Cogí el telefono y con las manos temblorosas marque el número de mis padres.
— Hola ¿ Cómo estáis ?—
— ¡ Sara ! hacía tiempo que no nos llamabas, espera que pongo el altavoz para que te oiga tu padre —
Contestó mi madre con una voz muy alegre— Dime ¿ como te va en el trabajo ? —
Preguntó mi padre— ... Bien mi jefe es estupendo, menos mal que le caigo bien si nos seguro que ya me habrían despedido hace mucho —
Hice mi mayor esfuerzo por hablar con un tono alegre y bromista como siempre— Eso está muy bien pero también tienes que encontrar un esposo, ya no eres tan joven y me gustaría ver mis nietos antes de morir de vieja —
Cada vez que hablaba por teléfono con mi madre me decía lo mismo una y otra vez, ella no quería que estuviera sola y quería nietos, siempre me hacia reír cuando me lo decía pero esta vez era diferente porque sabía que jamás podría dárselos ni me vería con un vestido de novia, ni tampoco encontrararia el amor.
Podía sentir las lágrimas corriendo por mis mejillas, hacia todo lo posible para controlar mi respiración para que mis padres no se dieran cuenta.— Tengo que deciros algo... —
Me armé de valor para empezar a hablar pero en ese mismo instante me di cuenta de que no podía, no podía enfrentarme a esto sola y tampoco podía decirles esto por teléfono, tenía que verlos y pedirle a un amigo que me acompañará para darme fuerzas, esto me superaba.La imagen de Dereck me vino a la mente, nos conocíamos desde hace años y aunque casi no nos hablábamos el era mi médico y era quien más sabía del tema asique podría ayudarme a contárselo a mis padres.
— ¿ Pasa algo ? —
Preguntó mi madre— ¿ Podéis venir a verme en unas horas ? Tengo algo que deciros —
— De acuerdo, nos vemos dentro de un rato —
contesto mi padreColgué el teléfono y fui corriendo a ponerme el abrigo, tenía que darme prisa para ir al hospital y hablar con Dereck.
Cuando llegué fui hacia una enfermera para preguntarle si sabía dónde estaba Dereck pero me dijo que hoy era su día libre.
Salí del hospital con la cabeza agachada, ahora no sólo tenía que contarle a mis padres sobre mi enfermedad si nos que también tenía que decírselo a un amigo para que me ayudara, no podía hacer todo eso en un solo día, era demasiado para mi y tampoco sería justo para mi amigo.Estaba nevando, el viento soplaba muy fuerte y hacia mucho frío, me encantaba este tiempo, sentir los copos de nieve y el aire sobre mi rostro me daba una sensación de libertad, belleza, fuerza, seguridad... Mientras cruzaba la carretera quise seguír avanzando pero mis piernas no se movían, empecé a entrar en pánico y a pedir ayuda pero nadie se paraba a ayudarme, un camión se dirigía hacia mi a toda velocidad, el hombre que conducía asomo la cabeza por la ventana y me grito " ¡ Muévete ! ",
Estaba muy asustada por mucho que intentará moverme mis piernas no me escuchaban por un segundo había perdido el control de mi cuerpo, tenía mucho miedo y justo cuando cerré los ojos esperando lo peor, oí una voz que me resultaba familiar.— ¡ Sara ! —
Alguien grito mi nombre, abrí los ojos y entonces lo vi, corría hacia mi con una mirada asustada, su hermoso cabello negro despeinado por el viento y sus ojos que no paraban de mirar al camión que se acercaba cada vez más a mi... dejé de tener miedo al verle.
Dereck llegó a mi y me tiró del brazo arrimandome hacia el, nos alejamos de la carretera y nadie resultó herido.— ¿ Estas bien ? —
Me preguntó mientras ponía sus manos en mis hombros y miraba atentamente si tenía alguna herida— ... Si —
No tenía palabras, si el no hubiera estado en ese momento seguramente ya estaría muerta.
Ahora ya lo sabía, tenía que acostumbrarme a esto, lo que me acababa de suceder podría volver a pasar en cualquier momento y conforme más avanzara la enfermedad sería peor.— ¿ Ibas a tu casa ? Deja que te acompañe para asegurarme que llegues de una pieza —
Dereck dijo eso con una cálida sonrisaEmpezamos a caminar, había un silencio muy incómodo entre nosotros, este era el momento de pedírselo, ahora o nunca
— Mmm... ¿ Estas ocupado hoy ? —
— No, es mi día libre pensaba aprovecharlo para descansar, ¿ Acaso quieres pasar el día conmigo ? —
Dereck me preguntó eso con una cara muy alegre— Es que... Necesito tu ayuda, tengo que contarles a mis padres lo que me pasa y no puedo hacerlo sola... —
La expresión alegre de su cara se esfumó en un segundo, ahora caminaba con una expresión sería y agachando la cabeza, pasaron varios segundos sin decir ni una palabra pero me miro fijamente y forzando una sonrisa me contestó :
— Entiendo, no te preocupes se lo contaremos juntos —
Llegamos a mi casa y lo invite a pasar, prepare unos cafés para entrar en calor entonces alguien llamo a la puerta y mi corazón dio un salto, llegó el momento.
Abrí la puerta y ahí estaban mis padres con una sonrisa en la cara, se les veía muy felices.
Cuando mi madre vio a Dereck lo miro muy sorprendida y después puso una sonrisa traviesa y me enseñó el pulgar para arriba, sin duda esa era mi madre nunca podrías aburrirte de ella.
Se sentaron en la mesa en frente de Dereck, todos se presentaron.— Encantado de conocerles, si me disculpan me gustaría tratar un tema con ustedes, lamentó tener que ser tan directo pero es mejor así... —
Dereck empezó a hablar...
Les estaba contando todo lo que me había dicho a mi, las caras de mis padres se iban deformando poco a poco, mi madre tiró la taza de café y empezó a llorar y a llorar sin que nadie pudiera calmarla, mi padre no podía creer lo que estaba oyendo, intentaba mantenerse fuerte delante de mi pero sus ojos se llenaron de lágrimas.
Fui corriendo a abrazar a ambos, les decía que todo saldría bien, que no tenían que preocuparse, pero era imposible calmarlos, Dereck intentaba retener sus lágrimas, jamás me puse a pensar en lo difícil que tenía que ser hacer un trabajo como el de el, ver tanto sufrimiento cada dia, hay que tener fuerza y valor para hacerlo.— Escucharme por favor, necesito deciros algo —
Les dije a mis padres haciendo lo posible para no llorar.
Se secaron las lágrimas y me miraron fijamente— Se que será difícil pero mientras os tenga a vosotros todo estará bien, por eso necesito que os mantengais fuertes, tendré muchas recaídas pero necesito que estéis ahí para levantarme, juro que no me rendire, lucharé hasta que mi corazón deje de latir y en los momentos más duros donde no quiera seguir sólo os pido que no me dejéis abandonar, yo cumpliré mi promesa cada dia me esforzare más, no podemos saber que nos va a pasar en la vida pero si somos libres de elegir si seguir adelante o quedarnos atrás y yo decido avanzar, juntos podremos con esto —
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
why me...
RomanceMe llamo Sara y esta es mi historia... Soy bombera, tengo 32 años y vivía una vida perfecta, se lo que vais a decir, nadie tiene una vida perfecta pero creerme la mía si lo era, tenía el trabajo de mis sueños, un hermoso piso en la ciudad de Seúl, m...