Capítulo 0.00: Todos quieren gobernar el mundo

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Publicación: 15/4/19 - 3:04 p.m.

El corazón le latía descontroladamente, todo su cuerpo sudaba y con el pasar de los minutos su respiración se hacía más agitada. Las sábanas comenzaban a ser un estorbo y poco a poco se fue librando de ellas, pero seguía moviéndose como si quisiera escapar de algo, empezó a gruñir palabras que no se entendían pero que se podrían interpretar como pedidos de ayuda y finalmente- ¡Mami! -Se sentó en su cama a la vez que llamaba a su madre, sus sentidos reaccionaron de inmediato a la horrible tormenta de Otoño que cubría a París esa hermosa mañana- Rayos -Murmuró mientras llevaba sus manos a la cabeza-, no de nuevo.

Chloé cerró sus ojos y dejó salir unas cuantas lágrimas, no había tenido pesadillas así desde...

- Mami -Sollozó al recordar la última vez que la vio viva. Un fuerte relámpago asustó a la pequeña rubia, quien corrió hacia los brazos de su madre en busca de protección- ¡Mami, el cielo está molesto otra vez! -La mayor observó a su hija por unos segundos antes de empezar a acariciar su cabello lentamente para calmarla.

Audrey rió entre dientes al sentirla temblar como si fuera un perrito que se acababa de mojar- No sabía que una tormenta sería suficiente para aterrorizar a mi reinita -Susurró cerca de su oído, provocando que la menor alzara su rostro y la viera con un puchero- ¿O acaso me equivoco? -Chloé abrió su boca para contradecirla, pero decidió que era mejor esconder su carita en el pecho de ella y no hablar por un rato- Sabes, Chloé... El mundo no es tan bueno como crees que es.

La niña volvió a levantarse, esta vez algo confundida- ¿Qué quieres decir? -La mirada de su madre ahora era melancólica- ¿Mami?

- Reinita, no sé si eres lo suficiente mayor para entender -Justificó con una sonrisa forzada.

La rubia frunció el ceño y con total seguridad exclamó- ¡Ya soy grande, puedes decirme lo que sea!

La mujer pareció dudar, pero al pensarlo dos veces creyó que era lo correcto- Muy bien, te lo diré con una condición -Chloé asintió con felicidad sin esperar a que terminara-, dejarás de temerle a las tormentas -Su sonrisa se borró al instante y se hubiera negado de no ser por su curiosidad, la cual ya estaba al máximo, así que la dejó seguir-. De acuerdo, tienes que entender que las cosas cambiarán con los años, no siempre estaré a tu lado así como tu padre no te podrá dar todo lo que quieres. Hija mía, todos quieren gobernar el mundo y por eso muchos buscan amenazar y agredir con tal de conseguir lo que quieren -La pequeña no entendía mucho, pero supo que era grave al escuchar la voz de su madre quebrarse-. Esta es tu vida, no seas como ellos, elige tu propio camino y no dejes que nadie lo cambie -Audrey levantó su dedo meñique y la menor hizo lo mismo por inercia-¿Prometes que nunca necesitarás llamar la atención?

- Lo prometo -Chloé veía su dedo meñique, inmersa en los recuerdos de aquella noche e imaginando lo que sería de su vida si su madre no hubiera muerto aquella madrugada en el accidente ocasionado por la tormenta. Tal vez su padre nunca se habría casado con una chica más joven que él, tal vez tendría más amigos, tal vez no despreciaría la lluvia tanto como lo hacía, o tal vez su promesa aún seguiría en pie.

Alguien tocó la puerta de su cuarto, causando que sus pensamientos desaparecieran y alentándola a secar el agua salada de sus ojos antes de levantarse y abrir la entrada a quien sea que estuviera afuera- Buenos días, hija, ¿dormiste bien? -En cuanto vio a esa mujer mostrando una sonrisa y ofreciéndole una rosa, cerró la puerta en su rostro con indiferencia y se recargó contra la madera de la misma- ¡Tomaré eso como un no! -Gritó tratando de empezar una conversación- ¡¿Tienes problemas?! ¡Sabes que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa!

Todos Quieren Gobernar El Mundo - #GSQBAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora