La caída de un Rey

Parte 6 Fin

¿Qué es el amor? Sale de tus labios...

Ahí, a tus pies, con tus pequeños brazos alrededor de mi cuello y tu aroma llenando mis pulmones, sintiéndome vivo una vez más... sintiéndome completo ahora que mis brazos te pueden estrechar, ahí, es donde se forma mi respuesta...

-El amor-Comienzo, mientras te sostengo lo mas cerca que puedo- El amor es saber qué aunque el camino de mi vida sea diseñado para ir solo, tu terquedad se hará un espacio en contra de todo pronóstico y caminaras a mi lado. El amor, es querer destripar a un gato enano solo con el pensamiento cuando me doy cuenta de que te mira con la devoción que solo debería estar en mis ojos. Amor es querer hacer que Tsukishima se trague sus palabras, ya que lo nuestro no es una cadena que te ata... sino unas alas que te liberan.

-Amor es querer desesperadamente que me creas, que me aceptes nuevamente. Aunque todo esto también podría considerarse egoísmo...posesión...deseo...anhelo....-

-Amor... es poner a tus pies los pedazos que quedan de mi. Te doy todo lo que soy. Un ser devastado por sus malas decisiones y errores. Estoy roto, así que pedazos, trozos de mi son lo único que puedo ofrecer.

Me quedo en silencio, esperando, rogando que esta definición de AMOR sea suficiente para que me permitas llamarte mío nuevamente...siendo esto lo único que se me ocurre-

Tus brazos se separan lentamente de mi, como si quieras alejarte. Mi corazón da un vuelco y se prepara para el rechazo... Miedo, terror mas bien es lo que me paraliza, al creer que aun cuando puse mi corazón en la respuesta a tu pregunta, me vayas a dejar. Pero, en lugar de hacer eso, tomas mi rostro y haces que te mire a los ojos. Esos ojos que me miraban con amor cuando era un completo imbécil. Esos ojos llenos de ese brillo que, muy tarde entendí, iluminaban mi oscura existencia.

-Quisiera- Dices de repente- Poder ver tu alma, para estar seguro de esto. Se que te dije que no quería pedazos, sino un todo, pero fueron esos pedazos de ti los que me enamoraron. Pero... no se si soy lo suficientemente fuerte como para dejar que me uses nuevamente. El amor, he entendido, aunque es infinito...también se cansa.

"Cansado" Él se siente cansado. ¡Demonios!

-Hinat- No me dejas terminar. Tus labios están sobre los míos. Me besas con una extraña mezcla de pasión, dolor, ternura... experiencia

Experiencia...

Ese estúpido gato morirá de forma lenta en cuanto termine de disfrutar de este delicioso y sorprendente beso

-Dime que el estúpido gato no te toco un solo pelo, dímelo por favor o me convertiré en homicida- Tus ojos brillan con picardía, aunque aun tienen un deje de desconfianza en ellos

-Mmmm... Yo no miento nunca, Kagueyama-kun-

Tu actitud me desconcierta por completo. No se si has aceptado lo que dije, o si por otro lado tus palabras eran un rechazo contundente. Maldita sea, esta tontería de amar es tan problemática, pero aun en contra de mi propia voluntad, se ha vuelto necesaria.

Los celos son una bestia salvaje en mi cabeza, mis ansias de tenerte solo para mi están jugándome una muy mala pasada en este momento, haciendo que mi instinto me apremie en tomarte en brazos y llevarte hasta mi cama, tomarte como no pude hacerlo ese maldito día. Darme la oportunidad de amarte con la intensidad que ha sido alimentada todos estos días en los que me he visto privado de tu toque.

-¿Qué es lo que pasa por tu cabeza en este momento, Kagueyama?-Siempre ves a través de mi, sin necesidad de que mi estúpida boca hable para arruinar mas las cosas- Te ves como si quisieras encerrarme- Maldición! ¿Tanto se me nota?