Él lloraba cada noche mientras miraba la luna a través de su ventana, viendo al mismo tiempo su mano izquierda ya que el dedo meñique tenía un hilo dorado atado en este.
Su madre le había contado desde que tenía memoria unas historias de personas que estaban predestinadas a reunirse y ser felices. Así como también que aquellos con una unión dorada, significaban que la pareja era una divinidad como los de los libros de cuentos. Fue debido a ello, que más de una vez hallaba entretenido el hojear dichos tomos que su progenitora tenía para buscar aquella famosa persona, siendo este un método de escape que tenía de la realidad para olvidarse del maltrato que recibía por parte de su padrastro solo para cuidar a su cariñosa madre.
Su temprana edad no era un impedimento para que su mente reconociera el peligro que representaba el hombre que insultaba y golpeaba a su persona. Mucho más peligro que aquellos seres que veía cuando iba a viajes con sus compañeros de escuela o en sus momentos de jugar junto a su madre en los parques. Era a causa de Gabriel Ugliano que él, desde pequeño, oraba sin cesar a su pareja destinada por ayuda. Una ayuda que ni siquiera era para él, sino para su preciada madre, a la cual había visto una vez a escondidas usar ropas oscuras y con mangas largas para ocultar los hematomas que recibía también.
Sus plegarias continuaron ininterrumpidamente durante, días, semanas, meses y años. Llegando a incluso tironear del hilo como si esperase recibir alguna respuesta, solo para ver cómo la unión no reaccionaba. Nunca se cansó de esperar para percibir alguna señal, sintiendo solamente por momentos una vaga ira y desprecio por parte de su enlace, como si un pulso le tradujese ese mensaje a su cabeza.
Es por eso que él lloraba actualmente al mismo tiempo que se dejaba engullir por la oscuridad infinita de la noche en la cabina que pertenecía a su padre en el Campamento Mestizo. Derramaba lágrimas porque había perdido toda esperanza por su pareja cuando atestiguó el momento en que su madre fue arrebatada frente a sus ojos. Sollozaba porque una furia crecía en su interior, llevándolo a sentir un desprecio que superaba con creces al que más de una vez sintió a través de su unión.
Ese fue el motivo por el cual un dios del vino, un entrenador de héroes, un sátiro y una hija de Atenea fueron testigos en el momento que Percy Jackson usó a Riptide para cortar el hilo, dejando caer muerto el extremo de su pareja mientras la otra fue envuelta alrededor del meñique.
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Ella despreciaba cada día mientras miraba un pequeño lago en el bosque, viendo al mismo tiempo su mano derecha ya que el dedo meñique tenía un hilo dorado atado a este.
Desde el instante que apareció el enlace durante una reunión en el Concejo Olímpico, ella no sintió nada más que asco al saber que su voto de castidad sería roto por alguien. Afrodita no se mantuvo callada y exclamó agraciadamente por el milagro que había ocurrido, relatándole sobre las miles de personas que estuvieron unidas a través del tiempo, siendo que solo unos pocos fueron bendecidos para estar con un dios, señalando como ejemplo obvio a Dionisio y Ariadne. Lo cual terminó por revolverle más su estómago.
Le fastidiaba sin cesar que sus cazas fuesen interrumpidas por suaves susurros que el viento soplaba en sus oídos, como si fuese un niño pidiendo auxilio, lo que le hacía perder el objetivo ya que su presa escapaba y la flecha argentada quedaba enterrada en el suelo. Acción que sorprendía siempre a sus allegadas, pero que se mantenía en silencio por respeto.
Los murmullos siguieron sin detenerse por largo tiempo, llegando incluso a tener que cuidar de sus movimientos cuando unos tirones le provocaban errores con su cuchillo. Era por ella que nunca respondía a la comunicación tácita, enfocándose en enviar una oleada de furia e indiferencia a través de la unión, sorprendiéndose cuando a cambio recibía añoranza y cariño.
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Only one
RomanceUn hilo atado a los dedos meñiques de las personas indican que estan destinadas a juntarse. Pero esto no siempre es así. No todas las historias tienen que ser de amor. No todo tiene un final feliz. Menos si hay griegos de por medio. ONE-SHOT