Te veo, te veo, te veo... Y más son las ganas de besarte, tus labios se han convertido en mi meta. Meta inalcanzable y ardua de conseguir, te has vuelto en el desvelo de "este hombre". ¡Tantas son mis ganas de poseer tu cuerpo¡, que tengo que escribir para sentir que lo hago.
No juegues conmigo, ¡no te atrevas!, no juegues con mi mente, no juegues con mi corazón. Me duele la forma en la que tu sonrisa me hace cambiar. Y ni hablar de como tus labios me llaman, me recitan "Bésame, bésame, bésame... Que si no es hoy nunca lo será".
Me enardece (Excitar o avivar algo, especialmente un sentimiento, el entusiasmo o el apetito sexual, en una persona) la forma en la que tus manos me tocan, me acarician. Calientan todo mi ser. Mis impulsos saltan de inmediato, queriendo besarte sin cesar. Mi respiración aumenta; mi corazón se acelera... Pálpitos vienen pálpitos van. Un sin cesar de emociones jamás encontradas, jamás sentidas.
Un corazón destrozado. Tu forma de ser no solo deja en cuestionamiento todo mi ser. Te atreves a entrar a mi santuario. Santuario el cual nadie jamás se ha tomado la libertad de entrar, ni siquiera intentar hacerlo. Maldecir no esta en mi léxico, pero... Maldita seas mujer, eres lo peor y lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. Cada día que pasa solo acabas con mi integridad "¡cómo persona!". Has puesto mi "sapiosexualidad" en duda, haces que esa parte mi mente se desvanezca. Tras cada charla que pasa mis pensamientos se nublan cada vez más; se desvanece algo en mí; se desvanece mi forma de pensar; se desvanece el "personaje" que forje.
No sé... Simplemente me siento "ridículo", "Patético", "Inservible". Mi ideología se ha transformado desde que te conocí. Antes me sentía completamente "patético" escribiéndole a una mujer fuese por donde fuese; pero llegaste tú, y todo acabo. Te has convertido en todo un "calvario" para mí. Siento que debo prevenir entrar en contacto contigo. No puedo controlar mis impulsos, mis deseos más profundos salen a flote con solo mirarte, mis deseos carnales. Me siento como un animal que no puede ser controlado a tu lado. A veces siento que debo alejarme de ti; pero... Es inevitable no sentir que me haces falta, que sin ti no puedo continuar, que me haces falta, cual bebé a su mamá.
Sé mi "musa", por pasión y no por vocación. Admiro la mujer que eres, aunque a veces tenga que ser un completo "patán" contigo; pero debo hacerlo, porque si no lo hago, te estaría mostrando lo débil que puedo llegar a ser. Debes entender algo, no estoy dispuesto a mostrarle mi "debilidad a una mujer. Una mujer usa en contra para maldecir. Simplemente no me puedo dar la libertad de hacerlo. Me desborono lentamente creyendo que al demostrar mi "debilidad" dejaré de ser "yo". La esencia de lo que soy se ira tan rápido como llego, no quiero abandonar lo que soy. No lo abandonaré. Soy demasiado "orgulloso" para hacer algo así.
Este pequeño párrafo va dedicado a ti: Quédate más tiempo a mi lado. Quiero sacarte una y otra y otra excusa solo para poder hablarte, mirarte, admirarte, contemplarte, adularte. Quiero ser masoquista con mis ojos, mi mente, mi cuerpo. Quiero sentirte de cientos de maneras posibles, solo para poder pensar en ti. No quiero que te vayas, quédate a mi lado. Solo quiero que no me abandones, quiero que estés dispuesta a quedarte, a estar ahí para mí, para los dos. Decenas de sentimientos me surgen al verte, al hablarte, al estar a tu lado. Me haces querer decir: Sal a caminar conmigo; a olvidar que existen los demás; a olvidar que somos "personas" del común; a olvidar que existimos; a olvida la noción del tiempo. Te has convertido en mi forma de pensar. Te has vuelto mi peor desgracia, por el simple hecho de existir. Desgraciadamente mi corazón se enamora de ti... Lentamente abandono mis ideologías, se desvanecen... Tan rápido, que ni siquiera puedo contrarrestar la forma en la que lo haces. Eres tan letal para mí, que tengo que escribir para pensar que eres menos que yo, y así poder seguir a tu lado; pero hay días en los que me siento como un completo "idiota" a tu lado. Hay momentos en los que siento no merecer tu "insignificante" "amor", porque siento que no soy el hombre que "anhelas". Siento que soy un completo "pelmazo" contigo. No puedo contrarrestar la forma en la que violentas mi mete, mi ser, mis pensamientos, mi corazón, simplemente me transformas. Aquí estoy sin saber que hacer, miro a mi alrededor y lo único que llego a pensar es: "¿Por qué debo hacerle la vida imposible a esta mujer?" Y sí, es cierto, ¿Por qué hacerlo? Después de todo eres la mujer que mi corazón esta dispuesto a amar, y es por el simple hecho de que no se aceptar ese amor tan letal, tan difícil de comprender. Mi mente se ve obligada a pensarte; a admirarte, adularte y por último... A no soltarte. Estoy dispuesto a dejar que acabes conmigo, siempre y cuando estés dispuesta a que yo haga lo mismo.
Att: Un hombre cualquiera
