Escuche una detonación mientras lo besaba, confundí el dolor del amor con el de la muerte. Me quite las dudas cuando despegué mis labios y vi el arma. Sentí escalofríos.
Caí de rodillas, frente a él, sus ojos se posaron horrorizados sobre los míos. Lo único que pude hacer fue dibujar una sonrisa en mi rostro y pude sentir una lágrima resbalando por mi mejilla, mi vista se nubla, mi cuerpo sin fuerza cae al suelo y todo se vuelve oscuridad.
Pensé que cuando muriera iba a descansar e ir tranquila, a donde sea que uno vaya después de esta vida, pero nunca me imaginé tener una muerte así, imaginé que moriría vieja, de alguna enfermedad, pero nunca morir de la mano de lo que un día sin quererlo ni pedirlo me convertí. Aunque, morir en su lugar no era tan malo, no me sienta del todo bien, prácticamente lo deje desprotegido, solo espero que pueda tener una vida mejor que esta, él no la merecía.
No tuve el flashback del que todos hablan cuando mueres. Pero si imagino todo lo que pude hacer, me veo junto a él viajando, viviendo juntos, formando una familia, casarnos. Maldición, el solo pensarlo me deprime, ahora siento una sensación de desesperación, siento que algo duele en mi pecho.
Trato de correr en medio de toda esta escena lúgubre, a donde sea que me dirijo no hay salida, escucho voces distorsionadas a lo lejos, nada claro, después todo se torna en un silencio tan profundo que me hace helar la sangre.
Me doy por vencida y me siento en medio de la nada, lágrimas resbalan por mis mejillas, caen una tras otra. Pongo ambas manos sobre mi rostro, estoy muy fría cuál cubo de hielo. Las separo de mí y logro ver que mi piel se torna blanca, como nieve en Alaska. El miedo se está apoderando de mí. Estoy sola en esta oscuridad, estoy sintiendo frío, mucho frío. ¡¿Dónde carajos estoy?! ¿Este es el cielo? ¿El infierno? No tengo idea de lo que es. Es horrible estar sola aquí. Debí decir lo que pensaba, disculparme con quien debía y perdonar a quien lo merecía.
¿Este es mi final?
