Necesitabamos un cambio y nos encontrábamos a punto de embarcar en el avión con destino a Irlanda. Ya teníamos Pat y yo reservado un apartamento en Dublín, cerca de la Universidad Trinity College. Decidimos pasar un verano fuera de casa y probar. Er...
Cae la noche y el dolor Tú recuerdo empieza a arder Mi cuerpo pierde calor Con la ausencia de tu piel
Mi esperanza grita más Más que el miedo de perderte Me conformo con volver a verte
No me digas que es amor
Pasan los años Y seguimos en el ring Mi corazón te sigue amando Mi cabeza pide huir
En este combate de boxeo a los puntos Donde golpes bajos y testosterona Luchan por salvar lo que tenemos juntos Mientras que los besos se van a la lona
Y aunque tachemos cada día en el calendario Como si fuera una condena por cumplir Pelear contigo es lo mejor que me ha pasado jamás
Me enseñaste tantas cosas sobre mí Que hoy me he armado de valor Para venir a preguntarte Si me aceptas como eterno contrincante
Le dejé una nota encima de la cama, no quería deprimirla más, solo quería que supiera que no había sido una decisión fácil que no había dejado de quererla y que seguramente nunca lo haría y lo que seguro que no podría hacer nunca sería olvidarla.
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Mientras veía el avión despegar y alejarse de Dublín iba sintiendo como si me arrancaran el corazón del pecho, tenía la sensación de que estaba dejando a la mujer de mi vida y a la madre de mis hijos, solo por miedo a madurar, solo por querer seguir viviendo mi vida con mis amigos como siempre como un joven de 24 años, pero lo peor era pensar que quizás cuando me diera cuenta de que la necesitaba a mi lado sería tarde y ella ya tendría un hombre de verdad a su lado. Y yo acabaría con la primera que se cruzara en mi vida y pensando en Pat eternamente. Tenía que ser positivo, siempre lo he sido y ahora más que nunca tenía que serlo. Si teníamos que estar juntos el destino nos volvería a unir.
Fui todo el viaje dándole vueltas a la cabeza y la cosa no mejoró al llegar, lo que deseaba era llamarla y decirle que ya había llegado, como solía hacer, pero quizás no era lo mejor y debía dejarle un tiempo antes de volver a aparecer en su vida. Le escribí a Marco y le pregunté qué tal estaba y si debería quizás mandarle un mensaje. No me atreví a preguntarle a Lori, conociéndola tenía mucho que recriminarme ahora mismo.
WhatsApp de Marco: Mejor déjala , al menos hasta mañana, necesita llorar y desahogarse. WhatsApp de Alex: ¿Está llorando? WhatsApp de Marco: ¿Que esperabas? WhatsApp de Alex: Joder ahora quiero volver, me siento fatal.
*Habla Marco
Pat llevaba toda la tarde encerrada en su habitación, me acercaba a su puerta y se la escuchaba sollozar, Lori le había subido algo de cenar y yo quería ir y consolarla pero Lori me dijo que lo mejor era que la dejáramos, que necesitaba sus 24 horas de deprimirse para luego volver a resurgir, que siempre lo hacía así, se permitía 24 horas para escuchar música triste y deprimirse y luego volvía más fuerte, pero a mí se me hacía imposible creer viéndola hoy así que mañana estaría bien, por lo que antes de irme a la cama pasé por su cuarto, al abrir la puerta la vi sentada mirando por la ventana.
