Capitulo 1

84 7 0
                                    

Me encuentro a oscuras encerrada en estas cuatro paredes, el armario es el único lugar donde no entran sus gritos, donde mi mente viaja hasta los límites más ocultos de mi ser, donde soy yo misma pero en algún momento tengo que volver a la realidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me encuentro a oscuras encerrada en estas cuatro paredes, el armario es el único lugar donde no entran sus gritos, donde mi mente viaja hasta los límites más ocultos de mi ser, donde soy yo misma pero en algún momento tengo que volver a la realidad.

Maldita Isabella, está parada frente a mí con una sonrisa más grande que la luna.

―Alaia lo siento, pero necesito sacar mi ropa, sino no estaré lista para mi cita y si no estoy lista la perderé y no creo que vuelva a tener la oportunidad de tener una cita con alguien como él.

¿Cómo lo hace? ¿Cómo puede estar obsesionada con alguien como él? A kilómetros se mira que no tiene corazón, están tan....

― ¡Hey! Alaia, ¿te perdiste o qué? ―me dice con una sonrisa perfecta.

―No, no es nada Isabella, es solo que... ¿cómo salir con alguien que no te conoce?

―No es necesario que él lo haga, con que yo lo conozca suficiente.

―Ok, de acuerdo, es estúpido esto pero si tú eres feliz con tu cita, ¿qué te puedo decir yo? Solo cuídate.

me puedes ayudar con mi atuendo? . No sé, pensé en algo seductor pero decente a la vez, ¿qué dices?

―Sí, está bien.

―¡Perfecto! Vamos, vamos, vamos. Oye Alaia, ¿has pensado en hablar con mis padres?

―Ellos no son tus padres, Isabella.

―Pero Alaia...

―Isabella basta, ¿sí? Tu teléfono suena.

―Oh sí, disculpa.

La veo contestar la llamada, se ve algo molesta pero eso no impide ver su belleza. Aún no puedo creer cómo logra verse tan bien, sin siquiera con una gota de maquillaje, yo ni aunque me ponga un quintal de maquillaje logro lucir bien. De repente en mi visión aparece Isabella con cara suplicante.

―Alaia, Alaia, Alaita. Primita bella y hermosa, no sabes cómo te adoro.

― ¿Qué quieres Isabella?

― ¿Sabes? La llamada que acabo de recibir era de la entrenadora.

―Ajá, ¿y qué?

―Me dijo que hoy en la tarde tenemos reunión por lo del campeonato que está cerca.

―Pues que bien, no encuentro el problema. Tú siempre estuviste muy emocionada por el partido.

―Sí, lo sé y por eso mismo no puedo faltar... ahí es donde entras tú. ―Lo último lo dijo en un murmuro casi inaudible.

―Isabella, no entiendo.

―Ok mira, la reunión es hoy por la tarde y mi cita con Hunter también es hoy por la tarde.

ATRAPADA #UniversoAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora