Corey llegó a la escuela solo para recoger a Gigi y llevarla a su casa, pretendiendo conversar durante ese tiempo a solas, pero la chica había estado hablando tanto, que casi parecía hacerlo apropósito. Incluso le contaba sobre la tarea que habían dejado, cuando jamás era un tema interesante de conversación.
Por suerte no se encontró con Javier y Alice.
Tras un largo rato caminando, llegaron a la casa de Gigi y ella giró hacia Corey con una mirada muy explícita de sus intenciones.
— ¿Quieres pasar? Mi hermano debe seguir en la universidad.
—Gigi, necesito decirte algo.
—Puedes decirlo mientras descansas en la sala, ¿acaso temes quedarte a solas conmigo? —se acercó demasiado, al punto que Corey tuvo que retroceder.
—En realidad sí, no quiero que ocurra lo mismo de la última vez que estuve aquí. Lo que debo decirte es importante y...
— ¿Es algo malo? No has dejado que te toque, evitaste que te besara cuando nos encontramos, ¿qué está sucediendo?
—Quiero que esto termine. —soltó Corey cuando una ola de valentía llegó antes de que ella siguiera cuestionando lo que era obvio. Ante la expresión perpleja de Gigi, decidió continuar. —Siento ser yo quien lo diga, pero, creo que es lo mejor.
— ¿Lo mejor? Corey, ¿por qué quieres terminar? Ha sido increíble todo este tiempo, ¿acaso estás molesto conmigo? Sé que la última vez que me visitaste fui demasiado lejos, pero es porque me gustas, no es justo que solo por eso quieras romper lo nuestro. —alejó comenzando a enfadarse.
—No es por eso, en realidad no es tu culpa, desde el inicio yo no sabía que esto sucedería, jamás pensé que serías mi novia, todo sucedió demasiado rápido y...
—Dame una explicación y no volveré a cuestionarte, dime algo que sea válido para creer que no es mi culpa, ¿qué razones tienes para dejarme?
Corey se sintió amedrentado al verla tan molesta, desvió la mirada porque no sabía qué decir sin exponer su verdad, esa que apenas estaba conociendo y que aún él no lograba comprender en su totalidad. ¿Tenía que decirle eso? Le asustaba que ella se ofendiera incluso más.
—Maldición, no te quedes callado, di algo, solo te pido que me expliques esto, porque enserio no entiendo. —reprochó Gigi empujándole con cierta brusquedad. Aunque era una chica, tenía bastante fuerza, suficiente para hacer que Corey chocara con un árbol.
—Basta, deja de exigir algo que no quieres escuchar. Solo quiero que lo dejemos, no puedo decirte mis razones. —él se hizo a un lado y retrocedió evitando su cercanía, aunque ella le siguió furiosa.
—No voy a dejar de cuestionarte hasta que abras la maldita boca para decirme la verdad. ¿Por qué estás dejándome?
— ¡Bien! ¿Quieres saber? Pues aquí lo tienes. —se detuvo enfrentándola cuando sintió que no tenía más alternativa, iba a decirlo, Gigi también merecía una explicación. —No puedo estar contigo porque soy gay.
—Deja de decir estupideces. —reclamó lanzándole su bolso, que él logró evitar haciéndose más hacia atrás.
—No tengo por qué mentir, querías saber y solo te respondí. —recogió la bolsa y se acercó para dársela, mirándola a los ojos cuando ella la tomó. —Perdóname si esto es demasiado, hablaba enserio cuando dije que no era tu culpa, pero esto yo tampoco lo sabía...
Gigi le observó en silencio tratando de procesarlo todo. Era difícil aceptarlo, pero conforme analizaba a Corey sabía que no le mentía, de hecho, parecía avergonzado no solo por esa confesión tan fuerte, sino por haberle hecho pasar un mal rato, ni siquiera debía disculparse cuando ella reconocía haber sido demasiado insistente en iniciar esa relación de forma tan precipitada.
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Después de ti.
RomantikCorey no sabe mucho de sí mismo, de su origen, vive creyendo en todo lo que ve, nunca se ha detenido a ver más allá, a cuestionar aquello que no comprende, su ingenuidad ante el mundo real será como una puerta abierta para cualquiera que decida entr...