Capítulo 7. Sentir

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Se situaban en la parte alta del estatua de La Libertad. Nada romántico, por ahora.

—¿Hace falta oxígeno o soy yo? Pregunto porque no traje mi armadura, no es como que sea descuidado —decía Stark, apegándose temeroso al brazo izquierdo del hechicero supremo—, pero confío que puedes defenderme.

—Por supuesto que puedo defenderte —le respondió Strange, viéndole fijamente—. Y no, no hace falta oxígeno. ¿Desde cuándo no estás a tan grandes alturas?

—Incontables veces —Tony no dejaba de ver por debajo de sus pies. Era altura en demasía y el espacio donde ocupaban sus pues no era precisamente con mucha amplitud—. Sin mi armadura, esta es la primera.

—Necesito que me des tu mano, Tony —estrechó Stephen, notó cómo el científico en robótica dudaba en hacerlo o no.

La mano izquierda de Doctor Strange se veía cicatrizada por sus pasadas heridas, aquellas mismas que le llevaron a ser lo que es hoy.

Una vez que Tony la tomara, la escena cambió totalmente a un espacio silencioso, amplio y alumbrado por la luz de la luna y las estrellas.

—No sé cómo hiciste eso pero —Stark se soltó del agarre de manos, mirando hacia el oscuro cielo—...es una belleza.

Strange estaba encantado por la reacción positiva de su invitado. Reprimió el responderle con un "pero no es tan bello como tú". De verdad que Tony le sacaba su lado más romántico.

—¿Qué clase de planetario es este? —cuestionó al hechicero. Sus ojos cafés brillaban notablemente, si bien había visto el espacio en otras circunstancias mas nunca como ahora, llena de paz y admiración.

—En realidad, estás aquí —Strange señaló a su frente con dos de sus dedos de la mano izquierda. Confundió al billonario enseguida—. He presenciado y visto esto incontables de veces, ya sea en mis misiones y problemas que se deben resolver como el encargado de proteger el santuario de Nueva York y además, proteger al mundo de enemigos mis...

—¿Entonces seguimos en el estatua de La Libertad?

—Sí —contestó seguidamente de la pregunta de Tony, provocándole con su respuesta un fruncir del ceño y entre abrir la boca debido a la sorpresiva situación. De repente, Stephen recordó lo que Tony alguna vez le dijo, "rebajarse"—. Si quieres que regresemos...

—No, no —interceptó Stark de inmediato—. Muéstrame más cosas, vas por un buen camino —Strange arqueó una de sus cejas—. Quiero decir, no siempre mis consejos van a servirte para bien, puede que a ese tal Everett Ross no le gusten las cosas ordinarias. 

Strange asintió lentamente, viendo el enseriado rostro de su acompañante. 

—Toma mi mano —Pidió una vez más, estirándola para que Stark la tuviera a su alcance. 

Esa mano fue tomada, un silencio se adueñó del momento y Tony cerró sus ojos para después agachar su cabeza. Desde luego que extrañó al hechicero, pero le dio la oportunidad de tomar escasa cercanía.

—Dime cuando estemos donde sea que nos lleves —dijo Tony en voz baja, dándose cuenta de la cercanía con el exneurocirujano. De tan solo pensar que está en un especie de 'viaje' donde su alrededor era diferente a la realidad le hacía temblar, si bien ha viajado fuera de la Tierra, pero probar asuntos místicos no era su onda

Y todavía así, se dejaría llevar por el momento. Porque quería demostrar —no que Strange no le gusta, sino— que puede llevar a alguien más allá del límite. Tal vez le dijo a Stephen que debería rebajarse, pero ahora pensaba que valía la pena y el hechicero supremo no debía reprimir esos encantos que tiene...y que está descubriendo poco a poco por su cuenta.

I'M NOT GAY! | IRONSTRANGE, MARVEL (YAOI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora