Baby Kiki ➵ Wonki

10; Escondiéndonos

Los padres del pequeño sentado en el sofá, decidieron ponerse firmes con su hijo. Kihyun los veía atento, la sonrisa caída y los párpados levantados, elevó su rostro sin saber qué pasaba. Sus padres parecían enojados.

De hecho, sí sabía lo que pasaba, sólo que no le venía en gana reconocerlo.

–Kihyun, te lo preguntaré una vez más. –Articulizó la drástica madre del pelirosado. –¿Cómo rayos te hiciste esa marca?

–Mami, no lo sé, sólo me estaba rascando el cuellito y esta marca apareció. –Respondió Kihyun haciendo muecas de tristeza e inflando sus mofletes.

–Kiki, bebé, dímelo por el amor de dios. –La mujer se le acercó, arrodillándose frente a él. Kihyun carcajeó para sus adentros, pero aquella máscara de sensibilidad que era su rostro denotaba mucho inentendimiento.

Kihyun negó como si lo que estuviese diciendo fuera verdad pura.

–Papi...–Miró a su padre lo más intimidado posible y éste reaccionó. No quería ver la cara de su hijo triste y asustado, sin saber qué hacer.

Y como era de imaginarse, los padres de Kihyun decidieron creerle, confiaban plenamente en su pequeño y único retoño, no podían pensar mal de su Kiki.

Hoseok estaba parado todo el tiempo en un rincón de la estancia, con un sudor bajando por la esquina de su frente y los nervios carcomiéndole. Era él, él había sido culpable de esa marca en Kihyun. Felizmente, el pequeñajo había mantenido la boca cerrada. Podía respirar tranquilo.

Luego de aquel incidente, los padres de Kihyun lo invitaron a quedarse a almorzar, lo cual aceptó, aún si ya no quisiera permanecer en esa casa.

Todos sentados en la mesa del comedor, comiendo deliciosamente de un platillo preparado por la señora Yoo, permanecían silenciados. Bueno, sólo Hoseok y Kiki, pues los mayores conversaban. El rubio podría haber participado de la amena conversación si no fuese que la mano de Kihyun estuviera tocando sus partes por debajo del mantel.

Hoseok intentaba comer todo antes de que Kihyun fuera más lejos. La palma del menor frotaba su pierna muy lento, y se sobresaltó cuando aquella pequeña manito se acercó a su entrepierna. Volteó a ver al contrario, y éste comía tiernamente como si no pasara nada malo. El menor no lo miraba pero sí reía disimulado, Kihyun era todo un desvergonzado.

–¡Ya terminé! –Exclamó Hoseok llamando la atención. –Muchas gracias. –Los mayores miraron comprensivos y con una sonrisa de oreja a oreja. –Si me disculpan, voy a hacer mis tareas.

Los señores Yoo asintieron y él se paró zafándose del intenso momento. Con la respiración agitada, se dirigió al baño.

–También quiero lavar mis manitas. –Habló el pelirosado, Hoseok maldijo cuando escuchó eso y se adelantó a avanzar más rápido.

–Ve cariño.

"Me cago sobre tu ternura Kiki"

Entró al baño, pero unos pasos ya lo estaban alcanzando y no pudo cerrarlo a tiempo. Era Kihyun quien también entró con él.

Kihyun cerró la puerta rápido y se lanzó a besarlo con fogosidad, rodeándole el cuello. Hoseok cedió, abrazando al menor por la cintura.

Kiki se sobaba desesperado, el mayor podía sentir la excitación de su glande.

–H-hyung...házmelo ¿S-si? –Pidió el más bajo separándose, su rostro reflejaba la necesidad de que lo follara. –Por favor...

–¡Mierda Kiki! –Hoseok miró hacia otro lado sin saber como responder. No podían hacerlo ahí, en ese justo momento, cuando los señores Yoo estaban presentes.

–¡Vamos~! Dije por favor...–Recordó el menor con un puchero inolvidable. Kihyun comenzó a besarle el cuello.–Además, tú dijiste que harías lo que fuera por mí si no les decía.

–Pero ahora no...–Trató de convencer al contrario.

–¿Crees que me daré por vencido si no haces lo que te ordeno?

–No pero...

–Kiki quiere saber si sueles cumplir con tus promesas, hyung. ¿Acaso eres un mentiroso?

Hoseok suspiró.

–Kihyun, no me hagas esto..

–Y tú no me dejes excitado justo ahora.

Hoseok soltó la toalla, en sentido metafórico. Aseguró la puerta y apegó a Kihyun a la pared del cuarto de baño.

–Muy duro, p-por favor. –Kihyun pidió amablemente.

–Será rápido. –Luego beso al menor.