parte 1

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Soy t/n y soy maquillista, muchos podría pensar que no es un trabajo o profesion real, pero para mí es más que eso.
Aún recuerdo con extraña melancolía mi adolescencia, esos momentos donde quieres cubrir el acné con maquillaje y afinar tus rasgos con iluminadores y contonrnos. Empecé a maquillarme desde muy pequeña y aprendí algunas técnicas en la práctica.
Cuando cumplí 18 años ya sabía lo básico, en ese tiempo aún estudiaba la preparatoria, sin embargo se presentó ante mi como un gran destello de luz un trabajo de medio tiempo en una estética, en la cual me mantuve por 2 años sin parar, me encantaba lo que hacía, pero había algo que me llenaba de alegria más que cualquier otra cosa; la sonrisa de todas esas chicas hermosas después de haberlas maquillado.
"Me dejaste hermosa" me decían con entusiasmo.
"Ya lo eras" contestaba sinceramente "Yo solo realce tu belleza"
Después de la preparatoria estudie en una academia de belleza por un corto tiempo en lo que otra gran oportunidad se presentó en mi vida.

Lunes 8pm
-T/n, tengo algo que decirte - Murmuró lastimosamente Lau, mi amiga más que mi jefa.

-¿Que pasó? No me asustes

-Nunca había visto a alguien tan talentoso como tu, por eso es que me duele tanto decirte esto pero es lo mejor para ti...- se quedó un momento inmóvil, como decidiendo que decir a continuación.

-Por favor ve al grano, esto me pone muy nerviosa- reí

-Encontre esto...- Lau puso ante mi una hoja impresa en hermoso color crema.

La nota decía en hermosa fuente de texto y diseño impecable:
"Se solicita maquillista
$10,000  mensuales
Seguro social
Hospedaje y transporte
Requisitos:
Mayor de edad
Disponibilidad de horario
Posibilidad de viajar"

Fue a lo que leí primero y lo único que fui capaz de asimilar.

-¡Es increíble! - exclamé - ¿¡10 mensuales!? ¡Es una locura! ¿¡A quien voy a maquillar al Papa!?

Lau sonrió y se acercó a mi para darme un abrazo.

-Pero...¿Y si no consigo el trabajo? Y odiaría dejarte sola- ¿Cómo las personas se pueden olvidar de los momentos preciados en tan solo unos segundos?

-No digas tonterías, obvio quedarás y vete de una vez detesto a muerte las despedidas - Lau retrocedió y puso sus manos en mis hombros como gesto maternal- hablé por ti, mañana tienes que ir a una audición a mediodía.

Lau metió un papel doblado en la bolsa trasera de mi pantalón, con lo que supongo que era la dirección y salió del salón con ese elegante movimiento de cadera tan característico en ella.

Siempre estaría infinitamente agradecida con ella y más adelante si me quedaba con el puesto le traería un enorme regalo.

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Martes 11:50 am
Llegué a la dirección que estaba apuntanda en el papel, salí de mi casa con mucha anticipación porque quería ser una de la primeras en llegar pero no fue así; el lugar no era especialmente diferente, me sorprendió bastante que fuera simplemente una bodega. Afuera del gran portón se desprendía una enorme fila. Me imaginaba encontrarme con unas 6 candidatas, pero podía afirmar que eran más de 59.
Segun yo me había arreglado bastante bien, el maquillaje no era excesivo pero si resaltaba; hacía algo de frío así que no me atreví a llevar vestido y lo cambie por una gabardina blanca y pantalones formales, pero al echar un vistazo me encontré con toda clase chicas, cada una más arreglada que la otra. No puedo decir que no me dio un poco de inseguridad.

Antes de poder preguntar o hacer algún movimiento, el portón se abrió con un brusco sonido.
Un señor de gran complexión salió de entre las sombras. Por lo lejos que estaba no podía verlo con claridad.

-Me alegro que sean puntuales - dijo el hombre a través de un megáfono- mi nombre es Paul, muchas tal vez de conozcan. Soy un diseñador de modas famoso y por el día de hoy, su entrevistador.

Me tuve que unir a una ola de aplausos.

