Capítulo 37: Importante para él

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—¿Nada? —Preguntó Jesse sorprendido. Al verme negar con la cabeza Jesse y Tyler explotaron en una carcajada. Kate se mordió los labios para no hacerlo.

—Hey. —Les reproche.

—Es que llevan más de dos semanas juntos. —Me recordó Tyler.

—Y créeme lo estoy sintiendo.

—Tú no eres el tipo de chica que conoce al tipo y luego se acuestan. Tú eres el tipo de chica que se acuesta con alguien y después quizás, solo quizás, se conocen luego. —Dijo Jesse.

—Yo sí pero él no.

—De veras debe de gustarte. —Dijo Kate.

—De verdad lo hace. —Bajé la vista a mis manos un segundo. Jesse subió una ceja. —Quizás más que eso. —Los tres me sonrieron. Hice una mueca. —Ugh. Los odio. Kate, tenemos cosas que hacer. —Dije levantándome y dirigiéndome a la puerta. Ella me siguió despidiéndose de Tyler con un beso.

(...)

Era el día libre de Isaac así que decidimos ver una película y ordenar una pizza. Estábamos sentados en el sillón eligiendo una película. Estaba detallando sus rasgos en mi cabeza, ignorando totalmente la tele. Giró su cabeza así a mi y me sonrió.

—¿Que? —Le sonreí y me senté en su regazo con una pierna a cada lado. Sostuve su cara con mis manos.

—Eres tan hermoso. —Le dije para luego besarlo. La intensidad del beso fue subiendo. Empecé a bajar mis besos a su cuello. Puso sus manos en mis hombros y me alejo.

—Espera, Bree…

—Lo siento.

—No. No… es sólo...—Suspiró.

—No quieres… está bien de veras.

—Es solo que quiero que sea especial. —Dijo poniéndose colorado.

—¿Sabes que no es mi primera vez verdad? —Dije riendo, él rió conmigo..

—Lo sé.

—Y voy a suponer que la tuya tampoco.

—No lo es.

—¿Entonces?

—Es que va a ser nuestra primera vez. Quiero que sea especial. Quiero que lo recordemos como algo mágico. Es cursi. —Dijo apenado viendo hacia abajo.

—Hey. —Dije levantando su cara para que me vea a los ojos. —Es muy dulce. Y siempre que sea contigo será especial y mágico. Si quieres planear algo está bien. Solo que apreciaría que te apures porque soy una mujer loba muy hormonal, con muchas ganas. —Se rió. Lo besé suavemente.

—Gracias. —Nos miramos varios segundos. —Te amo. —Mierda. Pensé. Pareció que no se había dado cuenta de lo que decía hasta que abandonó su boca. —No tienes que responder. Y no quiero que esto cambie por eso. Yo… yo no… —Empezó a trabarse. Lo besé suavemente para que se callará. Me siguió el beso.

—Esta bien. Solo que no puedo decirtelo de vuelta.

—No es un problema. —Asentí. Escondí mi cara en su cuello.

Luego de un rato sonó el timbre. Fui a atender pagando las pizzas. Volví con las tres cajas.

—¿Estás segura? ¿Tres?

—¿Cuánto crees que comas?

—Media, como mucho. —Mire las cajas.

—Bueno, de todas formas íbamos a pedir helado.

Union de manadas U.C.A#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora