Los Caballeros del Reino

Parte de la nueva generación

Disclaimer: Black Clover no me pertenece y toda referencia usada en esta historia tampoco, pero la historia como tal y los personajes originales si son mios

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-La humanidad estuvo a punto de caer ante el demonio, pero un único mago la salvo de su destrucción. fue conocido como el Rey Mago y se convirtió en leyenda, pero si dicho rey mago pudiera ver en lo que se ah convertido e mundo que salvo, estaría realmente descontento, pues grandes y potenciales magos eran pisoteados solo por no provenir de casas nobles, y a veces los mismos magos se menospreciaban a ellos mismos solo por su clase solía, era algo realmente deprimente, pero en la actual generación de los magos del reino del trébol, las cosas cambiarian finalmente- 

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-Ahora nuevamente era el día de en que nuevos magos nacerían, grimorios serian entregados y las ordenes de caballería del reino del trébol pronto escogerían a nuevos miembros y se fortalecerían. Es con distintos aspirantes a caballeros mágicos, que esta historia comienza-

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-El día en el que los grimorios elegían a sus portadores había llegado otra vez, algunos magos ya experimentados recordaban ese día y mientras algunos sentían una gran nostalgia, otros simplemente no daban importancia a algo tan trivial, pero los magos que ahora recibían sus grimorios, tanto nobles como plebeyos, al igual que otras generaciones, algunos se sentían emocionados y otros solo querían llegar a lo mas alto, mientras que otros peores ya daban por sentado que su linaje los llevaría a la cima- 

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-Una de las magas jóvenes que había presente en la ceremonia de los grimorios, Su cuerpo no tenia un gran desarrollo de atributos pero eso no le importaba. Vestía con una simple camisa blanca, una falda gris que llegaba hasta sus tobillos, un calzado que no parecía ser del todo fino, y una bufanda rasgada de color roja, la cual llegaba hasta el área de sus rodillas, su cabello era oscuro como sus ojos, pero pese a su apariencia simple y mirada un tanto sombría, era una chica que portaba una sonrisa dulce, pero tan dulce como podría ser una taza de café con 30 cucharadas de azúcar.  Su nombre era Yuria Farron, de 15 años- 

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-Yuria tenia una magia peculiar, una que no podría ser considerada de algún elemento y sin duda luchar contra un mago que manejara el fuego, haría que su derrota fuera humillante, ella lo sabia, pero parte de saberlo era progresar su poder y su magia. Ahora con su grimorio, solo quería llegar a ser mas fuerte-

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-Una chica con una vida feliz, pero había cosas que le molestaban de su día a día, pues ella provenía de un pueblo tranquilo, uno donde la magia hacia mucho bien, peor a veces, los nobles iban al pueblo a molestar, solo por el hecho de ser nobles, eso era algo que a Yuria le molestaba. Las hijas de nobles la miraban desde arriba y sus padres nunca fomentaron en ella el defender su dignidad, pero ella lo sabia, sabia que golpear a un noble podría ser algo bueno, y al ir a la ceremonia de los grimorios e ir a la capital del reino, sin duda se encontraría con muchos y muchas nobles y también sabia que muchos tratarían de humillarla, pero se llevarían una sorpresa, Yuria estaba dispuesta a darles una sorpresa- 

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-En otros sitios se hacia entrega de otros grimorios, dos de ellos mas bien, se efectuaban en los limites del reino del trebol, de la mano de familias nobles, una bastante reducida pero temida por la violenta e inestable naturaleza de su magia. Se trataba una familia de apellido Cornix, donde un miembro importante de la misma en persona entregaba su grimorio a un joven que era una gran promesa y a otro que parecía aterrar al hombre mayor-

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-Un joven con un rostro lleno de energía, de cabello anaranjado y ojos amarillos, vistiendo una túnica del mismo color de su cabello mientras que su calzado y pantalones eran de color negro. Al mismo tiempo, a su lado, un joven de cabello oscuro cuyo largo no permitía ver sus ojos con facilidad, el vestía una túnica de color gris, ademas de calzado y pantalones de color blanco. sus nombres eran Damian y Derrien Cornix, 16 años- 

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Ustedes representan el nuevo futuro de nuestra familia y traerán honor a la misma en la capital, sean fuertes, sean temibles y sean imponentes como lo es nuestro fuego -Les dijo el hombre frente a ellos, y pese a la actitud dispar de ambos jóvenes, estos asintieron, Damian recibiendo un gremio de color rojo y Derrien uno de color ceniza- 

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-El siguiente joven no rea noble, ni plebeyo, derechamente seria catalogado como un marginado, un chico sin hogar junto a una familia errante, una familia que no manejaba una magia típica y que no usaba la que tenia de forma común, se trataba de una familia que hacia trabajos sucios para ellos mismos. Robar, amenazar, lastimar, entre otras cosas, pues su magia era usada principalmente para esa clase de trabajos de la mano de herramientas poco usuales, eran solo bandidos- 

