Welcome to the fatherhood-Tom Holland

8.

Isabelle Roberts

Tom llego con Stanley luego de su día de estudio, su horario es más flexible así que yo lo voy a dejar y el a buscar.

—Nos vemos mañana—Le dijo despidiéndose.

—¿No quieres pasar? Podemos jugar un rato con la consola—Stanley le dijo a Tom.

El iba a hablar.

—Tienes que acostarte temprano Stanley—Le dije.

—Será otro día campeón—Tom le dijo acariciando su rostro.

—Está bien.

Entró a la casa.

—Nos vemos mañana—Me despedí de Tom cerrando la puerta.

Su mano lo impidió.

—¿De verdad harás como si nada paso? Pude haber estado borracho pero recuerdo perfectamente estar durmiendo abrazado a ti.

—No fue nada.

—Isabelle ¿Hasta cuando lucharas contra esto? Por algo te quedaste conmigo y dormiste en aquel sofá.

Suspire.

—Tom, ahora no.

—Si no es ahora ¿Cuando? Deja de evitar esta conversación.

Negué con la cabeza.

—Isabelle los dos funcionamos juntos y me he disculpado millones de veces aquel error.

No dije nada.

—¿No te gustaría volver? Todos los días levantarnos juntos e ir a despertar a Stanley, los domingos no hacer nada juntos. Estar ahí cuando lo necesitemos.

Mire sus ojos.

—Porque a mi si, es lo que mas quiero...

"Necesitas un empujón para arriesgarte" las palabras de Ashley vinieron a mi mente.

Miraba los labios de Tom sin escuchar ninguna palabra, mi respiración se aceleró y humedecí mis labios. Trague nerviosa y sonreí. Sabía exactamente qué tenia que hacer.

Calle sus palabras con mis labios, sentí como su cuerpo se relajó y tomó mi rostro con sus dos manos.

Fue un beso que saco todos mis sentimientos de él cualquier lugar que se estaban escondiendo.

Al separarse nuestras respiraciones agitadas se juntaron desesperadas buscando aire.

—Mierda Isabelle tanto esperaste para esto—Dijo sonriente.

Bajo sus manos de mi rostro y me abrazó volviendo a juntar todas mis piezas rotas.

—Lo siento, lo siento mucho—Le dije abrazándolo muy fuerte—Todo este tiempo te he hecho rogar y tú no eres alguien que merezca rogar.

—No cariño, por ti hago lo que sea.

—Además te hice sentir la peor persona de la vida.

—Lo fui Isabelle, nunca tuve que haber hecho eso.

Acomode mi cabeza en su pecho sin separarme de él.

Sentí como abrazaban mi pierna, mire hacia abajo y era Stanley, lo tome en mis brazos y nos abrazamos los tres.

—Los amo a los dos—Tom dijo.

—Y nosotros a ti papá.

Sonreí y cerré mis ojos disfrutando de mis hombres, Tom beso mi frente y dejó apoyada su cabeza en ella.

Cenamos como si no hubiera pasado ese tiempo separados.

Tom Holland

Le sonreí a Stanley apagando su luz y caminé a la habitación donde Isabelle estaba acostada.

Volver a abrazarla para dormimos no se puede comparar con nada.

¿Estoy dormido, estoy despierto o en algún punto intermedio? No puedo creer que estes aquí a mi lado.

Todas esas noches sin dormir imaginando esto, soy el perdedor que finalmente se queda con la chica y no me avergüenza decirle al mundo que estoy completamente y locamente enamorado de ti y por favor dime que siempre me mantendrás así.

¿Debería despertarte con desayuno y decirte todas las palabras que aún no te he dicho para darte una caricia y mostrarte como me siento? ¿O debería actuar tranquilo, como si no fuera la gran cosa?

Me gustaría congelar este momento y ponerlo en un cuadro y quedarnos así o poner este día en repetición y seguir reviviéndolo.

—Se siente tan bien tenerte aquí—Ella dijo.

La mire y sonreí, baje a su rostro y comencé a besarla.

Levante su camisa sin dejar de besarla y ella levantó la mía.

Baje por su cuello y ella enredó sus dedos en mi cabello, nos deshicimos de el resto de ropa y nuestros cuerpos fueron uno.

Nuestras manos entrelazadas al igual que nuestros cuerpos hacían que el calor y la pasión aumentara, dejando marcas por su abdomen, pecho y cuello no dejaba de moverme.

—Tom—Ella gimió casi susurrando mi nombre.

Su respiración pesada se unía a mis gruñidos en los momentos más tensos.

Al llegar al climax, al dejar de sentir como sus piernas temblaban, al dejar de sentir sus uñas enterrándose en mi espalda dejando un recorrido en ella caí a su lado mientras mi pecho subía y bajaba rápidamente.

No importaba la hora y entramos a la ducha juntos.

El agua perfectamente caliente caía sobre nuestros cuerpos.

—Dios, pasar tiempo así contigo era lo que mas extrañaba—Ella dijo.

—Si—Dije sonriente mientras el agua caía en mi cuerpo.

Al salir cubrí su espalda con una toalla y volvimos a la habitación.

—Quería decirte que de verdad te agradezco tanto que me des este oportunidad para demostrarte que te amo—Le dije y ella se acercó a mi sonriente.

—Solo me faltaba el empujón para arriesgarme, Ashley me dio el consejo—Tome su rostro y deje un beso en sus labios.

Me acosté y espere a que ella se acostara también para dormir.

—Ya ven aquí amor—Dije porque los ojos se me cerraban solos.

—Me tengo que secar el cabello, no puedo dormir así—Ella dijo.

Luego de unos minutos se acosto, finalmente pase mi mano por su cintura a la atraje a mi para dormir.

—Buenas noches—Ella dijo.

—Siempre son buenas a tu lado.