Deseos

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Después de  una larga ausencia, regreso con una sorpresa, espero les guste y espero comentarios....

-Kagome hija, no puedes dar esa clase de espectáculos fuera del tiemplo. Si se quieren, bueno háganlo más adecuadamente en público.

-Perdón mamá, no es algo que tenía planeado hoy, o cualquier otro día.

-Entonces Inuyasha ya no se significa nada para ti?

-Claro que sí, pero como un hermano, hace tiempo que nuestra relación amorosa termino, nos dimos cuenta que funcionamos más como amigos que como pareja.

-Y este joven?

-Bueno, en primera, no sé, dudo que sienta algo real por mí, siento que es más una atracción física.

En cuanto dijo eso, el color de Kagome cambio a un rojo tomate, sin embargo Naomi solo le sonrió, recordando cómo se sentía estar cerca de su amor, el padre de sus hijos.

-No tiene nada de malo, los tiempos han cambiado, solo te pido que le preguntes, no me gusta verte triste, cuando te sientes así, el cielo se pone más gris que de costumbre, la lluvia huele diferente.

-Pasaba cuando era niña?

-Sí, ahora que lo pienso, cuando tu humor cambiaba el clima también lo hacía.

-...Extraño, en la época feudal también lo hace, pero con ayuda unos cuantos trucos se compone.

-Creo que nos desviamos del tema cariño, necesitas dejar las cosas claras, de acuerdo?

-Si mamá.

Naomi dejos sola a Kagome en la sala, ella tal vez no se había percatado de la presencia de Sesshomaru, pero Kagome si, le causo gracia ver a un Sesshomaru sorprendido cuando ella se giró para verlo.

-Querido Lord, es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

El demonio un parpadear ya estaba junto a la morena, tomándola de la cintura y sujetando muy cerca su cabeza.

-Lo siento mi lady, pero no pude evitarlo, más cuando tu madre inconscientemente me ha dado permiso para besarte.

-Ella no dijo eso.

-Lo hizo, pero aclaro que debíamos ser discretos en público, y ahora no lo hay.

Se acercó lentamente, disfrutando ver como Kagome entreabría los labios y cerraba lentamente los ojos, cuando termino con la distancia entre sus bocas, saboreo completamente sus labios, tentándolos con la lengua, pidiendo permiso para entrar, sin embargo hubo una ligera mordida de parte de ella, lo que provocó una ligera sonrisa de parte del Lord, pero al final lo dejo entrar, comenzando una guerra entre ellos, lenta y deliciosa, el aire comenzaba escasear, y sus respiraciones se escuchaban un tanto fuertes, cuando de pronto un carraspeo de garganta se escuchó, lo que provoco que Kagome empujara un poco a Sesshomaru, ya que este en ningún momento la soltó.

-Siento interrumpir hermana, pero debo preguntarte si iras al viaje o no.

-Viaje?

-Mamá no te lo dijo? El viaje es para tres personas, todo pagado por dos semanas a un crucero, y necesito saber si irán para reservar lugres aparte.

-No Sota, me temo que no iré, pensaba regresar mañana, no puedo irme tanto tiempo.

-No es necesario que regreses tan pronto, tu misma dijiste que te irías lo que fuera necesario.

-Si Sesshomaru, pero no te puedo dejar aquí, y dudo que te guste estar lejos mucho tiempo, además quiero ver a los niños, los extraño.

-Bueno hija, entonces nosotros nos iremos después de la cena, y perdona por no quedaron a disfrutarte, pero me queda poco tiempo y es algo que siempre quise hacer.

-No te preocupes abuelo, me encanta que se diviertan, y si es algo que tú quieres hacer, que mejor, ahora te digo que pienso llevarme unos cuanto pergaminos para estudiarlos allá.

Y así transcurrió la tarde hasta que la familia de Kagome partió, a ella no le importaba, al contrario, se alegraba de que ellos siguieran con su vida después de haber desaparecido por tanto tiempo, ahora lo que le preocupaba era la presencia del demonio y la fuerte atracción entre ellos, debía aclarar las cosas, esos sentimientos la volvían loca.

-Sesshomaru, necesito hablar contigo a...