-Bien, la primera prueba puede que les parezca tonta, pero es muy necesaria. La imagen personal habla mucho de ustedes y si hoy no se vinieron con su mejor atuendo, lo siento pero se irán a casa. Examinaré minuciosamente a cada una de ustedes. Que la chance soit avec toi. (Que la suerte te acompañe)

-Carajo- exclamé en voz alta al ver cómo las chicas comenzaban a pasar una por una. Ahora me arrepentía por no haberme traído ese vestido.
»Tu atuendo no está tan mal«
»Te ves bien, tranquila«
»Hay chicas que se ven peores« »uf no ¿Por qué estoy pensando en cosas tan desagradables? Todas las chicas se ven increíbles.«

Una mano se poso en mi hombro despertándome de todo el enjambre de malos pensamientos.
Era una chica de hermoso cabello rubio, tez tan blanca como la nieve y tal vez tan fina como la porcelana. Pocas veces había visto a alguien tan hermoso.

-¿Estás nerviosa?

-Si, un poco. ¿Y tú?

-Es imposible no estarlo

La fila avanzaba rápidamente, 1 de cada 5 chicas se quedaba dentro y las otras 4 se iban entre enojadas y tristes.
Cuando llegó mi turno, el hombre que ahora podía verlo más claramente me miró de pies a cabeza.

Paul Halfield ¿Cómo no lo reconocí?, era uno de los diseñadores más sobresalientes de Francia y del mundo en general. A pesar de que ya estaba un poco entrado en años era muy atractivo.

Paul me miró fijamente a los ojos esperando tal vez que bajara la mirada, pero use toda mi fuerza para no hacerlo y si me iba a expulsar, al menos irme con la frente bien en alto.

El hombre sonrió y me extendió la mano hacia adentro de la gran bodega .

—Aquí es algo muy prestigioso así que se pueden retirar las que no están comprometidas—dijo en un tono de voz muy alto—alguna de ustedes se graduó en alguna academia de maquillaje
Solo 10 personas contándome a mí levantaron la mano.
—Las que no, gracias por su tiempo—
Salieron diciendo maldiciones entre dientes.
—Quien de ustedes tiene disponibilidad en tiempo— dijo el señor como el ceño fruncido — disponiblidad, me refiero a estar aquí, incluso si es media noche.

Cómo me lo esperaba solo la mitad levantó la mano.

—Las demás, gracias por su tiempo—prosiguió—las 5 acompañenme
Nos llevó hasta unas sillas con maniquíes
—Tienen que maquillar a estos maniquíes como la foto de a lado, cada quien tiene una foto diferente, traten de agregar detalles, y ser únicas . La que lo haga en menos de una hora está adentro — indicó

Yo me senté en una de las sillas de atrás para pasar desapercibida, vi la imagen y se me hizo pan comido yo era excelente en esto, y más si tenía que maquillar a un hombre.

—Bien...1...2...3 — exclamó el hombre — ¡Ahora!

Tome el maquillaje y lo hice con calma .
Una regla muy importante de una maquillista, es NO usar exactamente los mismos tonos o maquillaje de la imagen, sino algo que pida resaltar a la persona, en este caso, el maniquí, está blanco así que uso colores claros o colores fuerte, una de dos.

Terminada la seción el señor reviso el trabajo.
Tenía miedo del resultado, suspiré y mordí mi labio inferior tan fuerte que casi me sangra.
—La que se queda es—

Cruce los dedos.

—T/n—
—¡Yes!—
—Las demás pueden irse— sonrió — gracias por su tiempo
Espero a que las chicas salieran, se giró hacia mi y dijo sonriente.

—Primero que nada debo explicarte—
Asentí con la cabeza
— Vas a "arreglar"a 5 chicos,no puedes hablar y mucho menos coquetear con ningúno o serás despedida, ganaras acordé a tu desempeño y tienes que estar disponible cada que se te diga o serás despedida¿Ok?—

—Si,prometo comprometerme — dije exaltada — ¿Cuando inició?

—¡Hoy mismo!—
—¿¡Hoy!?—
—Primera—
—Lo siento—
—Te mostraré tu lugar de trabajo, solo ven a lo que vienes— explico — tu solo eres la maquillista, nada más ¿Entiendes?

Me llevo hasta un salon grande lleno de planchas y demasiados maquillajes espejos y cinco sillas alrededor.
El sueño de toda una maquillista.
Se abrió la puerta del salón...entraron 5 hermosos chicos como angeles, mi corazón se aceleró...que bonitos chicos...digo trabajo...

¿soy yo? txt y tu /TERMINADA/Where stories live. Discover now