Devil in me

V e i n t e

Pasados días repetitivos de comida basura y sin poder ver la luz del día o el resplandor de la luna. La puerta abrió y dos hombres se hicieron presentes, robustos y músculos, con una cara de solo pareces un montón de basura en un contenedor, rápidamente me levantaron a rastras. Me sacaron de ese cuarto gris y de la nada estaba en un pasillo con paredes blancas con un suelo casi perfecto de madera. Mientras avanzábamos dejaron de arrastrarme hasta que pude caminar. Abrieron una puerta, entramos a otra habitación gris solo que con iluminación, una mesa y dos sillas.

El olor a rosas era potente por todo el lugar y apestaba.

Me sentaron en una de las sillas para después atarme con una cuerda. Suspiré y deje que hicieran todos los nudos posibles. Entre mis hipótesis estaba que el imbécil que me trajo aquí aparecería de nuevo. Así que no importaba cuantos nudos hicieran, estaba dispuesta a clavarle un palo de la silla de metal en un ojo.

Me quede quieta y coloque mi mejor sonrisa al ver entrar al mal nacido. Se sentó frente a mi, tenía un folio en sus manos y lo abrió sacando todos los papeles dentro de el. Separó uno en específico y lo deslizó hacia mi.

—Es tu acta de nacimiento, naciste el 8 de noviembre de 1997, tu nombre es Nora Annalise Lavrova y tú madre Natasha Lavrova —Lo papeles frente a mi lo comprobaban, pero había otro nombre junto al de mi madre, subí mi mirada a sus ojos grises.

—¿Qué sucede con mi padre? —sonrió casi amargamente y deslizo por la mesa de metal entregándome periódicos que lucían antiguos.

—Natasha Lavrova fue asesinada, fue visto como un accidente pero fue más que eso. Y para todos fue un pesar incluso para mi, su esposo Nattaniel Lavrov.

Casi quise poner en movimiento mi plan de clavarle la punta de la silla en alguna parte de su craneo pero solo me quede helada. Su olor a rosas se volvía más intenso en aquel cerrado lugar. Quise llorar, también gritarle que era un bastardo, pero quien estaba plantado frente a mi era mi papá.

Me sentía como Luke enterándose que Dark Blader era su padre ¿Como demonios afrontas psicológicamente que el malo de la historia es tu progenitor? Pues no hay manera, yo solo me quede en silencio porque dentro de mi todo era un completo derrumbe. Pero todo era verdad, ahí estaba yo, una diminuta yo en los brazos del hombre frente a mi plasmada en una foto de un periódico de hace 21 años.

—Eso tiene que ser mentira.

—Veo tu emoción pero no soy tu padre, tu madre no podía tener hijos y cuando llego llorando con que su hermana había dado a luz pero había fallecido en el parto su consuelo fue que nos quedáramos con el bebé— mi ceño se frunció aún más y el calor que emanaba mi cuerpo hacia que mis manos sudaran, mis piernas titiritaban bajo la mesa y mi boca estaba seca— Te criamos y es triste decir que pasaste de brazos en brazos pero es así, tu madre murió biológica murió, no creo que quieras saber mucho de ella, tampoco hay mucho que decir. Tu padre en cambio, cuando tenías 4 años te secuestro, porque como ves ahí tus padres legales éramos Natasha y yo. Te secuestro y nunca supe ni quise saber de ti, no eres una legítima heredera a la fortuna que tiene mi apellido, así que era un desperdicio tenerte cerca.

—¿Por eso me tienes aquí maltratada como un perro? Vaya gentileza que tienes, si tanta fortuna tiene tu apellido me hubieras dado una celda con cama o al menos luz. No me interesa tu puta fortuna así que te la puedes meter por donde te quepa —pronuncié cada palabra con desprecio, aún me mantenía relajada en la silla; no le demostraría mi mierda de sentimentalismo, si quería una respuesta daría duro contra una roca— Apuesto que planeaste matarme desde que me viste llegar en manos de Natasha.

