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Abrazó al cuerpo duro a su lado, puso sus oídos en ese pecho y con sus labios encontró la mejor carne para darle una leve mordida.

-Auch Jimin... -se incorporó para ver lo que el salvaje omega le había hecho -Puedes acariciarme y tocarme, pero no morderme -el rubio solo reprimió una sonrisa a los ojos del alfa que buscó acariciar esa formada cadera sobándola con las yemas de sus dedos por la ternura que le transmitía el omega, acarició hasta topar con las nalgas que apretó y posteriormente sus labios se encontraban uniéndose como siempre.

El omega recibió ese beso acariciando suavemente los brazos del alfa que lo tenía sujeto, rompió el beso sonriendo al ver la cara del pelinegro -Gracias por estar en mi celo Jungkook...

El pelinegro lo abrazó metiéndolo en su cuerpo a lo que Jimin se acomodó en ese caliente espacio para que el alfa lo apreciara. Nadie como su mejor amigo para pasar su celo, él lo trataba bien y lo hacía sentir perfecto. En su confundida mente se le cruzó permanecer así por siempre, ser algo más que amigos, pero rápidamente se esfumó por no ser el uno del otro, eso creía.

Acarició la dura piel del alfa queriendo marcar su aroma en su cuerpo, tanto como el pelinegro siempre lo hacía en su piel, ese aroma que alejaba a todos los pervertidos alfas de la Universidad y lo protegía al mismo tiempo.

Jungkook su fiel amigo, él único en el que podía confiar en esta vida, sabía que el pelinegro no le fallaría.

Se quedaron en la cama unidos de una forma intima que creían como parte del sexo, Jimin cerró los ojos para dormir en el pecho del alfa aprovechando que fuera su último día de celo.

-Eres como un bebé... -le dijo acariciando la suave piel del omega.

El omega lo mordió ligeramente -No soy un bebé... Me vuelves a decir que soy un bebé y te morderé más fuerte.

-Es que eres tan suave, tu piel es bonita. Así como esas mejillas que te traes -pasó sus dedos en una del omega que se removió a ese tacto -¿Ves? -el omega lo volvió a morder e ignoró el resto para poder dormir.


*

Las semanas pasaron rápidamente y muy pronto los buenos amigos se separarían. El omega tenía preparado todo lo necesario para ir a las prácticas en la isla Jeju, rentaría con unos colegas que se encontraban allí y compartirían los gastos de sus necesidades, aun con la preocupación de Jungkook que este con otras personas en la misma casa, pero lo tranquilizó al decirle que tomaría bastantes precauciones y le llamaría si algo pasase.

No era todo lo que Jimin tenía preparado, también tendría una sorpresa para Jungkook, su agradable amigo que lo había ayudado en sus celos, estaba nervioso y avergonzado, pero lo creía necesario para agradecerle. El celo del alfa estaba cerca, podía sentir su delicioso aroma a chocolate un poco más concentrado.


Se sentó en su cama nervioso de lo que podría pasar, aunque ya se hayan acostado varias veces, pero en esa era especial al tratar de complacerlo por todo lo que había hecho por él, sus dedos se humedecían mientras veía el celular esperando la llamada de Jungkook avisando su llegada a su casa, lo estaba esperando ya hace varias horas desde que el pelinegro lo llamó con una voz ronca y seductora propios del despertar de su celo pidiendo que lo ayudara y él como buen amigo le dijo que fuera a su casa.

Fue a su cuarto para quitarse la bata de baño y ponerse una playera blanca que le llegaba a los muslos, sacó unas medias negras que se había comprado y se las puso, mismas que le llegaban a la mitad de los muslos, estaba un poco avergonzado por mirarse en el espejo con esos atuendos tan femeninos, pero él algún día quería probar usarlos con un alfa, Jungkook era el indicado para verlo sin juzgarlo.

Caminó en el cuarto prendiendo una vela para perfumar el lugar, acomodó lo que había preparado de comer en la mesita y por último se sentó frente a su espejo para medio rizarse los cabellos y ponerse un poco de maquillaje. No era como todos los demás días, era diferente y se sentía un poco nostálgico que mañana a primera hora tomara el tren a Jeju, extrañaría a Jungkook, pero soportaría esos meses hasta que se vuelvan a encontrar para apoyarse mutuamente. El celular sonó haciendo que saltara por el susto, fue a tomar la llamada y de inmediato esa voz que conocía habló.

-Jimin estoy afuera, ábreme por favor... -se escuchaban dolido, cómo se le ocurría pasar todo el día en la universidad con su celo desatado y solo con unos supresores tomados.

-Si, ahora te abro Jungkook -colgó la llamada y caminó decidido hasta la puerta, quitó el seguro y tecleó la clave para encontrarse con su amigo con mejillas rosas y un leve sudor en su frente. El pelinegro al verlo abrió los ojos más de lo que podía hacer, se sintió nervioso y desconfiando que se vea bien con esas prendas por lo que su mano agarró la playera bajándola más.

-¿Jimin? -caminó lentamente hacia él omega más sexy y dulce que se hubiera topado. Jimin se veía nervioso al taparse los muslos que parecían tener unas medias o mallas, no sabía muy bien, pero estaba seguro que lo descubriría, paseó su vista en el cuerpo del rubio, así como en su rostro, estaba perfecto de los pies a la cabeza, no duraría en correrse antes de un minuto. Ese ligero aroma manzanas en el aire lo estaban tentando como nunca, avanzó más rápido hasta acorralarlo atrás de sillón, lo encarceló con sus brazos para mirarle a los ojos.

-¿Qué... es esto Jimin? -respiró con dificultad a tener a ese tentador omega. 



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Hola Hola pequeñxs 

JUJUJU

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Rabitta

¿Qué somos? (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora