Loon suspiró,escribiendo con paciencia en su libreta de celestes ringlones,manteniendo su fina y ladeada letra cursiva como una de las mejores y más destacables cualidades de él y sus cortas y bien elaboradas historias.Sin razón,alzó la mirada casi con total lentitud,sintiendo una penetrante mirada clavada en su persona.Buscó con discreción,observando todo por entre sus castaños y largos cabellos,tratando de encontrar a alguien escondido a sus alrededores.
Pero no lo encontró,a pesar de haber mirado durante un segundo quizás dio un tercer vistazo,sin éxito.No prestó demasiada atención entonces,centrándose solamente en las palabras levemente sueltas que seguía escribiendo,teniendo que buscarles una relación entre si,para formar un pequeño y simple texto,como siempre.
Y Deuz arqueó una ceja,volviendo a asomarse detrás del muro,mirando al de pecas desde lejos,manteniendo las manos en sus bolsillos.Frunció las cejas,sonriendo y así comenzar a caminar hacia él,de forma amenazante.
ㅡ...¡hey!-exclamó al ver que no notó su presencia,a pesar de tenerlo delante.Loon alzó la mirada,viéndole,aunque no parecieraㅡ¿qué escribes,nerd?
ㅡNada que debas saber-respondió,volviendo a mirar su libreta,continuando en donde se quedó
ㅡ¡¿Qué dijiste?!-preguntó el moreno,con rabia,haciendo que el otro suspirara
ㅡ"Nada"-repitióㅡ¿Podrías dejarme solo,por favor?-pidió
Y por alguna razón,como si fuese un simple perro miedoso y arrepentido,Deuz obedeció sin más.Claro que mientras caminaba,la pregunta de "¿Por qué obedecí?" seguía resonando por su cabeza.Aunque no importaba,mañana le daría su verdadero merecido.