Hace muchos años atrás, una mujer dio a luz a una criatura sin ojos, puesto que su mirada era completamente vacía, no había pupilas, ni reflejos, solo oscuridad.
La partera que vio nacer al chiquillo, le dijo a la mujer que su hijo habia sido asesinado durante el embarazo.
-Tu hijo parece ser que ha sido maldito.-le dijo mientras examinaba a la criatura, cuyo llanto era un leve gemido sin sonido, como aullidos solo de aire.
-¿por qué lo dices?- pregunto la mujer, quien observaba como la partera daba vueltas entre sus manos al bebé.
-Sus ojos son tan negros, que no reflejan la luz de las velas, no llora más que el sonido del aire, no tiene emociones, no tiene alma.-respondio la partera.
-puede ser que es porque es muy pequeño aún.-exclamo la madre con cierto temor en la voz. -Quiero cuidarlo y amarle tanto que poco a poco demuestre lo que tiene que dar.
-¡escucha bien lo que te digo mujer!-gritó la partera, dejando al niño a un lado de su madre. -este niño no es más que un demonio, encarnado en el cuerpo de una criatura inocente, cualquiera pensaria que podrá ser un niño normal, pero no tiene un alma, su mirada es vacía y oscurida, en su cuerpo emana la oscuridad, la maldad, él no nacio para hacer el bien, ¡tu hijo esta maldito! No tengas piedad de él, porque él se irá alimentando de ti, de tu vitalidad, de tu luz, porque es algo que él no puede ni podrá poseer jamás, irá por la vida cazando personas, para intentar arrebatarles aquellas cosas que nunca poseera.
-¡No tiene sentido lo que dices!
-No me hagas caso, mis palabras son advertencias... soy vieja quizá, pero no por eso deberás dejar ir en vano lo que digo, he visto otro caso así, pero por suerte a esa criatura la asesinaron al nacer.
-¡Yo no matare a mi hijo!
-Haz lo que quieras mujer, pero no digas que no te lo adverti.-finalizó la partera, se acercó al niño para envolverlo en un pañalito y acostarlo en la cuna, pero con tan solo ver sus ojos, la anciana comenzó a desmoronarse por el suelo, parecia que el aire le estuviera faltando, sus manos se colocaron entre su cuello, como si quisiera defenderse, pero era en vano. La partera cayó al suelo, y sus ojos quedaron completamente negros.
La madre de la creatura quedo asombrada ante el hecho, se encamino a ver a su hijo, a aquello tan espeluznante que había parido, y el bebé, le sonrió, como si hubiese hecho una minima travesura.
Los años fueron pasando y el chiquillo fue creciendo, su entretenimiento favorito era torturar animales, tenía, una colección de cadáveres de insectos y animales pequeños en su recámara, gozaba de ponerles de cabeza después de cortarles el cuello, y ver, como la sangre goteaba en un pequeño frasco, que después él colocaba con una etiqueta.
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Un día, el pequeño de ojos negros, aprovechándose de que su madre no estaba en casa, salió a dar una vuelta por el pueblo, su madre lo tenía alejado y encerrado para evitar que la gente lo viera como una escoria o una rareza.
En el pueblo mientras él caminaba, sentía la mirada de las personas que murmuraban cosas como "¿ya viste sus ojos?" "¿Este de dónde salió?"... La criatura, se sentía como un niño cualquiera porque su madre lo creció a base de mentiras.
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En la oscuridad de la isla.
Science FictionUn grupo de amigos decide irse de campamento a una remota y solitaria isla en el norte de México. Los pobladores locales les habian advertido que no era nada seguro pasar la noche ahí, puesto que segun la leyenda, un alma negra anda vagando por la i...