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Carol y Thor volaban en el cielo atacando sin parar con sus rayos. Clint disparaba flechas y Natasha estaba un poco escondida debido a una herida de gravedad en el abdomen. Rhodey estaba, bueno rogaba que solamente estuviera inconsciente. Nebula junto con Rocket y Ant-man seguían luchando sin embargo se veía que ya no resistirían más. Realmente nadie resistiría más.
Steve y Tony lanzaban golpes a Thanos pero ninguno era mortal, sólo le causaban unos rasguños.
Stark estaba lo que seguía de agotado. Su armadura fallaba cada vez más y se rompía de poco a poco. Dió una mirada rápida al Cap, que peleaba furiosamente sin intención de rendirse; por algo era el líder de los Vengadores.
Al lado de Steve ¿qué era él? Si el traje dejaba de funcionar sería un solo hombre. Sus cualidades de las que siempre se jactaba no ayudarían contra Thanos.
Un golpe que lanzó el titán mandó lejos al Capitán América dejando a Tony peleando solo. Por más defensas que pusiera, por más que se esforzara caería pronto, si su traje se destruía cómo en Titán estaba más que seguro que moriría. Stark usó un propulsor levantó su mano y asestó un golpe en la cara de Thanos, quien dió unos pasos atrás. Se limpió la boca y la mejilla de las cuales brotó sangre.
—¡Vas a morir Stark!— gritó con cólera arrojándose sobre Tony.
Cayó al suelo sintiendo algunos huesos crujir ante el impacto. Los golpes empezaron a llegar sin piedad. Arrancó el casco y su cara se llenó de ellos y el traje dejó de funcionar.
—¡Tony!— escuchó a lo lejos demasiado amortiguado.
Su mente lo estaba abandonando sintiendo sangrar cada milímetro de su cuerpo, sentía que lo estaban literalmente rompiendo tanto por fuera y por dentro.
Pensó en Pepper, Happy, sus amigos y el joven Peter que esperaba que fuera salvado. Durante toda su vida le habían dicho egoísta era irónico que mientras moría pensara en los demás y no en él mismo.
Los porrazos cesaron y abrió los ojos con trabajo porque estaban llenos de moretones e hinchados. Miró a Thanos que frunció el ceño y dijo algo en voz baja o tal vez lo dijo fuerte porque oía murmullos por todos lados que le impedían oír lo que sucedía.
—¡No!
Thanos alzó el puño y lo dirigió al pecho de Tony.
[...]
Abrió sus ojos castaños y se encontró en un escenario muy distinto. El cielo era de color naranja suave como del atardecer. Entrecerró los ojos y se levantó dándose cuenta de que estaba en un lugar vasto y extenso de color naranja, era parecido a... un desierto.
Extrañado de la situación decidió aventurar un poco para saber en dónde estaba. Caminó durante unos minutos y a una poca distancia distinguió una silueta masculina de espaldas. Se acercó un poco por la curiosidad y distinguió que era un hombre adulto, algo bajito y sin mucho cabello.
—¡Hey!— le gritó.
El hombre giró la cabeza para verlo por su hombro.
—Te estoy hablando— al ver que captó su atención prosiguió—¿Qué es este lugar? ¿En dónde estoy?
Escuchó una risa divertida acción que causó que frunciera aún más el ceño. No estaba para bromas, no hoy.
—Vaya, la vida ha sido dura contigo ¿no? Pero ya no eres el hombre que conocí hace tiempo que tiene todo y nada a la vez—contestó con un deje de orgullo el hombre.
A Tony se le detuvo el corazón al escuchar eso. Abrió los ojos y quería replicar pero se quedó sin habla al mismo tiempo que el hombre se volteaba para darle la cara. Tony tragó saliva y sus cuerdas vocales pudieron formar una palabra.
—¿Yinsen?
—Ha pasado un tiempo Stark— saludó con una sonrisa.
***
Si Tony llega a estar a punto de morir o de morir de plano me gustaría que Yinsen apareciera.
