bodies 》kooktae [one shot]

unique

Esto es más que sólo un smut. Los personajes, sobre todo Taehyung, cargan con historias de vida muy difíciles. Hay ciertas metáforas dentro de todo el one shot que te hacen entender su realidad. Tomenselo con seriedad.

Lo escribí yo hace bastante, lo resubo editado.

que lo disfruten ♡

Taehyung y Jungkook tienen 20 años.

🎀

Las cuerdas de las guitarras rasgadas resuenan por todo el complejo, un gran amplificador se posiciona en el centro de la sala en donde una cantidad infinita de jóvenes intoxicados bailan fundidos en un sumo frenesí. Con los vasos en mano, o quizá un cigarro de dudosa procedencia colgando desde sus labios partidos, secos como el mismo infierno. Tienen el cabello grasoso y repugnante; tal como aquellas personas tiradas en el suelo que le dan otro toque al lugar.

Parece un hogar de familia, pero los cuadros tirados en el piso repletos de vidrios cortados a su alrededor dicen lo contrario. Tal como ese tiro al blanco que improvisan con grafiti y cuchillos de la alacena sobre una de las paredes del living. Literalmente la casa dice "Usame, soy tuya, destruime".

Kim Taehyung baja del segundo piso con pasos lentos, cierra la bragueta de su pantalón para luego limpiar el resto de semen de las comisuras de sus labios. Tan pasivo como extravangante, es la imagen viva de la lujuria. Su cabello se despeina en esa tonalidad gris que le hizo su amigo Jimin. Además tiene dos piercings: Uno en su nariz, otro colgando en su labio inferior. Una sonrisa pícara se forma en su rostro al ver el descontrol, a la gente desconocida pisando por completo su integridad, destruyendo su hogar.

Él ama que destruyan.

Su cuerpo vacío y descolocado parece querer desfallecer, se quita la musculosa y corre al centro de la improvisada pista de baile. Desde hace unas cuantas semanas lleva unos tatuajes en el cuello, lo hacen ver más sucio, o eso piensa su madre. La pobre mujer que había ido de viaje sin pensar que su hijo armaría tal desastre.

Ningún cuerpo se conoce, los sudores se entremezclan con la canción de fondo. Hay bajos incontrolables, cuerdas de guitarras que parecen ser rasgadas con los dientes. Taehyung ni siquiera está borracho o drogado, pero se coloca de pie sobre la mesita de café de su madre para bailar al compás de la música. Mueve su trasero de un lado al otro. El aroma a semen sobre sus mismos labios parecen embobarlo, sus brazos están elevados al cielo como buscando algún contacto celestial. Enfoca su mirada hacia el segundo piso, desde el barandal de la escalera se ven cuerpos en pleno apogeo carnal, suicidas del deseo y la perversión. Sonríe ligero, la música es más fuerte.

No puede sentirse más vivo, no mientras está moviendo sus caderas al son de la desastrosa canción y la voz rasgada del cantante le produce un éxtasis incontrolable. Ve como el sujeto al cual le hizo la felación baja despacio por las escaleras para luego irse por donde vino.

No le importa, se siente vivo, nadie puede parar el meneo de sus piernas, el despeine total de su cabello gris. Es rebelde, es imparable, piensa que puede comerse al mundo como si se tratase de un trozo de pan.

Pero entonces la puerta de entrada se abre.

Más desconocidos, si. Su cuerpo se tambalea sobre la mesa y nota personas sacándole fotografías. Sus ojos chocolate se posan sobre una de las personas que acaba de ingresar. Musculoso, fuerte. De un cabello negro candente, mirada asustada y extrañada, como si nunca hubiese pisado en su vida una de las fiestas de Kim Taehyung.