𝕮𝕬𝕻 3.

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TN.

Eso fue muy extraño. JungKook primero me trató mal solo por tropezar con él. Segundo, me grita en plena  y ahora me ¿besa? Es decir, ¿Quién lo entiende?—enumero cada acto pasado. 

Apagué el televisor, lavé los platos, cerré la casa y subí las escaleras. Luego, realice todas mis tareas, así que me dedico a dormir.

—¡Ahg!—grité.—¡¿Quién carajos es?!—grité fastidiada porque no me gusta que me despierten.—¡¿No me vas a responder?!—grité.

Me senté en la cama y revolví mi pelo—Ahg, cierto, ¿Cómo me va a escuchar si la puerta está abajo y yo estoy arriba?—me pegué en la frente con la palma de mi mano.

Mientras iba bajando, tocan la puerta más fuerte, me dirigí a la puerta, miré... ¡No!

¡¿Qué hacía él aquí?!

—¡Ya voy!—mierda estoy desarreglada, no me puede ver en estas fachas.

Subí corriendo las escaleras, me cepille y me peine, de nuevo, baje corriendo.

Mierda, me he caído, tropecé bien feo.

—¡Agh mi pie!—gemí de dolor.

—Oye, ¿Qué te pasó? ábreme la puerta.—dijo él detrás de la puerta.—Te quiero ayudar amor.—mierda.—Ábreme...— alargó.

—Espera.—me arrastré como una serpiente.—Dame cinco minutos.—traté de levantarme.—¡Agh!—me dolió como la madre.—No puedo pararme.—dije.

—Pero déjame ayudarte, ábreme.—dijo.—Si lo haces, es más fácil.—toca la puerta.—¿Me pasas las llaves?—dijo.

—No, ya voy llegando, espera.—alcancé la manija y abro.

—¿Hola, cómo estás?—le sonrío.

—¿Qué haces ahí?—me pregunta exaltado.—Déjame ayudarte.—dijo burlonamente.

—Respondiendo a la primera pregunta, quise besar el piso, por eso estoy aquí.—me mira serio. Dejo mi broma para otro rato.—Me caí y pues me doble el pie.—dije.—Además, no me puedo parar, me duele mucho.—señalé mi pie malherido. 

—Ay pobrecita.—hizo puchero.—A ver te cargo, uno... dos... y tres.—wow.—No pesas nada ¿Eh?—dijo sonriendo.

Subimos las escalera, casi nos caemos y reímos a carcajadas, abro la puerta de mi cuarto y entramos.—Aquí te dejo princesa.—me dijo con un brillo en los ojos.—Bueno, vine a tu casa a charlar, llevábamos rato que no nos veíamos.—dijo.

—Ay que tierno eres Min.—le dije y me miró con su típica mirada. Sonríe.

—Amo tu sonrisa YoonGi.—se ríe por mi comentario.—¿Qué? Si es la verdad, tu me gustas, yo te gusto, que sencillo es.—dije con burla y una sonrisa.—Conste que yo solo digo la verdad.—alcé las manos de forma divertida. 

—Si corazón como digas.—ríe. Me palmeó el hombro.

—¿Cómo te va en la universidad?—preguntó.

Dejé de sonreír y mi humor cambió.

—Pues no muy bien, solo... no quiero hablar de eso.—dije un poco triste.— Solo cambiemos de tema, por favor Azúcar.—lo miré con cara tierna.

—Bueno.—se incomodó un poco. Pasó su mano por su pelo. 

—Dime una cosa.—pregunta.—¿Qué te tiene así de mal?—preguntó.

—Pues...—no alcancé a responder por el sonido de la puerta.—Mierda, ¡¿Es que les gusta mi puerta o qué?!—pensé en voz alta.

Me paré de la cama con cuidado por mi pie, conté cada paso que daba y llegué a la puerta, la abrí y vaya sorpresa que me llevé.

—Hola TN.—me dijo sonriente y con sus manos en los bolsillos.

—Jung-JungKook.—dije sorprendida.

Este hombre cómo me tenía hipnotizada.

—Oye Linda, ¿Quién e...?—SuGa quedó con la palabra en la boca al ver a JungKook.

—¿Qué haces aquí?—dijeron al mismo tiempo.

—Es mi novia.—responde JungKook.

—Es mi chica.— dijo Min.

Lo dijeron al mismo tiempo. 

Yo sorprendida por las dos confesiones, se acercaron a pasos rápidos y yo como toda enana me quedé en el medio.

—Chicos cálmense.—río nerviosa. Coloqué mis manos en sus pechos evitado que se pelearan.

—Tú solo cállate y déjame partirle la cara a este imbécil.—dijo Suga.

—Vamos a ver quién sale perdiendo.— dijo esta vez JungKook con su voz seria. 

Me alejé de ellos y fui a la cocina a buscar dos sartenes, regresé a la sala corriendo porque escuché un fuerte golpe que hizo que me alertara, llegué y me quedé estática por lo que acababa de ver.

—¡No!—mi grito salió agudo.

°Bella~ 🥀.

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Caí en tu juego [J.JK & TN] Editando...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora