Misaki estaba dando todo de si para ser un alumno ejemplar con excelentes calificaciones.
Lo estaba logrando, cumplir todas sus metas, se sentía orgulloso de si mismo, también era muy querido por sus profesores y compañeros de clase.. Bueno, excepto por un par de personas..
Misaki es un chico muy agradable, mediante crecía iba floreciendo dando paso a un hermoso joven, su omega había despertado hace muy poco, extrañamente después de la llamada de su amigo, ese día se sintió muy feliz, pero esa felicidad se diluyó a nada cuando un horrible calor lo atacó en su sala de clases.
Por suerte estaba con medicamentos en casos SOS como ese, fue llevado a la enfermería, y finalmente despachado a su casa dónde la pareja de su padre, Aiko, aquella omega tan agradable con la que su padre estaba saliendo, le cuidó y ayudó en todo lo necesario.
Fue muy vergonzoso, sobre todo cuando Aiko le entregó una serie de juguetes y lubricantes, dándole una especie de corta charla de lo que debía hacer con ellos, cómo si no fuese obvio que tenía que ponerlos en su trasero.
Ese día no pudo contestarle el teléfono a nadie, su padre se encargó de contestar su celular, tratando de explicar su indisposición.
Tres largos días jadeando y gimiendo dolorosa y vergonzósamente el nombre de Ryuichi.. Se sentía fatal.. Estaba tentado a llamarle y pedirle que mejor no se vieran, que era contraproducente, pero..
¿Cómo lo hacía para ser lo más sincero posible?, si el nunca podía mentirle a Ryuichi con mucho éxito.
No podía decirle a Ryuichi la verdad con un..
"No puedes venir porque te imagine a ti y a mi en una cama desnudos, jadeando y teniendo relaciones sexuales, lo cual por cierto duro tres días, así que, así fue, tú y yo en distintas posiciones, si, creo que la parte dónde me montabas en una lavadora con etapa de centrifugado mientras me hacías aquel acto sucio, fue lo que más me encantó.
¿Verdad que tu pequeño saltamontes es todo un pervertido?"
¡Horrible!, claro que no podía confesarle aquello.. Por otra parte..
Había sabido por el señor Ryuu, que Ryuichi se estaba comportando muy bien, y que casi no lo creían, incluso asistía a todo tipo de reuniones que tuviesen que ver con la empresa familiar, dando opiniones y ordenes, ni hablar de fiestas, y solo bebía alcohol en ocasiones especiales.
Estaba muy orgulloso de él, lo que no entendía es el porqué tenía tanta influencia en la vida de su amigo, ¿De verdad era como decía el señor Ryuu?, ¿De verdad la vida de Ryuichi sin él era un desastre?.
Tenia muchas dudas, lo más seguro es que haya tenido problemas con su destinado, y sumado a la pelea que tuvieron por teléfono dónde lo trató de zorra, pues.. Obviamente todo tuvo que haberle afectado. Todo ésto sin contar porsupuesto con la existencia de Mikhail, que en lugar de orientarle lo hacía perderse aún más.
¿Que desastre habrá hecho Ryuichi en todo el tiempo que a estado fuera?.
Solo esperaba que nada tan grave e irreversible, sabía que no soportaría verle quebrado por consecuencias de sus actos de ira y rebeldía adolescente. De todo corazón esperaba que su amigo fuese feliz, muy feliz.
-¡Misaki!- Alguien le había rodeado sorpresivamente los hombros.
-¡Ah!, ¡Kyo no me asustes así!, ¿Por qué siempre haces lo mismo?-
-No te molestes, no puedo evitarlo, eres adorable, no puedo quitarte ni los ojos ni las manos de encima- Dice "galante".
-Tú siempre con tus bromas y comentarios absurdos, ¿No Kyo?, recuerda que acabas de hacerte novio de nuestra mejor amiga, y sabes que aunque ella lo niegue, le afecta que seas tan encimoso conmigo- Misaki quitaba los brazos de su amigo sobre sus hombros.
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Desde mi infancia.
Fanfiction(Asami/Misaki) Eran los mejores amigos desde niños, Misaki siendo hijo de uno de los miembros de la servidumbre de aquella gran mansión, y Asami Ryuichi, el único hijo y heredero de la familia. Misaki se preparó para mayordomo y asistente personal d...