DENAN

CAPÍTULO 3

— Irene, ¿Estas bien? — le pregunto apenas la veo salir de su habitación.

— Sí, porque no lo estaría — me responde.

— Bueno creo que el ramen me afecto un poco — le digo

— ¿Por qué? — me pregunta

— Es que he tenido el sueño más extraño de mi vida — le comento.

Ella me mira muy confundida; pero, yo sigo pensando en mi sueño, mi extraño sueño. Espero que, ese pronto nos veremos, no sea tan lejano, el sueño me dejo una sensación de miedo; pero, también una inmensa curiosidad.

— Irene me voy a la universidad, nos vemos más tarde en casa — me despido de mi amiga y salgo de la casa, lo bueno de vivir cerca es que no tengo que madrugar, ni correr si me hago algo tarde.

Estaba dirigiéndome a la universidad cuando siento que alguien me observa, es una sensación persistente, siento que no me quitan la mirada para nada.

— Así que giro; aunque, no veo a nadie, literalmente a nadie, lo que me causo algo de miedo; pero, después de mirar el reloj me di cuenta que iba más que tarde.

Las clases pasaron con normalidad hasta mi hora libre, me dirijo al comedor buscando una mesa libre, cuando Irene y yo coincidamos con el almuerzo nos sentábamos juntas; pero, hoy no es el caso así que comienzo a comer, mientras escucho música, la música me hace sentir completa y feliz así que no noto la presencia de alguien a mi lado, hasta que esa persona pone sobre mí una mirada fija; levanto mi cabeza y nuestras miradas se encuentran.

Okey, yo he visto esos ojos grisáceos, creo que cuando se refería pronto no espere que sería así de pronto aunque de alguna manera lo ansiaba. No me di cuenta que mientras hablaba conmigo misma, el castaño me observaba y se había puesto mis audífonos.

— Uhmm, hola — quise llamar su atención; pero él estaba inmerso en la música.

Me acerque a su lado y le retire un auricular de su oído.

— Disculpa, esto es mío — le dije, esperando cuál sería su reacción

Me quedo mirando a los ojos, me quito el auricular y se lo volvió a colocar haciendo caso omiso a mi presencia.

Okey, eso me molesto un poco, la curiosidad que sentía antes fue reemplazada por una molestia, eso era mío y ni siquiera me pregunto si lo podía utilizar.

Esta vez quizá fui un poco más brusca y jale los audífonos quitándolos de sus oídos.

— Disculpa ;pero, esto no es tuyo — dije con molestia

El me miro con diversión y sonrió. Okey porque todos los chicos que he conocido me miran y se ríen de mí.

— Ya esperaba tu reacción, esperabas ansiosa volverme a ver — me dijo con una sonrisa en sus labios. Okey debo reconocer que tiene una hermosa sonrisa parece un ángel cuando sonríe.

— Ja, si claro — le respondí. Por Dios claro que esperaba volverlo a ver no todos los días sueñas que estas muriendo y un hermosos chico te rescata. Pero, jamás lo hubiera aceptado, viendo cómo se comporta hay que bajarlo a este chico de su nube.

El comienza a reír y me mira con ternura.

— Tu boca dice una cosa ;pero, tu mirada dice otra, a mí no me engañas — me dice

En ese momento me miro a los ojos y me sentí perdida, volví a sentir esa sensación como en el sueño, totalmente expuesta como si no pudiera ocultar nada bajo su mirada.

— Hola, me presento — se acerca a mi oído y susurra —Ya que en el sueño no pude hacerlo — me recorre un hormigueo por todo el cuerpo y vuelvo a mirarlo — Me llamo Daniel — me dice y me sonríe, y yo también lo hago

— Uhmm yo soy...— me interrumpe

— Ya se tu nombre, Yon — me dice y lo miro con sorpresa.

— ¿Cómo es que sabes mi nombre? — le pregunto

— Claro que se tu nombre, puedo entra a tus sueños, como no podría saber tu nombre — me responde con gracia

Lo miro asombrada y con un poco de curiosidad por alguna razón sé que debería sentir miedo; pero, no lo siento, de alguna manera su persona no me causa ese sentimiento.

— Okey por alguna razón no me pareces normal; pero no te ofendas — le digo con un poco de gracia

— ¿Por qué no sería normal? — me replica

— En primer lugar no sé si es una broma o algo; pero, realmente me sorprende que hayas podido hacer un truco como entrar a mi mente — en este momento llegó el raciocinio a mí.

Me mira con un poco de molestia; pero, no me dice nada y sale del comedor.

Okey me dejo desconcertada, no dudo en seguirlo. Cuando salgo del comedor lo veo andar, voltea y me sonríe.

Sigo su paso y nos dirigimos a la biblioteca que por cierto a esta hora está un poco desierta ya que la mayoría está en sus clases, cuando pienso en eso me doy cuenta que no estoy yendo a mi clase y ya no poder entrar, una vez cierran la puerta nadie entra.