Apartamento Compartido II

Sin pasado

Entro en el local de Jin y sonrio a Ikkaku junto a la barra.

-Hey, precioso.- Dice intentando rodear mi cintura pero lo esquivo dejandole claro con la mirada que no tengo ganas de juegos.

-¿De mal humor?- miro a Jin acercarse con un par de copas y me ofrece una pero niego con la cabeza haciendo que me mire sorprendido.

-¿Quien hay hoy?- Pregunto mirando el local y reconociendo algunos de mis clientes. Uf, dos de ellos son de los que les gusta follar y hoy paso de abrirme de piernas para nadie. De hecho... creo que debería plantearme muchas facetas de mi vida.

-Tienes para elegir aunque creo que te vendría bien una de estas.- Dice dejando la copa a mi lado. Yo la miro y me lamo los labios. En realidad me apetece mucho tomarmela pero sé que si empiezo con una, luego querré otra y otra y terminaré sin recordar media noche.

-Esta noche no me apetece beber.- Le digo viendo como me mira serio para luego comenzar a reirse.

-¿Que no te apetece?¿Pero de donde vienes, de alcoholicos anonimos? Solo es una copa, Sen. Tu preferida. Te relajará y te ayudara a atender a tus clientes mejor.

-¿Es que insinuas que solo soy buen acompañate cuando bebo?

-Mejor no, pero mas divertido, si.- Dice Ikkaku haciendo que lo mire con cara de pocos amigos.

-Paso.- Digo cogiendo mi chaqueta y pasando junto a Jin. Siento como me sostiene del brazo y me detiene girandome.

-¿A donde vas?

-A casa. Hoy no estoy de humor para trabajar.

-¿Que no estas...? Venga ya, Sen. Este es tu trabajo.- Dice acorralandome contra la barra.- ¿Es que te han estado comiendo el coco?¿Vas a dejarlo todo y volver a ser un crio consentido que solo hace llorar por su novio muerto?

Yo jadeo cuando menciona a Zan pero al momento siento como me acaricia el rostro sonriendome. Esa sonrisa es venenosa y lo sé, pero no evito que me bese los labios hasta lamerlos y penetrarme la boca lentamente.

-Vamos, Sen.- Susurra junto a mi oido.- Hazme caso y dejate llevar. Relajate y olvidate de todo. De tus hermanos que solo se preocupan por sus propias vidas. De tus problemas economicos. Sabes que si no trabajas no cobrarás y ¿como piensas pagar el apartamento en el que vives?¿Se lo pediras a tus hermanos?- Veo como se acerca la copa hasta sus labios y toma un sorbo para luego acercarse hasta mi boca y besarme, traspasandome parte del liquido.

-Rico ¿eh?

-Si.- Le digo sintiendo como mi corazon palpita a mil.

-Sen. Yo solo me preocupo por ti. Por lo que realmente necesitas.- Dice poniendose una pastilla en la punta de la lengua y acercandose para volver a besarme. Puedo sentir como la pastilla se deshace en nuestro humedo beso y cuando me separo de él puedo sentir como todo mi cuerpo comienza a vibrar.- Olvidate de todos, Sen. Olvidate de todos y entregate a mi...

Sí... puede que tenga razón... Jin es el unico que me aporta verdaderos momentos de tranquilidad. Sin dolor. Sin preocupaciones. Sin ningun tipo de problema... lo siento, Souji nii san. Esto es lo que soy...

***Kenryu***

Me estiro en mi silla cerrando los ojos unos segundos. Dios, estoy molido. Miro la pantalla de mi ordenador y sonrío satisfecho por haber terminado mi columna a tiempo para la edición de mañana.

-Ryusei.- Me giro y veo a mi editor haciendo aspavientos con las manos para que me de prisa. Le doy a enviar y levanto el pulgar para que vuelva a entrar en su despacho.

Tras apagar mi ordenador y recoger mis notas me pongo la chaqueta y me asomo a su oficina.

-Jefe, me marcho.