SIN MOVER UN DEDO 指 DOWOO

1O

Al momento de llegar a su hogar (después de haber corrido innecesariamente hasta él, creyendo que así llegaría más rápido), había pasado de largo hasta su habitación, donde se encerró y aún permanecía sin moverse de su posición original. Solo que ya no miraba la libreta como horas antes, sino que su vista estaba fija en el techo. 

Es que no entendía, ¿por qué siempre tenía que ser él el de la mala suerte? La emoción lo había invadido de sobremanera cuando tuvo el maldito cuaderno entre sus manos, creyendo que al fin obtendría todas las respuestas que buscaba y saldría de la duda que lo atormentaba día y noche. 

¿Jungwoo gustaba de él también?

Sin embargo, cuando al fin creyó tener todas las respuestas al alcance de sus manos, resultó que Jungwoo había estado más preparado que él y Yuta. Y en lugar de encontrarse sonriendo como tonto de la emoción, estaba tirado en el piso mientras observaba el techo, completamente decepcionado por el contenido que había en aquella libreta. 

Al inicio se sorprendió por la gran imaginación que el menor había resultado tener, no obstante, también lo impresionó descubrir que sus pensamientos eran... similares. Exceptuando la extraña obsesión que Jungwoo parecía tener con describir películas populares en sus escritos, habían muchas cosas que a él también se le habían pasado por la cabeza.

La diferencia era que Doyoung las había imaginado con Jungwoo, pero todavía no sabía con quién se había visualizado en tantas situaciones distintas el menor. 

Porque en la libreta no habían nombres. 

Al menos no los que a él le interesaban saber. Jaehyun, Chittaphon, Taeyong, ¡incluso había mencionado a Yuta! Aunque siempre como personajes prácticamente secundarios que no intervenían demasiado con sus narraciones. 

Oh, otra cosa que tenían en común y que descubrió gracias a la libreta: Jungwoo también creía que Youngho y Ten se gustaban. 

¡Pero de nada le servía ahora saber sobre los deseos ocultos del menor y las cosas en que se parecían! No fue su objetivo en ningún momento, lo que él quería saber era de quién estaba enamorado Jungwoo, ¡pero él había escrito todo dirigiéndose al mencionado! No encontró el nombre del aludido en ninguna página, ni siquiera por accidente. 

Su plan había sido completamente inútil. ¡Qué tragedia!

Lo único que había conseguido era una confesión no deseada por parte de su mejor amigo, quien era el único dispuesto a ayudarlo y que estaba seguro de que ya no lo haría, pues lo rechazó horas antes y esperaba que Yuta no fuese tan tonto como para seguir a su lado si es que le dolía. Podían volver a ser amigos, por supuesto, pero antes el mayor debía superarlo. 

—Y yo debo conquistar a Jungwoo mientras tanto, ¿verdad? —habló dirigiéndose al techo.

Escuchó un golpe en su puerta y apenas ahí notó que el sol ya se había escondido y que probablemente su hermano había llegado a casa. Era un hecho, en realidad, ya que era él quien se asomó por la puerta y lo miró pidiéndole su autorización para entrar.

Dongyoung asintió.

—¿Por qué esa cara? —se mofó el mayor.

—Soy un adolescente con problemas, Donghyun hyung. Nada del otro mundo —dijo cansado.

—¿Puedo ayudarte?

Su hermano se sentó en la orilla de su cama, aprovechando que él seguía echado en el suelo, y lo miró con curiosidad. 

—¿Te gustan los chicos? —preguntó Doyoung esperanzado, pero su semblante decepcionado regresó en cuanto su hermano comenzó a reír.

—Estoy seguro de que Eunjoo no es un chico —contestó negando con la cabeza—. ¿Por qué? ¿Tienes un problema con un chico?

Dongyoung suspiró antes de resumir con rapidez todo por lo que había pasado en los últimos días, sonriendo cada vez que mencionaba a Jungwoo, lo lindo que era y las coincidencias que halló entre sus sueños amorosos, pero también haciendo énfasis en el trágico desenlace donde, a pesar de conseguir la libreta, no descubría al enamorado de su amor platónico. 

Se mantuvieron en silencio un largo rato después de que finalizó su historia. Donghyun lo miraba con incredulidad, infiriendo un montón de cosas que lo hicieron comenzar a creer que su hermano menor era un poco... tonto. 

—No conocía ese lado tuyo —habló por fin, ganándose una mirada confusa por parte del menor.

—¿Cuál?

—El cobarde. 

Doyoung abrió los ojos, ofendido y levantó el brazo para señalar la puerta.

—Vete si no me vas a ayudar.

El mayor de los dos se carcajeó ante su reacción y sacudió la cabeza en señal de negación.

—Tú no eres así —afirmó—. Tú eres del tipo que dice lo que siente sin pensar antes en las consecuencias, no planeas tanto todo. Es por eso que las cosas te salen mal, tonto. Solo ve y pregúntale quién le gusta, ¡o más fácil aún! Dile que tú estás enamorado de él.

Doyoung no contestó y regresó su vista al techo. Odiaba admitirlo, pero su hermano tenía razón. Había rechazado a Yuta sin meditarlo demasiado antes, porque si le hubiese pedido tiempo para pensar las cosas solo hubiese arruinado todo mucho más. Él no era de los que pensaban antes de actuar, y si existía la posibilidad de que le gustase también a Jungwoo, éste debía aceptarlo con su personalidad franca y directa, de lo contrario una relación entre ambos no iba a funcionar. 

Todos tenían razón, se había estado comportando como un tonto, ya era hora de decirle a Jungwoo cómo se sentía.

—Gracias, hyung.

—Cuando quieras —sonrió—. Recuerda que siempre cuentas con mi apoyo.

No me importa si nadie aquí
le va a 5urprise, pero si ponía
a Gongmyung, no podía no
mencionar a Hyesung. Ellos
son la OTP de mi vida. ):