Una carta para Melanie (sin editar)

1. De Melanie, para Melanie.

Hay veces que tienes el presentimiento de que algo bueno te va a pasar, pero otras veces presientes todo lo contrario. Desde hace ya mucho tiempo deje de creer que podía levantarme una mañana y que algo increíble me iba a suceder. Lamentablemente así fue.

Estaba despierta, y la luz del Sol entraba por las rejillas de la persiana dejándome totalmente ciega. Mi mente sabía tenía que levantarme ya que me esperaba un largo y duro día. Pero una gran fuerza inmovilizaba mi cuerpo haciendo que diese vueltas y vueltas por mi cama. Suspiré unos cuantos segundos y luego me obligué a hacerlo.

Hace dos meses mi familia se rompió por completo. Después de una gran discusión entre mi hermano mayor y mi madre, ella cogió sus llaves de coche y se marchó enfadada. Media hora después alguien llamó a casa notificándonos de que se había chocado contra un muro ocasionando que el coche diese vueltas y vueltas hasta caer por una ladera originando una muerte inmediata. Si fuese yo quien hubiese cogido el teléfono os juro que no sabría cómo contárselo a mi hermano. Pero no fue así. Desde entonces mis días se convirtieron en noches eternas, mi rutina en visitas diarias a un psicólogo, la casa paso de estar llena de risas a un silencio absoluto. Pero quien sufrió más fue Víctor ya que se culpaba cada día de su muerte. Muchas veces cuando tardaba en el baño o permanecía encerrado un día entero en su cuarto me asustaba. Temía que se suicidase para acabar con todo el dolor y la culpa.

Mi vida ahora mismo es un agujero negro, un lugar oscuro, sin salida. Literalmente. He perdido a la persona más importante de mi vida y solo me queda Víctor, mi hermano mayor. Aunque desde que falleció mi madre todo ha cambiado entre nosotros, es como si el hilo que nos mantenía unidos se haya roto de un día para otro. El sigue pensando que fue el culpable de la muerte de nuestra madre, aunque yo sé que no es así. Esa muerte estaba destinada a pasar. Duele asumirlo pero es así.

Ahora lo que más deseo es empezar desde nuevo. No quiero olvidarlo porque sé que va a ser imposible y aun así yo sé que no debo que hacerlo. Que si no, ¿quién se va a acordar de ella?

Hace unos días Víctor me dijo: "Un lugar nuevo, una vida nueva". Por ese motivo, hemos dejado atrás el pueblo y nos hemos mudado a la ciudad de Barcelona.

Con pocas ganas me dirigí hacia la cocina con el objetivo de comer algo. Antes de salir me solté mi larga melena y me puse mis patines dirigiéndome a la puerta principal, pero antes de hacerlo alguien llamó al timbre.

— Melanie, puedes abrir tu por favor - dijo Víctor mientras recogía la mesa. — Seguramente será algún vecino que quiere darnos la bienvenida.

—Tú crees, porque yo creo que eso solo pasa en las películas... — dije vagamente a punto de abrir la puerta.

—Eso depende de la persona, muchas veces te puedes encontrar con gente que parece sacada de películas— aclaró y se puse puso a lavar los platos.

— ¿Si? — pregunté detrás de la puerta.

— ¡Cartero! — dijo una voz masculina.

Abrí la puerta, pero el hombre ya había desaparecido. Miré alrededor para comprobar si había alguien, luego bajé la mirada hacia el suelo y cogí el gran sobre que se encontraba encima del felpudo. Pesaba más de lo normal, mucho más de lo normal. Estaba segura de que contenía más de una carta. Observe el objeto y en ese instante me llamó muchísimo la atención lo que leí:

"De Melanie Prescol, para Melanie Prescol."

— ¿Qué es esto? ¿Una broma?

N/A: ¿Soy la única que piensa que cuesta mucho empezar una historia? Osea, se mas o menos como quiero que sea, ¿sabéis? pero empezarla se me hace muy complicado. En fin, ojalá os guste! Os prometo que si leéis al menos 3 capítulos os enganchareis seguro! UN BESOTE BIEN GRANDOTE!!