No termino de hablar cuando los brazos de él ya estaban sujetándola de la espalda y la nuca, sus labios pegados, moviéndose tortuosamente, su aliento fresco era embriagador, mientras que a Sesshomaru el olor a canela lo mareaba cada vez más, nunca se cansaría de ella, sus manos no podían quedarse quietas, navegaban pos las curvas de ella.

Cuando se posaron en su trasero un leve gemido salió de sus labios lo que elevo la excitación en él, música para sus oídos, el aire escaseo, pero no estaba dispuesto en alejar sus labios de su cuerpo, sí bajo por el mentón hasta el nacimiento de sus pechos, la bruja no podía recordar que era lo que necesitaba decirle, se perdía en las sensaciones que le provocaba el demonio, cuando escucho la tela rasgarse supo que no había vuelta atrás, las garras de él eran el punto más erótico en ese momento, poco le importaron las palabras, necesitaba estar con ese demonio, se entregaría a él, sabía que pasara lo que pasara no se arrepentiría nunca, esta era una nueva etapa, de cambiar los tengo que, por más quiero... y ella quería que su primera vez fuera con Sesshomaru.

A él, le pareció que ella seguía teniendo demasiada ropa encima, con ayuda de sus garras desuso todo, dejándola desnuda ante sus ojos, aún seguían en la entrada de la casa, pero se le hacía imposible pensar en otra cosa que no fuera ella, le haría el amor donde fuera, se alejó un poco de ella para verla de pies a cabeza, su boca se abrió, era una diosa dispuesta a recibirlo, ella se sonrojo un poco pero su mirada era retadora, su excitación era bastante marcada, su olor a pureza inundaba la habitación, Kagome se movió rápidamente hacia él.

-Me parece injusto que tú aun lleves ropa, mientras haz hecho andrajos la mía.

Con esto ella se transformó, sus cabellos y garras crecieron ayudándola a rasgar y a volver inútil la ropa de él. Los labios del demonio se acercaron a la boca de la bruja, mientras sus manos navegaban por su cuerpo, memorizando todos los rincones de ella, bajando lentamente hasta sus pechos, metió un pezón a su boca, succionando y chupando, los gemidos se hacían más sonoros, alzándola la pego en la pared, Kagome entrado sus piernas alrededor de sus caderas, provocando que sus sexos se rozaran rápidamente por el rápido movimiento.

Un gruñido ronco salió de él, mientras su boca jugaba de pecho en pecho, su erección era realmente dolorosa, necesitaba entrar en ella, los líquidos de Kagome lubricaban su miembro cada vez más, sabía que su anatomía estaba listo para él, pero una punzada de duda le impedía hacerlo, de entre la nada, Kagome percibió esta duda y como pudo solo dijo.

-Hazlo... yo... t...ambien te necesesito... ahh

Y sin previo aviso introdujo su miembro hasta el fondo, no se movió, era consciente de que se había llevado su virginidad, ya que el olor a sangre se mezclaba con el deceso, pero se sentía tan bien estar dentro que comenzó a moverse lento, los cuadros de la pared se movían por las vibraciones de ellos, los jadeos de ambos crecían, sus respiraciones irregulares parecían como si hubieran corrido un maratón, los pechos de ella rebotaban deliciosamente por el pecho del lord, mientras ellos se besaban con una pasión y deseo profundo.

Ese momento era tan intenso que los aturdía, el tan ansiado clímax llegaba por ellos, terminando al mismo tiempo....

Un rígido del lord que pudo encerrar en na palabra -KAGOME

Ella entre temblores y ojos en blanco solo podía medio formular un... –Se...SSSSSSHHHH

Irremediablemente fueron a dar al suelo, de madera, aun conectados, ella sobre él, esperando que sus respiraciones se tranquilizaran, por ser la primera vez de ella, se quedó profundamente dormida, ya que la intensidad del asunto la dejo agotada, momento que aprovecho Sesshomaru para trasladarse a la habitación de ella, una vez en la cama, aun sin soltarla, ambos quedaron profundamente dormidos.



Buenas noches, espero les gustara este capitulo, perdón por la espera, hasta luego, las quiero 

Mi Hermosa BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora