Inicia la reconquista

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Logré divisar la luz que indicaba la salida. Cinthia y yo caminamos hacia ella y la atravesamos, saliendo al fin del Mt. Moon.
–Vamos, no deben vernos.
Me advirtió la chica rubia que me acompañaba. Yo me sentía extrañamente bien y en forma, tomando en cuenta que recibí un Lanzallamas y una explosión en la cara. Aún así debía apresurarme, ya que aún no renunciaba a la esperanza de rescatar a Karin antes de que acabara su cumpleaños. Ese estúpido monte nos quitó mucho tiempo, no se cuanto pero si fue mucho, y debo admitir que de no ser por Cinthia no habría encontrado la salida.
–Mira, desde aquí se ve la ciudad.
Me avisó mi compañera y caminé hacia su posición, desde donde pude divisar a Ciudad Celeste.
–Así que esta es la ciudad, pues no perdamos más tiempo.
Indiqué y comencé a caminar, pero ella me tomó del brazo y detuvo mi avance, para después mover su dedo de un lado a otro en señal de negación.
–No podemos llegar así como así. Este lugar es casi una frontera entre el territorio que controla Teselia y el que controla Kanto, se supone que por aquí no pasa nadie.
Me molesté ante su total razón.
–Y entonces cuál es el plan.
Le pregunté y ella sonrió.
–Pues mi plan es confundir unos cuantos guardias con mi Spiritomb, de esta manera infiltrarnos y tratar de pasar desapercibidos, hasta salir de la ciudad y hacer algo parecido en Ciudad Azafrán.
Lo contó como si fuera el mejor plan del mundo y era casi tan malo como el mío de entrar golpeando todo. Supongo que no había una buena forma de hacer esta misión.
–Vaya, vaya, que tenemos aquí.
Alguien dijo a nuestras espaldas. Rápidamente nos giramos y vimos a dos sujetos con la misma ropa que Richard, debían ser también de la Orden de la Flor.
–El señor Richard nos dijo que probablemente alguien pasaría por aquí y estaba en lo cierto.
Aclaró uno de ellos. En efecto eran floreados. Inmediatamente sentí la vida regresar a mi cuerpo, debía acabar con estos dos por lo que le sucedió a Jaden y Karin.
–Vamos Pikachu.
Lancé la pokebola y de ella salió mi ratón amarillo.
–¿A sí? - dijo uno de ellos mientras también sacaba su pokebola - Eso fue un error, ahora te haré pedazos. Sal Sawk. Vamos tu turno Walter.
Le pidió a su compañero, quien mucho más sereno lanzó su pokebola.
–Ve Braviary. No comas ansías Pánfilo. –Le indicó Walter a su colega y luego miró a Cinthia- Dudo mucho que una chica tan linda como tú pueda con nosotros, así que mejor no interfieras.
Mi amiga rubia al parecer no se molestó con ese comentario, sino que sonrió como si le hubieran dicho un chiste, y sacó una pokebola de su gabardina negra.
–Pues veamos lo que esta linda chica puede hacer. Ve Gabite.
Cinthia mandó a la batalla a un pokémon morado con cola, una cabeza algo extraña ya que estaba alargada y un par de picos en sus manos que probablemente se usen para atacar. De una manera sorprendentemente veloz Gabite corrió y le asestó un Garra dragón a Braviary sin que este ni nadie pudieramos hacer algo. El ave aún no salia de el shock inicial cuando el dragón (porque eso era) le empezó a herir las alas con Triturar. Sawk fue a intentar detenerlo, pero Pikachu se interpuso en su caminó y le disparó un Rayo que lo frenó, luego mi rato corrió y lo golpeó con un cabezazo derribándolo. Ahí mismo Pikachu le lanzó otro Rayo, no obstante este ya se lo esperaba y uso un poco de arena para cubrirse, atenuando lo suficiente el poder como para iniciar un contraataque, en el cual le dio un Golpe karate seguido de un Doble patada que mandó a Pikachu al piso. Mientras tanto Braviary usó Ala de acero para así cubrirse de los mordiscos de Gabite, quien finalmente lo soltó y el ave comenzó a volar lejos del alcance del pokémon de mi compañera. Mi Pikachu trató de reincorporarse, pero alrededor de él se empezó a formar un tornado a su alrededor aprisionándolo. Ese viento fue causado por un Remolino de Braviary, el cual mi ratón amarilla trató de atravesar pero se estrelló en el como si de un muro se tratase, lanzó un rayo y de igual forma no salió, no parecía haber salida pero Pikachu y yo teníamos algo en mente. Al mismo tiempo que esto, Sawk se disponía a atacar a Gabite.
