La habitación sigue siendo la misma, no ha cambiado en nada, no sé porque esperaba lo contrario. Saco las maletas del closet y las pongo abiertas sobre la cama. Los recuerdos son abrumadores, tenía ganas de llorar y el auto control que había logrado reunir amenazaba con venirse abajo y hacerme perder el control.
Primero voy al baño y cojo todos mis productos de aseo, mis cremas, el secador y la plancha, entre otras cosas, me detengo a ver los dos cepillos de dientes que están dentro de un mismo vaso, por alguna razón eso me pone nostálgica, cojo mi cepillo no queriendo pensar mucho en eso, casi todo lo guardo en un bolso pequeño.
Lo siguiente es el closet, primero saco toda la ropa que tengo en ganchos, después la que tengo doblada en las gavetas, mis pijamas y ropa interior. Dejo para lo último los zapatos y accesorios. Abro algunos cajones buscando mis joyas, siempre he sido un poco más descuidada con eso, siempre que me las quitaba y las dejaba en cualquier parte, era Charly quien se encargaba de guardarlas. Abro el último cajón, me detengo al ver las pruebas de embarazo, él también se encargaba de guardarlas, compro un montón la primera vez que tuve una sospecha, me sorprende que aún queden algunas y de que el aún las guardé, seguramente se le olvidó que estaban ahí.
¿Cuántas veces no use una de estas pruebas con la esperanza de que el resultado fuera positivo? Charly siempre entraba conmigo al baño a pesar de que le insistía en que no era necesario, se sentaba en el borde de la bañera a esperar el resultado, después se desilusionaba y se iba toda la noche, dejándome sola.
Cojo las tres pruebas, salgo del closet, estoy a punto de ir al baño cuando el entra a la habitación, se detiene al verme con las tres pruebas en la mano, un extraño brillo cruza por sus ojos.
-¿Qué haces?- pregunta refiriéndose a las pruebas.
-voy a botarlas, no creo que ahora sirvan mucho- en especial porque ya se cuál es el resultado, pienso.
Entro en el baño, miro el bote de basura con indecisión, no sé porque dudo, ya sea el resultado que arrojará si me hago una prueba. Tal vez es que una pequeñísima parte de mi quiere hacerse una, con el presente, como las otras veces sólo que está vez el resultado será el deseado.
-¿por qué no te haces una?- su voz hace que peque un pequeño salto.
- no, - dijo arrojando las pruebas en el bote antes de arrepentirme- no tiene caso que me la haga.
-¿por qué no? Los últimos meses que estuvimos juntos no nos cuidamos- ¿Por qué me habla de esto ahora? Solo logra confundirme y ese es un lujo que no me puedo permitir.
- lo sé y aun así el resultado fue el mismo, no tiene por qué ser diferente ahora- pero lo es, grita mi conciencia.
Paso a su lado y voy hacia el tocador, empiezo a guardar mi maquillaje y perfumes.
-¿sabes dónde está mi perfume favorito?- pregunto al no encontrarlo.
- no, pensé que te lo habías llevado.
Frunzo el ceño, estoy segura que no me lo lleve. Guardo la bolsa del maquillaje en una de las maletas. Ahora tengo que pensar en cómo voy a bajar las maletas, están muy pesadas para mi estado. Termino de cerrar la maleta sin saber muy bien cómo voy a bajarlas.
-Shary -dice cogiendo mi brazo. No, no, puedo sentir como las barreras que había logrado construir se derrumban al sentir su tacto y escuchar mi nombre salir de sus labios.
- no me toques- digo dando un paso atrás, mi voz salió más fría de lo que pretendía.
-solo quiero hablar contigo, explicar cómo fueron las cosas, si después de eso aún quieres el divorcio, bien, te lo daré.
No Shary no lo escuches, él sabe que darás tu brazo a torcer si lo haces, es solo uno más de sus juegos para que vuelvas a caer en la trampa.
-yo no quiero hablar contigo -cojo una de las maletas y la bajo de la cama -solo quiero volver a casa.
-¿Dónde tu padre? -dice con burla, eso hace que mi enojo crezca.
- no, no con mi padre, me voy lejos de aquí, lejos de él y de ti, de sus mentiras y engaños.
-¿Dónde te irás? -su voz es fría, como lo era en un principio cuando lo conocí, sus ojos se endurecen al igual que las facciones de su rostro.
-eso no te importa.
Salgo de la habitación lo más rápido que puedo. Bajo una a una las maletas y las meto en el auto, con suerte no volví a encontrarme con Charly, supongo que se ha encerrado en su despacho.
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Caminos
Teen Fictioncreí haber escapado del pasado, pero cinco años después vuelve a mi de forma inesperada, el regresa como una tormenta desordenando todo a su paso, convirtiendo en mi vida calmada en un torbellino, amenazando con descubrir mi mas grande secreto, uno...