Prófugos

Capítulo VIII: Adiós a la compañía

Qué mierda le pasa al gobierno?
Esconder a un hombre, desfigurarle el rostro para que no lo reconozcan y fingir su muerte inculpado a un inocente, el mundo es sorprendentemente extraño.
-Carajo, necesito un trago. Alguien más quiere?
-Que sean dos. -dijo Lincoln-.
Saque una botella del refrigerador de la habitación y lo serví en dos vasos, después regrese a donde estaban los chicos y agregué:
-Y bien... Que haremos con la cinta? No podemos entregarla al gobierno y si la subíamos por nuestra cuenta, le pasará lo mismo que al video que grabaron.
-Papá dijo que tenía amigos donde trabajaba, si se la entregamos, podrán acabar con Reynolds. Pero... Ellos la publicarán, no nosotros.
-Y desacreditara a los colaboradores -interrumpí-.
-Le daremos al gobierno lo único que tenemos para exonerarme? El gobierno que me inculpo!
-Necesitamos a alguien en quien confiemos.
-Jane Phillips.
-Quien? -pregunte a Lincoln-
-Trabajaba con papá, debe conocer a alguien que nos pueda ayudar.
-Bien, toma -dije mientras le lansava su teléfono.
Mientras Lincoln hablaba con su hijo me acerque a Mike y le pregunté:
-Nunca me contaste que había conocido a tu padre.
-Bueno, solo estuve con el un día, fue cuando nos separamos, Mahone lo mató.
-Infeliz, deseará estar muerto cuando me lo encuentre.
-Oye, esta bien linda. Fue suficiente con ese día, aunque me hubiera encantado que te conociera. Se tuvo que conformar con lo que le platique de ti.
-Enserio le hablaste de mi? -no pude evitar una sonrisa en mi rostro-.
-Si, le conté que había conocido a una hermosa, inteligente, fuerte y muy sarcástica chica.
-Y bien... Que dijo?
-Que nunca más te dejara ir, que luchará por ti, y por ser feliz.
-Eso fue cursi, pero me gustó.
Colocó sus brazo sobre mi cuello y me plato un beso en mi mejilla.
Al terminar de hablar Linc le dio una hoja de papel a Michael.
-Cooper Green? -preguntó él-
-Ex-ministro de Justicia. Fue el abogado de papá y dice que es de fiar.
-Y como esta LJ? -pregunté-.
-Esta bien, demasiado diría yo.
-Llamaré a Green. -dijo Mike después de varios minutos-.
Se alejo un poco y marcó el número, no tardaron en contestarle, al parecer lo estaban contactando, funcionó.
Quedaron de verse en una hora en el centro, por último Michael le dio instrucciones de cómo vestirse para identificarlo.
-Iras con nosotros? -preguntó Lincoln-.
-Quedé de verme con Margot, quería saber como estaba y que había pasado con ella.
-Es la chica que te ayudó, no?
-Si.
-Ten cuidado cariño. -dijo Michael antes de salir del cuarto-.
-Suerte.
Me coloque una sudadera y me puse unos lentes oscuros, después salí del cuarto y llamé a Argo.
-Hola Alex! Oye cambio de planes, nos podemos ver en el ministerio? Demande al imbécil con el que salía y me dieron la cita más tarde de lo planeado.
-Claro, te veré ahí.
Iba a tomar un taxi, pero el día estaba soleado y decidí caminar, estaba demasiado tranquilo, pero no estaba mal.
Al poco rato llegue y me encontré con Margot, discutía con una señorita, la recepcionista tal vez.
-Pero ustedes dijeron que a las 3, y son la 3 ya! No puedo esperar más, necesito hablar con el AHORA. -gritaba Argo-.
-Relájese señorita, tratare de contactarlo.
-Qué pasó? -le pregunté-.
-Un tal Cooper Green que llevará el caso y no saben donde está.
-Quedó de reunirse con Michael Y Linc. Disculpe señorita -me voltee hacia la recepcionista-, de casualidad no estará el Sr Green con Michael Scofield y Lincoln Burrows?
-Déjeme intentar de nuevo.
Mientras la chica lo intentaba, charle con Margot sobre como había seguido su vida, al parecer, su ex novio había entrado a su casa (muy ebrio) y la había hecho pedazos, por eso estaba ahí.
-Hola señoritas! Soy el Sr Cooper, en que puedo ayudarles?
-No tenía una con Michael Scofield? -pregunté antes que Margot-
-Lo recordaría, pero no recibí nada.
-Oh, Carajo.
Saque de mi bolsillo el celular y marque a Linc.
-Aló?