–¡Puño Drenaje!- Gritó Pánfilo.
–¡Garra Dragón!- Ordenó Cinthia.
Ambos pokémon chocaron sus puños, en una clara demostración de poder en la que el dragón supero al karateka llanamente mandándolo a volar con la fuerza del impactó aterrizando de mala manera en el suelo.
–¡Roca afilada!
Fue el siguiente movimiento de la rubia, que el ordenarlo bajo su mano imperativamente, y de igual forma Gabite bajo su puño, sin embargo el pokémon golpeó al piso provocando que unas rocas en forma de picos salieran del piso y golpearan a la vez que aprisionaron a Sawk, no obstante desde arriba le empezaron a llegar varios Tajo Aéreo de Braviary que dieron a distraído Gabite sin hacerle mucho daño.
–Ese pokémon es bueno, quisiera tener uno de esos.
Comentó la rubia y a continuación corto los Tajo Aéreo con los picos bajo sus manos impresionando a Walter y Pánfilo, y cuando eso sucedió Pikachu y yo estábamos listos.
–¡Bola voltio!
Mi rata disparó una esfera eléctrica a través del ojo del tornado que de a poco se hizo mas grande. ¿Por qué? Porque Pikachu electrifico esos vientos y la Bola voltio absorbió toda esa energía, y cuando salió en su punto más alto era hora de destruirla.
–¡Rayo!
Pikachu lanzó una rayo con gran cantidad de voltaje de destruyó la Bola voltio creando una especie de doma de electricidad que dejó sin fuerza al tornado. Por cierto, uno de los rayos del domo le cayó a Sawk derrotándolo. Cuando el Remolino iba a desaparecer, Pikachu lo "montó" usando la última corriente para llegar hasta Braviary, y el ave al verlo venir trató de atacarlo con su pico, no obstante eso era justo lo que queríamos. El ratón amarillo giró sobre si mismo en el aire esquivando al ave y finiquitó su rotación con un Cola hierro con el cual impactó al pájaro derribándolo hasta al suelo. Ahí, ya lo esperaba Gabite quien lo tomo del cuello y lo estrelló contra el piso.
–¡Gabite acabalo! ¡Terremoto!
Finiquitó Cinthia y el suelo bajo nuestros pies comenzó a temblar, recibiendo Braviary un impactó directo ya que esto justo pegado al piso, y término totalmente derrotado. Walter se encontraba estupefacto. No obstante Pánfilo había huido desde que vio a su pokémon derrotado. Cinthia sin perder tiempo le ordenó a su pokémon que le hiciera una especie de trampa de tierra en la que Walter quedó atrapado, y luego dijo:
–Este par solo estaban aquí viendo, y de seguro el que huyó ya avisó a los demás.
Dándome cuenta de que ya no podríamos ser sigilosos, le respondí.
–Pues habrá que barrer con lo que nos encontremos e ir improvisando.
Ella asintió ante mi idea y comenzamos a correr hacia Ciudad Celeste. Cuando llegamos en la entrada ya nos esperaban unos Patrats y Lilliputs, fue fácil vencerlos con unos cuantos rayos y un terremoto. El problema fue cuando avanzamos y en el centro de la ciudad llego otra tanda que igualmente derrotamos pero llego otra más, esta seguida de soldados con armas blancas como cuchillos. Eso es nuevo. Saque mi espada, pero Cinthia no tenía ningún arma. Ahora que lo pienso ninguno de los enviados de la luz usaba armas. Entre los Lillipup venía un Herdier de forma que saque a Rockruff para una batalla canina. Mi perro le lanzó una roca al de ellos y luego lo venció con un Mordisco en el cuello que lo sofocó; después de ello uso Lanzarrocas con el que mandó a volar a los otros perros que chillaron cuando les llovieron las piedras. Mi amiga rubiab se encargó de los Patrat con un solo Garra dragón que los derribó como piezas de dómino. En cuanto a los soldados se me ocurrió usar lo que había dicho Richard, de modo que cargué mi espada con la electricidad de Pikachu y choque mi espada con sus cuchillos, solo que con cada impacto les propinaba una descarga.
