Narrador Externo:
Así como todos los días, la rutina mañanera se dio acabo con la señorita Samantha; un mayordomo entrando a la habitación tocando una campanilla mientras abría las cortinas y la joven condesa ni los ojos abría.
—¿En serio me hará vestirle dormida? —dijo el mayordomo cuando vio que su ama la ignorara. No hubo respuesta.
《Seguro miente, no haría eso》 pensó la joven aún con los ojos cerrados.
《Qué inusual... siempre funciona》 pensó el demonio 《Pues, ni modo》
—Usted lo ha pedido —dijo Sebastian, y en un movimiento muy rápido le quitó las sábanas de encima.
Samantha por fin reaccionó.
—¡Wahh! —dijo ella por el susto—. ¡De acuerdo! ¡De acuerdo! Lo... Lo haré yo sola.
—Eso pensé —dijo el mayordomo sonriendo, luego preparó la ropa de la condesa y se retiró para que se cambiara.
Samantha terminó de ponerse el vestido que su mayordomo le había puesto sobre la cama. El mayordomo entró a la habitación con el carrito de té.
—Recuerde que hoy salimos de paseo —dijo él sirviendo el té.
—Cierto —dijo Samantha—. Iríamos a... Frost Fair, ¿no es así?
—Exactamente, my lady —dijo Sebastian dándole la taza de té ya servida a su ama.
—¿A qué hora partimos?
—A las 10:00 —dijo y luego sacó su reloj de bolsillo y leyó las agujas de este—. Aún tiene dos horas.
。。。
Después del desayuno, papeleo, y demás cosas, la hora de partir llegó.
Samantha subió al carruaje mientras Sebastian sostenía la puerta de este manteniéndola abierta.
—¿Hay algo en especial que quiera ver cuando lleguemos? —preguntó el mayordomo a su ama mientras el carruaje iba en marcha.
—Sebastian... —dijo ella—, no conozco el lugar... Sólo tú sabes qué haremos ahí.
—Entiendo. Déjeme mostrarle las mejores cosas allá —dijo el demonio con una sonrisa en el rostro.
。。。
La joven condesa y su mayordomo llegaron a la gran feria, Frost Fair.
—Vaya que hay muchas ventas —dijo Samantha viendo admiradamente todo el lugar.
—Efectivamente, Ojio-chan —respondió Sebastian—. ¿Desea ver si hay algo de su agrado?
—Claro —dijo ella sonriendo después de pensarlo un poco.
Pasaron por muchas ventas, vieron joyería, ropa, accesorios...
Pero la joven chica se detuvo viendo hipnotizada cierto juguete.—¿Qué mira, Ojio-chan? —preguntó Sebastian después de darse cuenta que su ama se había quedado viendo fija una hermosa caja musical.
—Mira esa caja musical —dijo—. Es muy bella.
Entonces la tomó, la abrió y una bella melodía sonaba mientras que una pequeña muñeca giraba lentamente dentro de la caja.
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El Sabor de tu Alma [Kuroshitsuji]
FanfictionEl demonio Sebastian Michaelis es mayordomo ahora de un nuevo amo; mejor dicho, una nueva ama... Su nombre es Samantha Harrelson, una chica de trece años con cabello castaño y ojos verde esmeralda. Hizo un contrato con este elegante mayordomo a camb...