-No digas esas cosas, Katsuki... Es vergonzoso. -Murmuró el de cabello bicolor mientras escondía su rostro en el pecho del rubio, un gesto absolutamente adorable para el mayor.
-Eres malditamente adorable cuándo estás así, Mitad-Mitad.
Si bien la escena desbordaba azúcar, estaba claro que habían dos personas que no estaban para nada contentas presenciando.
Mientras que la hermosa pelinegra tenía una mueca de tristeza en su rostro, el chico de las pecas parecía que iba a tratar de asesinar a alguien en cualquier momento; nunca nadie lo había visto tan enojado.-¿Midoriya-kun, estás bien? -Murmuró Iida por lo bajo al notar el aura que tenía el más bajo.
-Detesto cuando las personas se creen especiales sólo por tener una relación, que ni siquiera va a durar, por cierto. -Dijo con todo el veneno que tenía, ni siquiera cuidó la intensidad de sus palabras, ya que, el explosivo chico no tardó en asesinarlo con la mirada.
-Bastardo... -Fue todo lo que escapó de sus labios antes de que su novio tomara su mano para así evitar que comenzase a pelear.
Las frías manos de Shōto estaban ayudando a Bakugo a relajarse, igual que siempre, además, lo que Deku pensara sobre su relación no importaba, porque Bakugo realmente amaba a Todoroki.Antes de que la pelea pudiese continuar y alguien saliera herido, Aizawa les hizo ordenar y limpiar todo para que luego fuesen a su entrenamiento habitual de héroes.
Una vez en los vestidores, Izuku tuvo que guardar sus comentarios ante las acciones del rubio, ya que, no quería recibir una explosión en la cara. Fue una tarea realmente difícil, ya que, detestaba tener que ver cómo Bakugo sentaba al hijo de Endeavor en sus piernas mientras lo ayudaba a vestirse, le parecía incluso excesivo. Además, se notaba lo incómodo que estaba el de doble quirk, era un chico demasiado inocente para aquello.
-Pareces un bebé así, Shōto. -Soltó una pequeña risa el ojirubí mientras aprovechaba de depositar un tierno beso en una de las mejillas de su avergonzado novio.
-Bakugo, ya... -Murmuró Todoroki tratando de que su novio lo soltara, realmente lo hacía sentir incómodo que actuase así en público, y ni siquiera se debía a que no le gustaba el trato; más bien le dolía cómo Izuku -uno de sus mejores amigos- lo miraba.
-¿Todo bien, pequeño? ¿No te gusta que te trate así? -El rubio soltó a su novio y luego agregó:- Si quieres no volveré a hacerlo.
Shōto no pudo resistirse a ese tono de voz, estaba siendo tan tierno. Parecía un cachorrito regañado por hacer una travesura, era tan... Suave.
Esa era una de las facetas que sólo Todoroki conocía, esa faceta que sólo tenía con él, porque Bakugo se negaba a hacer algo que hiriera a su copito de nieve y si eso significaba ser el chico más asquerosamente dulce del mundo, así sería.-No, no... -La voz del heterocromático era tranquila y se asemejaba a un susurro.- Bonito, es realmente tierno, pero no me gusta la forma en la que Midoriya nos ve. Sé que no debería importarme pero... -Fue interrumpido por las dulces palabras de su novio.
-Deku bastardo, voy a matarlo. -Seguido de ésto, el rubio quitó a su novio con cuidado para poder terminar de cambiarse y salió de los vestidores para evitar montar un espectáculo frente a su ángel, además, era cierto que no debía darle importancia a Deku, porque él sabía lo que sentía y quería a Shōto como a nadie. Pero, ayudarle a ese bastardo a entender cómo eran las cosas ahora no parecía una mala opción; ¿verdad?
Todoroki no tardó en salir de los vestidores también, rogando: "Por favor, no le hagas nada, no es tan importante."
-Por favor, Shōto. ¿Yo hacerle algo? Jamás. -Habló con ironía el rubio, tendría que esperar al receso para dejarle las cosas claras al pecoso.
-Hablo en serio... -Murmuró el chico antes de recibir un molesto grito por parte de su profesor, se habían tardado demasiado.
Las clases transcurrieron normalmente, hasta que en el horario de almuerzo; Katsuki logró hacer que Midoriya lo siguiera sin tener a Todoroki preocupado. Caminaron en silencio hasta la parte trasera de UA, y entonces el rubio habló:
-Deku bastardo, no sé qué mierda traes con Shōto, pero detente. Quizás estás haciendo todo ésto por celos, pero acepta que él y yo estamos juntos. -Una sonrisa se asomó en sus labios al ver que había puesto a temblar al pecoso, así eran las cosas y siempre serían así.
