El Secreto 2 // Kacchako

1. Distracción

Bakugo se encontraba trabajando en su famosa agencia, donde apenas había tenido trabajo desde cierto incidente que había sucedido hacía tiempo, las consecuencias para él habían tardado en llegar, llevaba 3 días sin salir de la oficina en si y estaba frustrado, además hoy era viernes y le tocaba asistir a una fiesta en la que sólo habría héroes novatos cómo él y sus compañeros de escuela junto a más cursos.

Y no sólo eso, tenían que ir disfrazados, la idea se le ocurrió a Mina, la ex de su mejor amigo, habían cortado hace relativamente poco. Nadie se esperaba que esta relación terminase, pero aún así la chica y Kirishima se llevaban bien y eran amigos.

Bakugo y Kirishima irían juntos a la fiesta, el pelirrojo le buscaría y le llevaría a casa ya que Katsuki estaba demasiado deprimido por no tener trabajo y quería beber hasta desmayarse.

Mientras Katsuki pensaba en la borrachera que iba a pillar esta noche, su jefe lo llamó.

—Bakugo, ven lo antes posible a mi despacho, tenemos que hablar.

—Sí... Ahora mismo...

—¿Me van a despedir? —pensó y se dirigió al baño para limpiarse la cara y tranquilizarse un poco.

Decidido se armó de valor y se fue hasta el despacho de su jefe. Entró y este le recibió.

—Bueno Bakugo, iré al grano. Cómo los dos sabemos por culpa de tu incidente te hemos bloqueado un tipo de misiones, bueno todas. Y obviamente esto ha corrido la voz, tu reputación está decayendo y bueno, aquí en la oficina no tenemos trabajo que darte —explicó sin dar rodeos.

—Entonces, ¿me están despidiendo? —interrogó disimulando su preocupación.

—No realmente, sólo que cómo se ha corrido la voz de que no podemos dejar que aceptes ninguna misión que nos llegue y no tienes el nivel para trabajar en la oficina, alguien nos llamó y pidió que trabajaras para él, en pequeñas jornadas a cambio él te recompensaría con un salario.

—¿De qué se trata el trabajo?

—La persona que nos llamó dijo que si estabas interesado fueras a la U.A. este mismo lunes y que dieras tus datos y ellos te darían toda la información allí, además creo recordar que tú te formaste en esa academia.

—Sí... Así es. Y... ¿Qué pasaría si no acepto este trabajo?

—Posiblemente tampoco puedas trabajar por un tiempo con nosotros, creo que es una buena oferta para ti mientras intentamos arreglar... Tu situación...

—Me lo pensaré —dijo para acto seguido levantarse de la silla e irse del despacho de su jefe.

Se dirigió hasta la cafetería y allí se sentó a pensar, ¿para qué demonios le necesitaba la U.A. ahora mismo?

La tarde pasó y su turno de trabajo finalizó, así que se fue a su casa para prepararse para esta noche, al menos la fiesta le ayudaría a despejarse de sus malditos problemas.