Despertó en el departamento de su amigo, lo conocía de memoria, las cortinas azules, el olor a su varonil colonia, las sábanas negras y una manta de rombos muy común.
Haber bebido tanto el día anterior no le ayudaba en nada. El terrible dolor punzante de su cabeza sumado a a intensa sed y sus ganas de hacer pipí le obligaron a levantarse de la cama.
– Pensé que dormirías toda la tarde – el dueño de la casa estaba sentado en su cómodo sofá viendo alguna serie en el televisor, Otabek a pesar de su trabajo nocturno no solía dormir hasta después de las 10 a.m. aunque fuera domingo, algo impensable para Yuri; ante eso, el rubio solo gruñó bajito moviéndose con libertad por los ambientes – Entonces ¿Vas a explicarme qué fue lo de ayer?
El ruso se tensó justo frente al baño con la mano sobre el picaporte, entonces todos los recuerdos de esa noche llegaron a él con tal fuerza que la punzada en su cerebro se agravó hasta obligarlo a apoyarse en la puerta.
Flash back
Salió corriendo todo el trayecto posible hasta que se topó con la multitud electrizada por los beats de la consola. No giró a ver si Otabek lo seguía, estaba más concentrado en atravesar la pista hasta llegar al baño que seguro a esa hora estaba a reventar por borrachos medio dormidos en medio de orine y cerveza. Tardó cerca de diez minutos en llegar pero al fin pudo llegar a la seguridad de uno de los cubículos que estaba por demás asqueroso.
Rápidamente sacó su móvil y buscó entre un montón de imágenes borrosas que le encendieron las mejillas una lo más nítida posible donde se viera la unión entre sus labios con los de quién había sido hasta hace poco su mejor amigo, si no se había ganado un golpe era puramente suerte. Encontró que buscaba, una foto muy hermosa la cual se quedó contemplando por varios segundos repasando los rasgos bien definidos del contrario. Otabek era su mejor amigo y, como sucede en algina película estadounidense idiota, también era su crush.
Dejó aquellas emociones a un lado y cargó la imagen en la aplicación para enviarla.
Felicidades
Has ganado 60 créditos.Ir a otra misión
Suspiró cansado y cerró la app, al menos por ese día.
Su teléfono vibró entonces y la fotografía de su amigo apareció en la pantalla ¿Debería contestar? Estaba tan nervioso que prefirió dejar que la llamada terminase una y otra vez, aunque estaba convencido que Otabek no tardaría en encontrarlo cuando se lo propusiera, salir de la discoteca no era una opción ya que el kazajo había dado claras órdenes de no dejarlo ir sin su permiso, casi se sentía como un niño que debía rendir cuentas a su hermano mayor, pero tanto el moreno como su abuelo estaban intentando cuidar de él, tal vez se les estaba pasando la mano un poco hasta sobreprotegerlo ¡Carajo, ya tenía 19! no era ningún bebé.
ESTÁS LEYENDO
Simon Says [OtaYuri]
Mystery / Thriller"Simon dice que entres" Yuri Plisetsky tiene tres meses para conseguir suficiente dinero para la operación de su abuelo y se aferra a una leyenda urbana llamada Simon Says, una aplicación que solo unos pocos pueden encontrar... pero una vez que la...