Recibí un mensaje de Martha a las 10 de la noche, mientras terminaba de revisar mi maleta.
“No te imaginas lo nerviosa que estoy, Lily. Aún no he terminado de hacer las maletas, ¿cómo vas tú?”
“Yo también estoy nerviosa. Terminando de revisar mi última maleta”
“Mañana nos vemos en el aeropuerto a las 7 am”
“Okay, no llegues tarde”
“Descuida”
“Te dejo, voy a seguir con lo mío x”
“Adiós, Emily xo”
Me llamaba Emily solo porque sabía que no me gustaba mi nombre. Martha es mi mejor amiga desde que empecé la secundaria, hemos estado juntas desde entonces.
¡Lily! - gritó mi madre desde la cocina - ¡Baja a cenar!
Ya voy – dije no muy alto.
Cerré la puerta de mi armario y cogí una gomilla para hacerme un moño deshecho. Bajé las escaleras rápido y me dirigí a la cocina, dónde se hallaba mi madre con mi plato de brócoli en sus manos.
¡Daniel! - llamó a mi hermano. Él tiene diecisiete años, uno más que yo – Ayuda a tu hermana a poner la mesa.
Lleva los tenedores, yo llevaré los platos – le ordené.
Okay – asintió.
Llevé los tenedores hasta la mesa y los coloqué.
Apenas quedan horas para irnos a España, ¿estás nerviosa? - me preguntó Daniel.
Ajá, ¿y tú?
Nah, ¿cómo voy a estar nervioso por eso?
¿Ironía?
Ajá – reí.
