5.

0 0 0
                                    

Sara se despertó y se dio cuenta de que su querida hija aún no despertaba, inmediatamente le pidió a su esposo que vaya a despertar a la dormilona Betsie, él obediente a las órdenes de su esposa se levanto y se dirigió a la habitación de Betsie, abrió la puerta bruscamente y prendió la luz, Betsie no estaba, asustado fue al baño para ver si se encontraba ahí pero no, segundos después de percató de una hoja sobre la cama de la rulosa.

—“Mamá, papá, tuve que salir de casa rápido, el profesor de física hará examen y todos tenemos que estar máximo a las seis y quince en el salón.

Los quiero, Betsie.”

Antony suspiro y tranquilo se fue a la cama, le explicó lo que sucedía a Sara y los dos se quedaron de nuevo dormidos.

...

Betsie sentía el frío de la mañana en todo su cuerpo, estaba esperando en la esquina de su barrio impaciente, eran las seis en punto, apenas estaba saliendo el sol y a ella la escena le parecía una verdadera obra de arte, de repente una moto paro frente a ella.

—Hola, el auto se descompuso y no me quedo de otra.

Rodrigo la saludo con una sonrisa, la chica hizo un gesto de terror al ver la moto, eso le causó mucha gracia a Brayan quién esperaba que ella se montará.

—¿Estás loco? ¡No pienso montarme en esa cosa!— Betsie grito.

—Dramática, ¿Quieres venir y montarte? No tengo problema en arrancar sin ti— Brayan aceleró.

—Pues vete— Betsie comenzó a caminar.

Rodrigo sorprendido la siguió.

—¡Explosiva, súbete a la moto!— le gritó— ¡No me obligues a irme y dejarte ahí!

Betsie se volteó y carcajeando se acercó a él.

—Vuelveme a decir explosiva y te juro que no respondo — advirtió Betsie.

—Ex plo si va— Brayan pronunció.

Betsie le escupió en la cara, Rodrigo sorprendido la tomo de la muñeca antes de que escapara y sin previo aviso también la escupió, Betsie  asqueada se limpio con la mano y con esta mojada la estampó en la cara de Rodrigo.

Por impulso él la tomo de la muñeca y la acercó a él. Sus labios chocaron, se besaban de una manera poco delicada y subido de tono, Betsie lo besaba atónita y con gusto, aunque su muñeca dolía y es que aún estaba atrapada entre las manos de Rodrigo quién la sostenía fuerte.

Al separarse se vieron a los ojos.

—Vaya, sabía que te morías por besarme, pero es muy pronto— Brayan pronunció arrogante.

—Te odio— pronunció Betsie subiéndose a la moto.

El viento golpeaba las mejillas de Betsie, su cabello se levantaba conforme la moto avanzaba y finalmente llegaron a su destino.

Estaban en el río, era la primera vez que Betsie no asistía al colegio sin consentimiento de sus padres, sentía que todo valía la pena.

Rodrigo por otro lado no pensó con claridad al momento de darle el beso y se dio cuenta de que estaba yendo demasiado rápido, aunque sabía muy bien que ella era difícil de enamorar.

Él no lo pensó dos veces y se sentó en una roca que se posaba a la orilla del río, la observó y su rostro le brindo paz absoluta, Betsie tenía cerrado sus ojos, parecía estar escuchando la brisa y la tranquilidad que el río parecía proporcionarle.

—¿Eres virgen?

A Betsie esa pregunta le sorprendió al igual que Rodrigo quién no controlo sus pensamientos.

—¿Para que quieres saber?

Rodrigo alzó los hombros y miró al cielo, noto que iba a llover.

—Curiosidad— respondió y se levantó.— Betsie, ¿Podrías cantar para mí?

—¿Te sabes “no soy una de esas”?

—¿Jesse y Joy?

La rulosa río, comenzó a tararear un poco para comenzar a pronunciar bien las palabras, mientras tanto Rodrigo buscaba en su teléfono la canción y en cuanto la encontró la puso.

  Betsie coqueteaba con Rodrigo y lo acariciaba de vez en cuando mientras bailaban, entonces comenzó a llover, los dos estaban tan concentrados cantando que la lluvia no fue problema para los dos. Entonces paso, Rodrigo la beso de nuevo, Betsie le correspondió.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 16, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ella es BetsieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora