Simples Memorias... (Algo Perdido-Parte II)

El Gran Día

Sting

Era hoy. El gran día que Lucy esperaba por parte de su mejor amiga

Pensaba que si ella estaba ansiosa, también lo estaría pero no. Esta sensación era todo lo contrario, mi incomodidad e inseguridad me abrumaba toda la mente

Pensar que su pasado volvería y la alejaran de mí era mi mayor temor

-¡Papi!

-Alístate. Madre dejó unas cosas en la sala y Spetto-san dijo que era para nosotros -Kaoru estaba mas animado que antes. Bajé con ellos aún en pijama

-Sting-sama buenos días. Lucy-sama me dejó un recado para usted

-Que le dijo

-Que usted y los pequeños vayan preparándose que ella estará con Levy-san -No me calmaba en lo absoluto

-Gracias ¿Me podría ayudar con los niños? -La señora asintió de inmediato llevándolos. Saldría un momento, no había prisa

Era una hermosa mañana. Una no cualquiera por supuesto, ya que la mejor amiga de mi esposa se casaba. Los pétalos de las flores mas delicadas se iban volando junto a una brisa mañanera. Tan pacífico

Salí de los horizontes de la casa Heartfilia llegando sin pensar al centro de la ciudad

-¡Sting! -Conocía esa voz

-Erza... -La peliroja estaba algo apresurada

-Donde está Lucy. No la veo contigo

-Salió muy temprano. Fue con Levy

-Oh entiendo. Ya deseo verla

-También yo... -Dije algo sin pensar

-¿Pasó algo entre ustedes? -No quería divulgar mis problemas

-No. Solo que estar aquí es algo solitario -Soltó un bufido

-Aveces pienso que te pareces tanto a Lucy

-¿Es un cumplido?

-Si Sting -No era malvada, era muy agradable

Charlamos un poco pero una llamada interrumpió nuestra plática dejándolo para otro momento. Seguí mi paso

-¡Espero verte hoy!-También deseaba volver a verla

Asentí y proseguí. Las calles se notaban mas animadas, eché un vistazo a la gran catedral del centro de Magnolia y estaba tan esplendorosa

-Creo que volvería a pasar aquí

-¡Papá! -Un pequeño fue corriendo entre el pequeño parque frente a la gran iglesia. Tenia una cabellera poco común

-No quiero que vuelvas a caerte -Un hombre apareció detrás de él. Cabello rosa, ojos color verde jade y casi podría decir que eran iguales a las de Hikari

-Demonos prisa. Mamá debe estar esperándonos -El pequeño volvía por su padre jalándolo de sus brazos

-Bien... -Sus ojos fueron dirigidos a los míos y una corriente eléctrica recorrió todo mi ser. No era por miedo, era por ira, un gran enojo que trataba de apoderarse de mí

-¡Hola! -El niño habia logrado calmarme

-Hola pequeño -El hombre de aspecto tranquilo llegó al instante

-¿Te vi en algún lugar? -¿Me conocía?

-No a lo que yo recuerde. Sting Eucliffe -Extendí la mano y su asombro me confundió aún más