Conociendo el amor

Desconocida

Esto ocurrió unos días antes de que regrese a la Universidad.

Mi vida se puede definir como un antes y un después de hoy, 07 de Diciembre...

El día apenas empezaba y el sol nos llenaba de energía y eso ameritaba ir a la playa. Mis amigos y yo disfrutábamos nuestros días libres, mi grupo está conformado por Alexander «Alex» el mujeriego y el más guapo según las chicas, llevaba siempre el pelo corto y una barba algo despreocupada, caucásico, de ojos negros y de cejas pobladas, casi todo el tiempo llevaba una gorra, por otro lado estaba Oscar «Oz» el más alto de todos nosotros, apuesto, esbelto como un boxeador de peso pluma, alquien que siempre le preocupaba su imágen, usualmente se depilaba las ceja, se cortaba la barba de forma uniforme, porque era la forma de atraer a las "chicas", casi todo el tiempo estaba molestando a Álex y era el que más apodos se inventaba.
Gustavo «Tavo» era de apariencia tranquila, casi siempre pasaba desapercibido, aunque en realidad su carácter era totalmente diferente a lo que se podría apreciar a primera vista, era un chico explosivo e inocente que siempre caía en las bromas de los demas, podría calificarse como el típico Nerd, solo que sin lentes y se autodenominada discípulo de Alex. Por otro lado estoy "Yo", «Jake», el tipo solitario y asocial del grupo.

Nos habíamos dirigido a Colán a disfrutar de la hermosa playa y relajarnos como premio después de haber ingresado a la universidad.

Oz y yo nos encontrábamos en el mar haciendo competencia de nados; Alex y Tavo estaban mirando chicas como era de costumbre, pero algo sucedió, un balón de vóley cayó en el rostro de Tavo y se molestó pues su carácter era muy explosivo y rápidamente se encendía como un fósforo.

Una chica se acercó a disculparse, Tavo dejo a un lado su enojo y se quedó impactado por la belleza de esta chica, que no dudo en invitarlo a jugar; Tavo acepto olvidándose completamente de Alex que observaba a lo lejos y renegaba de la suerte que tuvo Tavo al recibir el golpe "Tal vez si le hubiera caído a él, Tavo seria quien lo esté mirando justo ahora", es lo que probablemente pensó.

Alex no dudo en silbar y esa era la señal de que algo sucedía. Oz salió rápido y detrás de él, le seguía yo. Alex movió la cabeza con dirección hacia la izquierda señalando a Tavo. Nos sentamos junto a él y nos burlamos de lo nervioso y patético que se veía Tavo al lado de las chicas, pero fue más divertido escuchar lo celoso que estaba Alex.

Es en este momento de mi vida donde los dioses decidieron lanzar los dados...

Ahí estaba ella caminando con un andar suave y elegante cerca de la orilla, la chica del cabello tan naranja como el de una zanahoria, de ojos tan verdes como los de un gato negro, de rostro tan fino como el de un ángel.

Quede impresionado con su belleza, pero no sería el primero y mucho menos el ultimo, Alex y Oz la observaron con mucha perspicacia, era difícil no enamorarse de ella con solo una mirada, su belleza era tal que podría escribir un libro solo describiendo lo hermosa que es.

Alex quería acercase ni bien la vio, su fuerte era cortejar a las mujeres y difícilmente alguna se le podría resistir, yo también quería acercarme, sentía como si algo me empujara hacerlo, aunque no sabía que decirle y mucho menos como actuar; opte solo por observarla, mirarla desde esta distancia era segura para mí, aunque probablemente me tildarían de pervertido.

Durante su caminata la pelirroja saludo a una chica que estaba jugando vóley, justo cuando Alex estaba listo para acercarse pero ella contesto una llamada y se alejó de nuestras vistas - seguro su novio la estaba llamando. – Dijo Oz.

Unos maleantes se acercó al grupo de las chicas que jugaban con Tavo, este grupo empezó a molestarlas de forma inapropiada, obviamente una de ellas se hartó y cacheteo a uno de ellos después de darle una nalgada. El tipo la empujo con gran fuerza que ella cayó, golpeándose levemente en su espalda y casi de inmediato se quejó del dolor. Tavo al darse cuenta corrió hacia el chico dio un salto y justo en el aire le dio un puñete tan fuerte que le rompió la nariz.