Harry Potter Y El Cliché Interdimensional (sin editar)

Capítulo 2

— Te quiero, te quiero como no he querido a nadie.

Summer intentó evitar que una sonrisa iluminará su rostro, pero se le fue imposible.

— ¿Se puede saber por qué te demoraste tanto en decirme, pedazo de imbécil?— preguntó, intentando ser seria, cosa que tampoco le funcionó.

Fred sonrió.

— Porque cuando te despediste tenía miedo de decirte la verdad. De abrirme y que te fueras. No sabía que te recordaría, de haberlo sabido, creeme que ese día habría terminado muy diferente.

Summer y Fred compartieron una mirada coqueta llena de chistes no aptos para todo público.

La pelinegra se secó rápidamente las lágrimas que amenazaban por rodar por sus mejillas y se lanzó a abrazar a su pelirrojo. Abrazo que no tardó en terminar en varios besos.

Y es que la joven Black apenas podía contener su felicidad, preguntándose si realmente las autoras serían tan crueles como creía.
Al fin y al cabo, en aquella dimensión no solo había encontrado una nueva familia, si no en aquella nuestra de afecto, logró limpiar buena parte de sus miedos.

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Molly, finalmente, decidió ignorar las ideas de Harry sobre conocer a las nuevas chicas de forma personal y con un par de aplausos y gritos lo suficientemente altos, logró que todas se pusieran en círculo para seguir con la rutina.

Por suerte, las Potter parecían mucho más calmadas que las Weasley o las Black.

Quizás esto no sería tan malo.

— Me llamo Emma Lillian Potter Evans...- comenzó la primera, y Molly sintió como ya dejaba de interesarle.— Y sí, soy la hermana de Harry Potter.—hizo una pausa dramática esperando que el público reaccionara.

— Eh... Sí, ya lo sabemos cariño.— dijo Molly.—Por favor, continúa, tenemos una larga fila.

— Soy de Gryffindor, mejor amiga de Hermione Granger, la mejor cazadora en 50 años. Tengo el rostro de mi madre y los ojos de mi padre...

Summer rodó los ojos al escuchar esto.

— Linda, te estamos viendo, no es necesario que te describas físicamente.— exclamó.

Emma esbozó una sonrisa de disculpa.

—También sobreviví al Avada Kedavra de Lord... Quiero decir, el Innombrable, solo que me dejó una cicatriz en la muñeca... Fui criada en un orfanato hasta que Hagrid vino a rescatarme. Desde entonces vivo donde los Dursley y les gasto bromas constantemente que Harry me cubre.
Estoy saliendo con Fred Weasley y por eso heredé el mapa.

Summer fingió ofenderse y miró al pelirrojo.

— ¿Tenías pensado contarmelo o seguirías ocultandolo, Frederick?— preguntó.

— ¡Fue una cosa de una sola noche! — exclamó el Weasley — ¡Te prometo que no significó nada! ¡Además! ¡Ni siquiera la recuerdo!

La pelinegra se llevó una mano a la frente de forma dramática.

— ¡No lo recuerdo!— repitió— ¡Esa es tu excusa para todo! Pero tus excusas no sanan las heridas que le hiciste a mi corazón...