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Papá... Mamá... Creen que pueda ir a la ceremonia de entrega de grimorios ? -Los padres no protestaron por eso, si el podía mejorar su magia, seria lo mismo que mejorar para sus trabajos- Creen que podría ir a la capital ? Si yo... Si yo trabajo como caballero mágico, podre ayudarlos de mejor manera que haciendo esto, les enviare una buena parte de lo que gane, podría... -Pero aquella petición si fue objetada, los padres del joven eran bandidos, siempre lo fueron, y aunque querer lo mismo para su hijo era algo cruel, el ser marginados los hacia conformarse con lo que tenían, lo cual era solo lo necesario para poder vivir un día mas como si fuera algún tipo de privilegio- 

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-Carthus, 16 años, cabello largo de color rojo que llegaba hasta sus hombros, pero dejaban ver sus ojos carmesíes. Vestido con arrapos color marrón que cubrían incluso su rostro y que harían que los nobles lo molestaran por horas y horas y haría a plebeyos mejor posicionados que el, el contentarse con lo que tenían, Carthus no gozaba de buena comida, no gozaba de buena ropa o de un techo estable, pero lo que mas le molestaba es que no gozaba del hecho de que no respetaba a sus padres, no sentía alguna admiración por ninguna persona, el si quería a sus padres, pero no sentía respeto por ellos, simples bandido que se conformaban con poco. Arriesgar sus cuellos todos los días por un pedazo de pan, pero como caballero mágico, arriesgarse traería mas ganancias- 

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-El día de la ceremonia de entrega de grimorios, Carthus fue a recibir el suyo, uno de color carmesí brillante, y como esperaba, incluso los plebeyos que solo fueron sin ninguna razón, parecían mirarlo desde arriba y tan pronto como el joven recibió su grimorio fue que se marcho de ese lugar, sus padres lo estaban esperando frente al templo en el cual se realizaba la ceremonia, sus rostros no se veían felices, pero nunca lo estaban-

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Aun no cambiaran de opinión ? -No recibió respuesta- Yo no dejare de ser su hijo, pero prefiero que mi magia haga caer a los mas poderosos, al menos quiero tener su apoyo para poner mis pies descalzos y mugrosos sobre las cabezas de aquellos que tienen para comer a diario, tienen tantos privilegios mientras que nosotros hemos estado con migajas desde que tengo memoria, por eso... -Su padre lo hiso callar y antes de que el pudiera refutar, le entrego algo, algo que haría que su magia fuera llevado a un nuevo nivel, uno que ni el ni su madre podrían lograr- 

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Si tu, mi hijo, puedes hacer que plebeyos y nobles respeten y teman a marginados como nosotros, entonces con eso es suficiente, pero solo esperamos que no nos olvides -Le dijo, su madre. Su padre por otro lado, le entrego el objeto, era una ballesta, pero una especial, tenia compartimiento para 5 proyectiles por disparo y todas las flechas estaba astilladas. Carthus entendió el porque de esto y con un abrazo como pocos había tenido en su vida, se fue rumbo a la capital- 

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-La ultima maga que quedaba, era una joven que irradiaba una belleza que hacia que quien la mirara, podrían jurar que pertenecía a la nobleza, tenia porte al caminar, tenia gracia, tenia un largo cabello negro y ante ojos, vistiendo con un vestido del mismo color de su cabello el cual aun pese a ser un vestido, dejaba poco a la imaginación por lo ajustado en ciertas áreas de su persona. Claro que en su viaje a la capital y ya con su grimorio en sus manos, la joven ya de 18 años no podía evitar encontrarse con algún noble pomposo que creía tener algun derecho sobre ella, al menos 5 de la misma calaña antes de llegar a la capital- 

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-Cereza Chariosse, 18 años, era solo una joven viajera, nacida de una monja que rompio sus votos por amor, pero criada por el mismo y por un hombre de buen corazon, Cereza habia crecido con un talento para la magia, una magia util, pero con una actitud arrogante y un tanto descarada- 

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-La ceremonia para recibir su grimorio no había sido lejos de su hogar, un pueblo que estaba a 1 día de viaje de la capital del reino, Y ahora lo único que quedaba era entrar en alguna orden, pues ayudaría mas a sus seres queridos como una caballera mágica que como  asistente en una iglesia que no permitía sus actitudes tan... Peculiares- 

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-Los 5 magos llegaron a la capital en el tiempo correcto, el examen para ingresar a las caballerías iniciaría en un par de horas-

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-Esto podría considerarse un prologo, o eso creo, sera mi primer fic de esta serie y pues... le daré un par de capítulos a ver como es recibido y si lo es, pues lo seguiré hasta final pues en mi cabeza ya esta la mayoría planeado, comenzado ahora con una introducción rapida de mis personajes en le que cada uno ira a una orden distinta, a ver si adivinan quien ira a que orden (No voy a meter a los 5 en los BlackBulls) Y tal vez sea mucho pero les pido que le den una oportunidad, si despues de 3 o 4 capítulos ya se aburren entonces... Aprovechare para decir ahora que no habrá algún tipo de ship de mis personajes con personajes de la serie, yo no hago eso XD. Sin mas que decir, espero este inicio les haya atraído aunque sea un poco, comenten, compartan y sigan la historia y nos vemos en el proooooximo capitulo ;DDDDDD-