-Kacchan. -Tartamudeó.- Eres un tonto si crees que todo es por celos. Tú y yo sabemos perfectamente cómo eres en una relación, ¿o se te olvidó todo lo que me hiciste pasar? -El más alto palideció, realmente no le gustaba que le recordasen todo aquello.
-Cállate.
-No, cállate tú. -Midoriya había alzado la voz.- Ésto no se trata de tí o de mí, se trata de Shōto. Él es el mejor amigo que tengo y haría cualquier cosa con tal de que sea feliz, es exactamente por eso que haré lo imposible por alejarlo de tí. Aunque me asusté, si se trata de un amigo, voy a enfrentarte, Kacchan.
El rubio no supo que decirle, ver al pecoso mirándolo con rabia mientras unas pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos le hizo recordar a cuando estuvieron juntos o cuando eran niños, y eso sólo sirvió para vulnerabilizarlo más aún. No le gustaba esa mirada.
El encuentro lo dejó mal el resto del día, tanto fue así que al caer la noche; el chico no podía pensar en nada más que no fuese él y su forma de ser. Pensaba en si realmente sería capaz de lastimar a Shōto como a Midoriya, y le asustaba la idea. No sería capaz de engañarlo, pero no sabía si sería capaz de romperlo.
La desesperación se estaba apoderando de él, no quería comportarse de esa forma con Todoroki, él lo amaba.
Pensó en esos ojos que lo volvían loco, esa sonrisa tímida, esas adorables mejillas de bebé y en todo él, ese chico hermoso y frío como la nieve para intentar calmarse.«Necesito verlo.»
Se dijo a sí mismo antes de salir de su habitación e ir casi corriendo a la de su novio, tocar la puerta y esperar a que abriese.
Entonces abrió.
Traía su pijama puesto y había un pequeño rastro de pasta de dientes en la comisura de sus labios, pero a Bakugo nada de eso le importó.
Sin darle tiempo a nada, el rubio abrazó a su novio con todas sus fuerzas.-Eh-- Cariño, ¿ocurre algo? -El otro no respondió, simplemente empujó al heterocromático dentro de la habitación y cerró la puerta con cuidado.
-Bebé, yo... -Shōto lo interrumpió.
-No tienes que contarmelo si es muy difícil para tí, yo lo entiendo. -Habló mientras se acomodaba en su futón para luego hacerle una señal al otro para que se metiese ahí con él, Bakugo no tardó en obedecer.- Cierra tus ojos y escúchame. -Katsuki cerró los ojos y sintió como su chico se acurrucaba en su pecho. Estaba tibio, seguramente había activado su lado izquierdo para darle calor.- No sé qué te tiene tan intranquilo, pero sea lo que sea, yo voy a estar aquí contigo para que puedas superarlo. Yo sé que todos piensan que no vamos a durar juntos mucho tiempo, pero yo no lo siento así. -Suspiró.- Miranos ahora, sólo somos tú y yo. Nadie más importa, porque no quiero que seamos como otros quieren, sólo quiero mantenerme contigo a pesar de todo. Cuidándote, queriéndote y dándote todo lo que mereces.
Basta, el chico había derretido el corazón del rubio por completo. Era demasiado hermoso y puro para ser real.
No pudo contenerse, abrió sus ojos y se acomodó para besar a su novio con todo el amor del mundo, había dicho lo que necesitaba justo en el momento perfecto.-Sé que dije que quería esperar, pero eso importa una mierda; te amo, mi niño. -Dijo antes de volver a besarlo con ternura.
Luego de un rato, se separó para mirarlo, y pudo ver unas pequeñas lágrimas en los ojos de su pequeño copo de nieve.
-Yo también te amo, no sabes lo feliz que me haces. -Se secó sus lágrimas, que aparentemente eran por lo emocionado que estaba.
Y mientras se repetían lo mucho que se querían, cayeron presas del sueño con sus corazones latiendo al mismo ritmo, con una sonrisa en sus labios y todo el amor que sentían. Sin importar lo que fuese a ocurrir o lo que pudiesen decir, sólo ellos y nada más.
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"El más hermoso de los mentirosos" [BakuTodo]
FanfictionAl inicio de su relación, todo era perfecto. Tanto el medio albino como el explosivo rubio se amaban con la intensidad de sus almas, nadie tenía dudas de ello. Eran una pareja normal, se preocupaban el uno por el otro, se visitaban, respetaban, amab...