Cuando todo vuelve a estar en silencio y ya me he echado suficiente agua como para terminar de despejarme, decido salir del baño.
Voy tranquilo, a veces me sorprende la tranquilidad que llego a tener ante situaciones así, no sé, parece como si ya estuviera acostumbrado.
Antes de llegar a mi habitación veo como algo se mueve por todo el recibidor, pero solo lo veo de reojo me da miedo que se percate de que estoy aquí, lo que faltaba ya.
Entro en la habitación y cierro la puerta con la esperanza de dormirme pronto y no pensar más en ello. Con todo el susto se me había olvidado lo de mi madre.
Esa noche me da miedo todo.
.Suena el despertador.
Me visto, coloco todo y comienzo a desayunar, solo queda una rebanada de pan y el sabor no es demasiado bueno, pero me sirve. De repente llaman a la puerta, no sé si abrir. Al final decido abrir, no lo puedo creer, es mi madre.