—Te tengo un desprecio inevitable Nora, pero el punto aquí es que nunca desde que desapareciste en manos de tu padre te tome tanta importaría hasta ahora— rode los ojos ante su seriedad, no mentía y lo que tenía frente a mi era verídico.

—¿Qué piensas hacer entonces Nattaniel?

—Seas mi hija legalmente o no, hay solo una cosa que quiero de ti —suspiré, había llegado el momento en donde me secaría de dudas sobre para que demonios me quería si no era muerta—. Resulta ser que tú no eras mi punto de interés desde el principio, te hice creer aquello solo para que fueras más y más profundo, vaya que fuiste profundo incluso sabiendo desde el principio que él podía hacerte eso.

El miedo se apoderó de mi, señalaba mi brazo, mi corte. Hablaba de Stephan, y eso no podía ser bueno. En mi mente maquinaban preguntas y respuestas, pero ninguna fue la que salió de su boca.

—Editoriales Wild una gran corporación con una excelente reputación, manejada y administrada por la familia Wild. No sé si te habra dicho aún que su tío murió de una manera muy trágica, o bueno, muchos creen que desapareció— río un poco y se levanto de la silla para caminar por la habitación, las nauseas me empezaban a llamar cuando el olor a rosas se intensificó cuanto se detuvo detrás de mi —Pero el punto aquí es, que Jonas Wild su queridísimo tío que se esfumó, estaba implicado en la muerte de Natasha y eso sale caro, tan caro que desapareció.

En mi cabeza todo empezó a encajar. Incluso la razón por la que los Wild podrían haber rechazado a Stephan era porque la familia ganaría mala reputación, él jamás podría alcanzar el puesto más alto cuando ya había sido tachado por la sociedad como un igual a su tío. Pero incluso con eso, faltaba algo una cosa, habían demasiados sucesos a los cuales era totalmente ciega. Mire con detalle los títulos de los periódicos.

Los Wild podrían estar metidos en problemas con la acusación de asesinato de Natasha Lavrova.

Jonas Wild podrá salir libre de esta sin ensuciar el perfecto apellido WILD.

Natasha Lavrova encontrada muerta en un baño de un casino.

El apellido estaba por todas partes, incluso habían fotos del pequeño Stephan en el juicio de su tío. Pero eso no tenía sentido porque Nattaniel mató a Jonas o eso quería insinuar ¿qué más podía pedir?

—¿Si ya lo mataste entonces que más quieres? —pregunté aún más confundida.

—Quiero verlos caer mi querida Nora, sobre todo a tu Stephan quién en realidad, no es hijo de Will puesto que es su sobrino— mi consternación se elevó a niveles exorbitantes y no sabía que pensar, empecé a marearme, incluso cuando escuche su risa detrás de mi ya no podía mantener la calma —. No entiendo a esa gente que trata de ocultar cosas solo para no manchar la identidad y prosperidad de uno solo de ellos, porque el único que importa allí es Will Wild, pero oye, al final Stephan y tú son muy parecidos ¿no?

Me enfurecí y empecé a sacudirme sin parar en la silla, debía ejecutar mi plan de asesinarlo con un palo de la silla. No podía ser cierto todo eso, no podía. Stephan ¿lo sabía? ¿qué iba a hacer este hombre conmigo si quiere hacerlos caer quiere asesinar a Stephan y todo lo que podía hacer era sacarme información del Club, pero ha que costo?

Yo no si quiera sabía de dónde provenía, no sabía que había pasado conmigo en las manos de mi padre biológico hasta llegar al orfanato y desde que conozco la vida propia, siempre he estado en peligro, del exterior y de mi misma de mis recuerdos. Pero nunca estuve tan segura en mi vida de que podía morir.

—¡No te diré una puta mierda, no le harás daño mal nacido de mierda!

—Pero cálmate hija mía que tú hablarás porque tienes que hacerlo —seguí sacudiéndome pero de repente sentí un golpe en mi sien que me noqueó por completo.