A.S

66 4 0
                                    

¿Recuerdas que manera tan absurda fue el conocernos?
Yo sí, ese día tan caluroso y estresante en una fila esperando una firma, yo de blusa tan corta que dejaba ver mis pecados y tú con tu vestimenta tan lisa.
Aún recuerdo el sonido de tu risa inundando el eco de mi habitación, el como subías mis manos para darme un abrazo, y yo negándote algo que ahora quiero de vuelta, ojalá nada hubiera terminado así, tantas horas dejadas en la nada, tantas promesas, tantos minutos ya sin ti.

¿Aún sabes dónde nos quedamos de ver en el centro por primera vez?
Si, en el lugar más cutre para una primera cita, pero para mí era como esperar a un ángel a su llegada, ese día no sabes, pero tarde casi tres horas para verme más linda para ti...

¿Sabes dónde me pediste que saliéramos?
Exactamente, caminando, a el casi doblar a una esquina, me pusiste nerviosa a decirlo de manera tan despreocupada, despues de eso fuimos a comer, ¿Notaste cuan feliz era con solo ir por mí juguete? Un juguete para niños, aún soy una niña quizá, y por eso estamos así.

¿Sabes por qué peleábamos siempre?
Por mí, exactamente por algo tonto que yo hacía, en veces los papeles de invertían y tú terminabas pidiendo perdón, a mí me daba risa, hasta que todo de torno triste, ya no eras él de antes, ya no era esa sonrisa de la que me enamoré, y todo por tratar de ser mejor a los ojos de tus padres, llore por perderte de esa manera, quería correr tras de ti y abrazarte por la espalda, y decirte lo que siempre voy a guardar.

Te presumo con todo el mundo, no importaba si fuera un complejo desconocido hablaba de ti como no tienes ideas de maravillas, santo cielo, podía hasta decir en palabras tan románticas que tú dormías como un ángel, asegure a todos que me casaría contigo, y de un día a otro dejo a un lado de tener un vestido blanco y grande como me lo habías propuesto y lo cambio por uno negro, por qué hoy es el funeral de nuestro amor, dejo morir por fin esos recuerdos, cuando fuimos por ramen, cuando te vi bailar como chambelán, y el más importante, el de cómo comenzó todo.
Dejo a un lado a un lado todo he intentaré crecer con esos recuerdos atados a mi corazón que a el día de hoy está en reparación.

Ojalá solo fuece otra de tus bromas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora