Más Que Simples Amigos

capítulo 14

Luego de aquella tarde, Los chicos se sentían algo extraños por lo que pasó entre ellos. ambos se miraron pero ninguno dijo una palabra.

Estaban aturdidos. Yugi fue el primero en levantarse, se acomodó la camiseta y bajo con la mano puesta encima de su pecho.  Se sentía tan extraño, nunca había besado a un chico.

"¿Esto está bien?
Somos hombres... Pero, yo lo amo" Se decía a si mismo mientras se agarraba la cabeza con sus manos, No dejaba de pensar en lo de hace un rato.

"Esto está mal" se repetía.

Pero se equivocaba, eso no estaba mal. Era lo que él sentía, Eran sus sentimientos.

Aquellas palabras que nunca se animaba a decirselas al final se las dijo, entre llantos. Pero largo por fin esa carga que tenía desde hace tanto tiempo.

Entró en la cocina y preparó dos cafés.

Al rato entró yami y yugi le tendió la taza. Este la agarró y ambos se sentaron.

—Gracias... —

El silencio invadió el lugar mientras ambos evitaban sus miradas.

Yami no sabía que pasaba, Pero en cambio yugi, estaba asustado.
Era la primera vez que tocaba y besaba a un chico, se sentía bien. Pero era su mejor amigo, su fiel compañero, su compañero de más de miles de aventuras.

Yugi estaba tan perdido en sus pensamientos que yami sintió una puntada en su pecho. Miró a yugi y decidió hablarle.

—Lo siento, no debí descontrolarme así... lo siento de verdad, no fue mi intención ponerte incómodo —Agarró su cabeza con sus manos mientras mantenía su mirada hacia el suelo.

Yugi lo miró y se sintió culpable por hacerlo confundir.

—No te disculpes... Sólo es que tengo miedo de lo que vallan a decir, somos hombres... Y siempre me metieron en la cabeza de que esto está mal. Pero yo te amo —Lo miró.

—Tú tienes que estar seguro de esto, Sólo tienes que seguir tu corazón. No importa lo que digan los demás.—

—Pero me confundo un poco...—

—Esta bien, si no quieres seguir con esto, dejémoslo así. Perdóname por confundirte.—Se levantó de la mesa dispuesto a irse.

—¿Me vas a dejar solo verdad?... ya me lo esperaba.—

Un silencio invadió el lugar.

Yami se dio la vuelta y yugi vio que sus ojos se humedecian.

—No pienso dejarte, iba a salir un rato afuera a pensar. No estás seguro de esto, Lo entiendo. Pero quiero que me lo digas lo antes posible para no hacerme más ilusiones.—

Yugi corrió a abrazarlo y gritó.

—¡Estoy completamente seguro! Se que si te vas, yo no soy nada. Sólo soy un inútil, digan lo que digan lo ignorare. Porque de verdad me haces feliz...—

—Sabes que estaré siempre para tí. —

Yami levantó la mirada del pequeño.

—Te quiero, yami—Beso los labios del mayor con dulzura—.Quiero ser feliz contigo.

—Yo también te quiero, yugi. Te haré inmensamente feliz.

Ambos se abrazaron fuertemente.

Se sentaron nuevamente y terminaron de tomar ese café que ya estaba tan frío. Pero no les importó.

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