-Lincoln, escucha con atención: tengo a Cooper Green enfrente de mi, Michael debe estar con un impostor. Michael no está con Cooper Green.
No escuche nada más, colgó y sus puse que fue a buscarlo. Y yo no iba a quedarme de brazos cruzados.
-Tengo que irme niña, podemos vernos otro día.
-Quiero ir contigo, por favor...
-No tenias la cita?
-Aun crees que me la iban a dar? Tardará un mes o dos. Además quiero conocerlo.
-Bien. -rodee los ojos mientras ella daba un salto infantil-
-Sr Green, por favor acompañeme. -dije-
-Vayamos en mi auto.
Subimos y le indique donde quedaba el departamento. Mientras conducía, llame a Linc pero mandaba a buzón, solo esperaba que estuvieran bien.
Al abrir la puerta, el nudo de mi garganta se deshizo, ahí estaban los dos, sanos y salvos.
-Bueno chicos, este es el verdadero Cooper Green. Ah y ella es Margot.
Michael rodó la cinta de nuevo, era tan impactante como la primeras dos veces que la escuchamos.
-Saben lo que tienen? -preguntó Cooper-.
-Una prueba bastante buena -respondí-.
Copio la cinta y la preparó para mostrarla como evidencia ante los jueces.
-Agh, noo!
-Que sucede? -preguntó Mike-
-La fecha que tiene la memoria, es de cuando fue copiada.
-No será admitida verdad? -pregunte separando que me equivocara en la respuesta-.
-No, no es tomada como evidencia si no tiene la fecha exacta en la que fue la conversación, pensaran que fue un montaje.
-Entonces, se acabó, es todo -dijo Michael con tono vencido-.
-De hecho no, puede que no te exonere frente a la corte, pero, aún mucho en esta cinta, podría acabar con Caroline Reynolds.
-Entonces la sobornamos? -pregunté-
-A cambio de que?
-Perdón presidencial -contestó Argo-.
Le dirigí una mirada de orgullo.
-La misma mujer que me condeno a morir tendrá que rogarme por perdón. Me agrada.
-Entonces preparémonos, ya deben de estar en el edificio. -dijo Michael-.
Abrí la puerta y me asome un poco, se oían pasos pero no lo suficientemente cerca.
Cooper salió segundos después de que me asomé.
-Diez minutos cierto? -me pregunto Mike-.
-O menos.
-Y que haremos? -preguntó Margot-.
Si no hubiera hablado, se habría olvidado por completo que aún seguía ahí.
-Tú te iras, no fue un buen momento. -respondí mientras la empujaba hacia la puerta-.
-Por favor, puedo ayudar, quiero estar contigo.
-Es peligroso, estamos rodeados, no quiero arriesgarte... Pero puedes ayudarme de otra manera.
Le susurre el plan, al terminar me miro con preocupación, pero le afirme que todo estaría bien, estaba seguro de lo haría.
-Te quiero mucho Alex.
-Y yo a ti niña, te veré pronto.
Salió del edificio, y yo me dedique arreglarme, me quite la sudadera y me puse gorra y lentes. Antes de que acabaramos, Michael preguntó:
-Conoces bien la ciudad, donde nos vemos?
-El zoológico. Tercera y Rasyn.
-A las 3:15.
-De acuerdo.
-Si pasa algo, solo quiero que recuerden... Que los amo.
-Se dirigió a la puerta y antes de que la abriera corrí hacia el.
-Entonces esa será nuestra despedida? -pregunté-.
-No, solo esperaba que Lincoln no nos viera.
Me sujetó del cuello y y me beso, tomé su manos y acaricie su cabeza, mientras nos besabamos recordé el primer beso, parecía que había sido ayer.
-Cuídate, si?
-Hagan lo mismo.
-Vamos Linc.
Salieron del cuarto y corrí por mi bolsa, revisaba que era lo que me hacía falta. Estaba casi por irme cuando escuché que abrían la puerta, supuse que era Michael, pero sorpresa! Era Mahone.
Me escondí debajo de la cama mientras el quitaba el seguro, no esperaba que fuera tan pronto nuestro reencuentro, estaba más tranquila de lo que esperaba, espere a que sus pasos se fueran hacia otra habitación, así fue y supuse que tenía tiempo para escapar, rodee fuera de la cama y tome el bolso y justo cuando iba a salir por la maldita puerta, el apareció.
-Hola Alex. Tanto tiempo sin vernos. Por que no nos ponemos al día, si? -trato de sujetarme-.
-No gracias, tengo una cita con una amiga. -patee su mano-.
-Aun tienes el toque cariño, pero entre una bala y tus veloces manos, cual ganaría? -me apunto-. Siéntate.
Obedecí. Era mejor seguirle la corriente y traicionar lo cuando menos se lo espere, un truco que aprendí de él.
-Hace cuanto que se fueron? -se acerco al ventanal-.
-Nunca estuvieron.
-NO me mientas, se que tu noviesito y su hermano estuvieron aquí.
-Rompí relaciones con él, solo soy yo.
-Enserio? Y porque te reencontraste con el en Nuevo México, luego en el tren y por último hace dos horas aquí.
-No estuvieron Mahone, dejame en paz.
-No me mientas Alexandra Varay, te conozco y se que estuvieron aquí, te arrepentirás si me vuelves a mentir.
-Tu no me conoces en absoluto, pero en cambio yo a ti si y se que tus píldoras mágicas se te están acabando. -simule si temblorosa mano-. Adicto cof, cof.
-Si no mal recuerdo tu también eres adicta verdad linda?
-Alcohólica, y gracias a ti.
-Quieres probar? -me lanzó una de sus pastillas-.
-Arriesgate Alexandra -dije mientras levantaba mis manos-.
La coloque debajo del paladar para simular que la tomaba, cuando se giro de nuevo hacia la ventana la saqué y la puse en mi bolsa.
Le llamaron, por lo que oí, Franklin estaba con vida, su cara cambió mucho al oír esas palabras, se volvió con desesperación, tiro la mesa donde habíamos rodado la cinta, cuando colgó se acerco a mí ye dijo con el arma en mi frente.
-No quiero hacerlo Alex, en verdad no quiero.
-No lo hagas, ya has matado a suficientes, por que agregar otro más? - mi voz temblaba a un poco-.
Mahone iba a agregar algo más pero mi teléfono comenzó a sonar, ambos lo vimos de reojo y luego nos volteamos a ver.
-Contestalo.
-No.
-Hazlo Alexandra, acaba de una vez con esto...
Cuando se acerco a tomar el teléfono, tome un cable que estaba tirado y lo ahorque hasta derribarlo, quite su pistola y agarre el teléfono.
-Recuerdas Rusia? Se repetirá lo mismo Alex, el te usará como yo. -gritaba mientras estaba en el suelo sobrando su cuello-.
Tome la pistola, la gire y lo golpee con el mango.
-Qué decías perra?
Salí de la habitación corriendo, me dirigí al garage deseando que aun estuviera ahí el auto y Bingo.
Lo encendí y me dirigí al centro, encendí el radio y vaya noticia que casi me hace chocar con un carrito de hot-dogs.
Caroline Reynolds renuncia a la presidencia de Estados Unidos.
Adiós perdón presidencial, adiós vida ordinaria y hola a ser prófugo de nuevo.
Michael no tardo en llamar.
-Hola, estas bien?
-Impactada, pero si.
-En cuanto llegas?
-Cinco minutos.
-Alex, estamos en un barco, y... Como supongo que ya escuchaste la noticia, creo que debes saber que no habrá vida "normal". Pero si quieres que sigamos siendo Bonnie y Clyde, y morir de viejitos, aún hay espacio para uno más...
-Navegaremos hacia el ocaso?
-Es un barco carguero pero contigo puede ser un crucero a Hawaii.
-Acepto. Michael... -mire el retrovisor, tenía compañia-. te avisarme cuando llegue.
Colgué y sujete el volante con amabas manos, traté de escabullirme del otro auto, pero era muy difícil, no había tráfico y estaba por terminar el camino, tiempo después dos autos más se incorporaron, un par de vueltas más y me tuve que detener en un puesto de rosquillas.
-Hola? Alex, donde estas? El barco está por irse.
-Michael, humm, yo... -dude en que decir-. Ya estoy a bordo pero no los veo.
-Estamos en cubierta.
-Bien, iré para allá.
-Michael, te amo, gracias.
Colgué y baje del carro, y bum Felecia.
Hoy era el día de las perras o que?
-Felecia! Me da gusto encontrarte, quieres una dona? Yo invito.
-Ex-agente Varay. Tira el arma y date vuelta.
-Solo quería una rosquilla.
-Dile eso a Mahone y a la corte.
-Yo me encargo. -llego Mahone-.
-Scofield o prisión.
-Sólo quería una dona.
-Eras mi chica favorita Alex, no quiero verte en prisión.
-Tu me metiste en primer lugar.
-Nunca entenderás. Actúas de manera idiota, no tienes ningún plan B o C, eres estúpida.
-Al contrario, tu eres el que quedará como estúpido. De los errores se aprende cariño.