–Saske, nos están rodeando.
Me avisó mi compañera, y en efecto más soldados enemigos llegaban junto a pokémon más fuertes. Nos colocamos espalda con espalda para protegernos y planear algo.
–No podemos seguir en campo abierto ya que nos rodean, debemos ponerlos en frente de nosotros.
Ella lo meditó un poco y dijo:
–Cuando llegué vi un puente, ese es un buen lugar.
–Ok, ¿cómo salimos de esta?
Le respondí ya que los pokémon enemigos habían hecho un circulo a nuestro alrededor.
–Llama a tu Charmeleon.
Asentí y mande a Lizardon a la batalla, mientras que ella llamó a un Roserade.
–Roserade, Tormenta floral.
La planta lanzó varios pétalos que comenzaron a arremolinarse cada vez con más intensidad, entonces entendí lo que debía hacer.
–Lizardon, Lanzallamas.
Las llamas que mi lagartija disparó incendiaron los pétalos formando un tornado de fuego que nos abrió una abertura por donde escapar. Corrimos en dirección al dichoso puente seguidos de nuestros pokémon cubriéndonos entre las casas, hasta que finalmente llegamos a él. Ahí vimos como los soldados venían tras de nosotros con varios Sandile y Drilbur. Cinthia les lanzó Hojas mágicas que Lizardon incendio aumentando el daño. No obstante, cuando parecía que lo estábamos logrando, varios Tranquil pasaron por encima de nosotros y aterrizaron del otro lado del puente.
–Carajo, nos volvieron a rodear y ahora no hay para donde correr.
Ella miró a ambos lados y sonrió.
–Guarda tus pokémon. Si tienes uno de agua sacalo.
No entendía que quería, pero a falta de ideas decidí confiar en ella. Al final ya solo quedaron fuera Croconaw y Gabite, que se preparaba para golpear el puente. Oh, rayos, ya sabía que quería.
–Gabite, Garra dragón.
El dragón destruyó la superficie de madera que estaba bajo nuestros pies haciendo que tanto Cinthia como yo cayeramos al agua. Yo me sostuve de mi cocodrilo y cuando trate de ayudarla, ella había cambiado a su Gabite por un impresionante Milotic.
–Vamos Saske.
Comenzamos a nadar sobre nuestros pokémon alejándonos de la ciudad, y en eso nos dimos cuenta de que un cardumen de Basculin nos seguían.
–Saske, debemos que acabar con esos peces.
–Tengo una idea, pero necesito que nos separes de ellos.
Ella le ordenó a su Milotic que hiciera Rayo hielo, creando una impresionante pared, gigante y resistente en verdad que atrapó algunos Basculin que entraron en ella dejándolos como estatuas. Bien, era mi turno. Puse la pokebola de Pikachu en el hocico de Croconaw y él la lanzó con presión de agua hacia arriba, entonces la rata salió y disparo un potente rayo contra los peces dejandolos vencidos y paralizados.
–Bien Saske.
Me felicitó mi amiga rubia.
–Gracias Cinthia, tú también estuviste fabulosa.
Le respondí, pero por sorpresa se escuchó como un cañonazo y despues un proyectil se impactó en las paredes de la Cueva Celeste provocando que algunas rocas fueran a caer sobre nosotros. Sin embargo, igual de sorprendente es que esas rocas se detuvieron como por telequinesis.
–Tranquilos, los miembros del Proyecto TLT están aquí para apoyarlos.
Y vi que esas voces provenían de un grupo a las orillas del agua. Si ellos formaban parte de ese proyecto entonces eran aliados ya que Karin también estaba en él. No obstante, me di cuenta de que el proyectil lanzado anteriormente era un Excadrill, uno muy familiar.
–Defensor de Pueblo Paleta, nos volvemos a ver.
Gire para ver al dueño de la voz. Era un hombre ensombrerado, el mismísimo Yakon.

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora