Historias que Contar

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La latina condujo hasta una cafetería que había cerca de su casa, era modesto pero eso no le quitaba lo lindo.

S: ahora si me vas a contar que fue de ti 

Q: claroSan pero tú también me contarás

S: esta bien –decìa mientras miraba su teléfono-

Q: bueno pues al parecer no me ha ido tan bien como a ti –decía tomando un sorbo de café-

S: espérame un momento –dijo saliendo con el celular en su mano-

Luego de unos 5 minutos la morena regresó algo decepcionada

Q: estás bien –dijo preocupada-

S: si sí no pasa nada –dijo sentándose nuevamente- me decías?

Q: pues luego de haber terminado la secundaria mi madre tratando de alejarme de Puck y de 

otras cosas que según ella no eran correctas –dijo suspirando- me envió a la universidad de Alabama, me estás escuchando? –preguntó molesta mirando a Santana-

S: si Quin te estoy escuchando –dijo apenada-

Q: pareciera que no Santana estás escribiéndote con alguien? –preguntó-

S: no no, sigue por favor

Q: ok bueno te decía que esudié en Alabama ahora soy doctora Santana, doctora lo puedes creer?

S: felicidades Quin es maravilloso de seguro eres una gran profesional –dijo apretando su mano-

Q: lo soy –dijo engreída-

S: no has cambiado nada –dijo con la mirada en su celular-

Q: no lo creas Santana he cambiado mucho, no sabes cuanto 

S: oh dame un momento –dijo mientras realizaba una llamada-

Q: ok 

S: sigue Quin, asì que has cambiado mucho –dijo incrédula-

Q: así es 

S: como en qué? –preguntó escribiendo en su celular – yo te veo igual que hace 6 años 

Quin, eres la misma que yo conocí 

Q: es en serio Santana? Ni siquiera me has puesto atención y me has mirado como rayos vas a saber si he cambiado o no –dijo molesta-

S: lo siento Quin, de verdad lo siento –dijo mientras volvía a llamar –

Q: Santana volveré cuando de verdad tengas tiempo para conversar

S: no Quin espera no te vayas –dijo tomando de su mano para impedir que se marchase-

Q: esperas la llamada de alguien importante?

S: así es, bueno más o menos –dijo suspirando- mejor sígueme contando

Q: pues como te dije he cambiado mucho, ya no soy la chica que se creía toda una diva 

S: y que te trae por aquí?

Q: pues me transfirieron de mi antiguo hospital al New York Westchester Square Medical Center 

S: que bien Quin eso quiere decir que te quedarás a vivir aquí –decìa sonriente-

Q: así es San ahora nos veremos mucho más seguido

S: y cuando llegaste, ya tienes donde quedarte? 

Q: bueno pues hemos llegado ayer por la noche y nos estamos quedando en un hotel hasta buscar un lugar que nos guste a los dos 

S: si quieres te puedes quedar en mi departamento mientras encuentras lo que buscas –decía muy emocionada-

Quin tenía la intención de responderle a la morena pero no pudo ya que esta la interrumpió

S: un momento –dijo con sus manos – has dicho los dos?

Q: mmm si –dijo extrañada-

S: Quin estás con alguien y no me has contado es tu nuevo amor?

Q: pues si es mi único amor –dijo sonriente-

S: cuéntame de el

Q: pues se llama Jimmy –fue todo lo que pudo decir, antes de ser interrumpida por una llamada – y precisamente ahora tengo que ir a verlo –dijo levantándose de la silla-

S: si quieres te llevo y asi conozco al afortunado que robó tu corazón –dijo saliendo junto con ella-

Q: está bien 

La morena durante todo el camino iba conversando con la rubia pero también esta muy pendiente de su celular, durante el trayecto Quin había podido contar que Santana había realizado como 30 llamadas sin tener respuestas y enviado unos 10 mensajes, de verdad la intrigaba mucho a quién llamaba la latina con tanta insistencia.

S: hemos llegado, es aquí? –preguntó-

Q: así es San, es aquí

Esto no puede ser decía la morena en su mente aquel edificio al que la rubia tenía que ir a recoger al amor de su vida quedaba al frente del edificio donde trabajaba Tiffany.

La morena subió callada estaba emocionada por conocer al amor de Quin pero ir a aquella zona donde siempre iba por Tiffany no la ponía nada feliz.

Q: Buenas noches vine por James –le dijo a la secretaria-

Luego de unos minutos salió un hombre rubio, alto de unos 45 años y con el mismo color de ojos de Quin.

P: hey Quinie ya has llegado –decía abrazándola-

Pues vaya que ha cambiado, ahora le gustan los viejos pensaba Santana

Q: así es estaba con una amiga –dijo señalando a Santana-

S: mucho gusto Santana López –dijo extendiendo su mano-

P: mucho gusto Paul Fabray –dijo sonriéndole-

Q: San él es mi tío, es el dueño de este edificio de arquitectos 

J: mamá!!! –gritó un hermoso niño desde la puerta de la oficina de Paul- por fin has venido –dijo corriendo hacia los brazos de Quin

Q: ya estoy aquí –dijo abrazándolo-

Santana no podía creer lo que estaba viendo, tenía la boca prácticamente en el suelo, Quin era mamá.

Q: ella es Santana –le dijo al niño-

J: hola yo soy Jimmy pero me puedes decir Jim –dijo dándole la mano-

S: hola jim –dijo agachándose para quedar a su altura-

J: mamá me ha hablado mucho de ti así que te puedo decir tía San? –preguntó tímido-

S: supongo que sí

J: eres la primera tía que tengo y eres muy bonita –decía emocionado-

El niño era muy vivaz y eso tenía sorprendida a Santana, de hecho todo eso había sorprendido a la morena.

Q: bueno tío nos vamos 

P: cuídense mucho y Jim no te olvides de venir por aquí –dijo despidiéndolos-

J: claro que sí volveré , adiós tío –decìa moviendo su manita-

Los años pasan, la gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora