormía, tuvo una pesadilla y, sin querer, sus poderes comenzaron a hacer de las suyas mientras él estaba en pleno sueño; cuando despertó, encontró un desastre a su alrededor. Jamás imaginó que sería tan difícil.
Sin embargo, seguía luchando porque el día se acercaba. Los otros Conductores estaban cada vez más cerca, su llegada era inminente y Augustine parecía contar los segundos para aprovechar hasta el último.
Justo en ese momento estaba en su cama. Dylan miraba el techo mientras tocaba sus dedos alternadamente, pese a estar cansado, no lograba conciliar el sueño y menos al sentir que sus manos todavía estaban calientes debido al uso de sus poderes durante el entrenamiento. Mientras esperaba que su cuerpo decidiera que es buena hora de dormir, su mente pensaba en varias cosas. Sus pensamientos iban de un lado a otro, a veces pensaba en sus padres, a veces pensaba en Thomas, otras pensaba en Brydon, también en los Conductores enemigos y en sus esperanzas de acabar la maldita lucha.
—¿Qué va a pensar de mí cuando me vea? —susurró para sí mismo —. Quizá ya no me quiera, yo soy el resultado de todos los experimentos que le hicieron...
No quería pensar en la reacción de Thomas, en especial porque el rubio se había vuelto en una persona un tanto explosiva, literalmente. Dylan no quería su odio, buscaba su comprensión y su apoyo, pero no estaba seguro de que llegarían. Aún así, él guardaba la esperanza de que su novio no lo dejaría por ninguna circunstancia.
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—En resumen —dijo Thomas mirando a Augustine —. Nosotros hacemos la parte sucia y usted me asegura que Dylan estará bien y nos dejará irnos después de esto.
— Así es, señor Sangster —asintió la mujer.
—Aunque tenga poderes, no tiene pensado intervenir, ¿verdad? —dijo Eugene.
—Sólo si depende de ello la integridad de Seattle, pero no haré nada al respecto si están por matar a alguno de ustedes.
Ninguna novedad, pensó Thomas. De nuevo cruzó por su mente la idea de darle un buen puñetazo, pero se obligó a mantenerse al margen y no dejar su horrible rostro aún más feo. Respiró profundamente y miró a sus amigos. Estaban listos, lo más que se pudo en esos días de entrenamiento. Quizá en unas horas por fin pueda sacar a Dylan de esa celda.
—Es hora —dijo Augustine y todos emprendieron camino al punto donde llegarían los Bioterroristas. Avanzaban todos en grupo, procurando no romper la formación que tanto ensayaron.
Las calles de Seattle estaban desiertas, aseguramente aquello era obra del DUP, si normalmente había toque de queda, ahora mantendrían encerradas a todas las personas. Sin embargo, también suponía una ventaja, ellos no tendrían que preocuparse tanto por los civiles, ni los gritos de miedo los interrumpirían. Eugene iba junto a Thomas, así que aprovechó para hacer un comentario que se había guardado todo este tiempo.
—Hey, ¿tú crees que seamos el único plan de Augustine? —preguntó Eugene.
—¿De qué hablas? —dijo Tom, con cierto dejo de confusión.
—Ésta es una operación importante, ¿no es así? —pasaron junto a la Aguja de Seattle —. Si es tan importante y podría ayudarle al DUP a mantener su imagen de protectores, entonces Augustine no puede arriesgarse a que nosotros fallemos. Yo creo que hay algo que no nos ha dicho.
—Estoy de acuerdo —intervino Theo —. Esa mujer es peor que una matrioshka, lo que vemos sólo es lo que ella quiere que veamos.
—¿Qué podría estar ocultando Augustine? —preguntó Jo.
—Deber ser algo lo suficientemente poderoso para darle la vuelta al tablero, en caso de que vayamos perdiendo —dice Thomas —, y no estoy seguro de que me guste lo que esté escondiendo.
—"Esconder" y "Augustine" suelen estar en la misma frase, al igual que "Esa maldita perra", así que dudo que te guste —dijo Eugene.
—Mejor procuremos no perder para evitar esa sorpresa, cuando estemos desocupados, entonces podemos averiguar que esconde esa bruja —replicó Thomas.
A la lejanía, ya alcanzaba a ver diversos rastros de desastre. No era en la ciudad en sí, pero la carretera estaba siendo destrozada por aquellos entes que avanzaban con gran velocidad. Sin embargo, Thomas aún estaba preocupado por ese plan B que seguro tiene Augustine, en especial porque puede que sea algo con suficiente poder para incluso derrotarlos a él y sus amigos, así que quizá con eso quiera retenerlos en Seattle. No puede permitir eso bajo ninguna circunstancia.
Así que Thomas se prometió destruir el arma secreta de Augustine.
El semestre terminó /*-*)/ así que he vuelto para continuar el fic. Gracias por su infinita paciencia :') Nos leemos pronto para continuar :v
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Tu brillo me guiará [2a Temporada] (Dylmas)
FanficContinuación de "Mi brillo lo causas tú". Después del desastre ocurrido en Curdun Cay, todo quedó hecho un lío, uno muy difícil del cual salir. Thomas está atrapado y le hacen experimentos. Dylan quedó devastado tras el sacrificio de la persona que...