𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐥𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫.

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Crecí en un entorno dónde me decían miles de estereotipos de los hombres, no podía llorar, no podía jugar y no podía ser feliz.

A los nueve años me echaron de mi casa porque dije que mi mejor amigo era bonito. ¡BONITO! ¡NI SIQUIERA FUE ALGO TAN GRAVE!

Quizá estaban esperando una excusa para echarme porque siempre supieron que no era como lo esperaban.

Anónimo cuyo nombre tiene dos E y una S.

Con amor, Steve ᵀ¹ˑDonde viven las historias. Descúbrelo ahora