—Y dime, ¿Cuál es el puto plan?—dijo el rubio ubicándose en el mismo lugar que antes ocupaba con su típica posee estoica e intimidante, mirando a la rubia con una mirada cargada llena de desprecio.
— Emm...Bakugou, querido jsjsjsjsjs ¿no te dije?...no tengo un plan— se encoge de hombros y sonríe inocentemente acercándose peligrosamente al rubio.
— ¡Serás idiota! No tienes ni siquiera algo que quieras hacer...
— ¡PUES SÍ!, quiero robármelo pero también quiero que la perra sufra y entienda que no puede tener lo que no es suyo— interrumpe abruptamente y sonríe, se posiciona detrás del hombre y le proporciona un pequeño masaje en los hombros rígidos de este — Relájate, Bakugou, estás muy estresado. Y mi rubio no tiene que estar estresado, no quieres desestresarte conmigo en el cuarto— ronronea Toga, deslizando indecentemente sus manos dentro de la camiseta del hombre mientras susurra en su oreja— Un buen polvo alivia el estrés jejeje
Bakugou sujeta con un mano las manos de Himiko sin ninguna pizca de delicadeza mientras que con la otra sostiene fuertemente su cara y una lucha de miradas comienza; las llamas mismas del infierno contra un segador sol.
El demonio se levanta de la silla hecho una furia con las manos agarrando fuertemente a la mujer, está sonríe cuando se siente acorralada contra la pared con sus manos arriba de su cabeza.
— AH, Bakugou, es lindo saber que eres tan atento a mí, hasta sabes que me encanta el sadomasoquismo— la rubia se sonroja y se retuerce de la excitación-—AH, Katsuki, sométeme.
— ¡TÚ LOCA! ¡¿Cómo te atreves hablarme así, no conoces tu puta y humillante posición?! Himiko, dame ahora la mierda de contrato para irme de aquí— gruñe Bakugou, soltando sus manos de ella asqueado por tocarla, se aleja cuidadosamente sin perderla de vista con esos ojos asqueados que siempre le dedica a ella y solo a ella.
— ¿Por qué? ¿Por qué no me tocas? ¿Por qué te doy tanto asco? ¡Yo hice lo que tenía que hacer! Y lo más frustrante es que lo hice por ti, ¡POR TI MATÉ! Y tú ni siquiera me distes las gracias, por lo menos mírame como tu salvadora, no como un monstruo, porque para tu desdicha ¡SOMOS LA MISMA MIERDA!— escupe todas esas palabras venenosas queriendo herirlo o que sienta lástima, algo pero no consigue nada, ni una mirada de pena, provocando su colapso, golpeando su cabeza contra la pared y lágrimas cayendo sin cesar.
— ¡¿QUÉ MIERDAS DICES?! ¡¿ACASO QUIERES MORIR, PERRA?!
— Eso quiero, eso deseo; pero me di cuenta que la muerte es tan pura que un ser pútrido como yo no la merece. Crees que yo quería ser así, crees que yo quería pasar mi infancia contigo en ese maldito cuarto— finaliza con una sonora carcajada y desencajado rostro— Tú también deseas la muerte ¿verdad?
La rubia lo mira con sus ojos abiertos a más no poder llenos de demencia y perturbación acompañado de una sonrisa tan desequilibrada como su estado mental.
— TSK, me das asco Himiko y nos es por el hecho de que asesinaras a esa persona más bien es la Himiko actual que me causa tal aversión. Tú misma te transformaste en esta mierda.
La rabia devoraba más y más a Himiko, después de todo lo que hizo, ver a ese hipócrita que disfrutaba el sufrimiento ajeno y le gusta provocarlo manteniendo siempre su postura, ocultaba muy bien su demencia y su lado sádico pero las apariencias son engañosas y ella lo sabe. Bakugou, estaba podrido como ella pero había una diferencia y una grande y radicaba en el miedo, Bakugou tenía miedo y ella le daba igual todo morir o vivir. Y no soportaría tal humillación; pero en que cabeza alguien aceptaría esas palabras, Bakugou era la misma mierda, la misma atrocidad y él también daba asco.
¡La misma basura es!
ESTÁS LEYENDO
Su mirar
FanfictionOchako, a caído en las garras de un demonio que quiere destrozar todo de ella, llevándola a su infierno en donde él disfrutara su agonía, pero lastimosamente para el blondo, la tierna e "indefensa" niña no lo permitirá, no se romperá y sonreirá ante...