Desde mi infancia.

¿La mejor decisión?

Misaki se encontraba refunfuñando entre sus sábanas, sentía el desagradable e insistente sonido de su alarma que le avisaba que debía levantarse y comenzar su día. Dio un par de patadas a la ropa de cama quitándose las cobijas de encima, se estiró cual gatito perezoso, bostezando con un gran chillido que le causó risa a él mismo.. Pronto su sonrisa se diluyó.

Recordaba los acontecimientos de la noche anterior, no entendía nada, estaba muy triste y molesto. Por primera vez en su vida estaba molesto con el amo Ryuu, sea lo que sea que haya ocurrido, no aprobaba la violencia, y era verdad lo que su amigo le reclamaba. Tenía al amo Ryuu en un pedestal..

Y es que nunca le había visto actuar de manera incorrecta. Para él, Asami Ryuu era una especie de héroe, él y su padre le debían todo, incluyendo su propia vida, eso es algo que su progenitor siempre le recalcaba.

Quizá si estaba muy lejos de la realidad.

Sus pensamientos fueron cortados con el sonido de unos golpecitos en su ventanal, seguramente era nana para ver cómo estaba, sabía que Ryuichi dormía hasta tarde, así que dudaba que fuese él.

-Buenos días Misaki, abre por favor, necesito hablar contigo- susurra extrañamente amable.

-S..Si claro ama Sakura- Misaki responde con nerviosismo, pasa que esa mujer le aterra y siempre le pone muy nervioso. Ella no es agradable, solo aparenta ser gentil y eso da miedo.

-Misaki, seré muy clara y concisa contigo, espero que por tú bien hagas caso a mis consejos, ¿Entiendes?- Pregunta cortante con ojos filosos.

-S..Si-

-Mira no tengo nada en contra tuya, sé que mi esposo te tiene mucha estima, a ti y a tu padre, pero ya es suficiente, entiendo que Ryuu le haya dado un trabajo a tu fracasado padre, ¿Pero mantenerte a ti?, ¿Crees tú que eso es justo?. ¿Acaso sabes todo lo que invierte mi esposo en tus estudios, en tu vestuario y alimentación?- Sakura cambia su calmada faceta a una muy hostil. Siempre era así.

-Yo.. No sabía, pensé que padre estaba pagando todo lo mío, además, papá no es fracasado-

-¿Te estás escuchando?, ¿Dices que no es fracasado después de saber que es otro alfa el que te mantiene y no tu propio padre?-

-Yo.. Yo-

-¡No llores!, por culpa de personas como tú es que nos hacen parecer débiles a todos los omegas, todo lo consiguen con llantos, ya madura de una vez, tienes doce años, a tu edad me sabía mover en éste mundo mucho mejor que tú-

-No me diga eso.. Lo siento, no sabía que el amo Ryuu..-

-¿Que estaba manteniéndote?, te daré una idea para que la acates lo mejor posible, mi Ryuu jamás aceptaría que yo le recomendara una escuela de mayordomos para ti, si fuese por él, te pagaría una universidad, como si los omegas estuviéramos para profesiones de alfa ¡Ja!.

Podrías como mínimo aprender de lo que hace tu padre y servir en alguna otra casa, por supuesto no aquí, distraes constantemente a Ryuichi con tus boberías de niño-

-No, Ryuichi me quiere mucho y yo a él, somos amigos, él es mi hermano, somos familia, ¡Aaah!- Misaki gritó ahogado, el fuerte agarre en sus mejillas, un agarre firme pero sin dejar marcas le hizo chillar.

-No te atrevas a volver a decir que eres familia de mi Ryuichi, eres un maldito recogido, un aprovechador cómo tu padre.

Ryuichi acaba de conocer a su destinado, un chico de clase, de mundo, y no un recogido como tú, no me agrada la idea de compartir a mi Ryuichi con nadie, pero aquella boda traerá bienestar a los negocios de la familia-